Francisco es el ganador del Premio Carlomagno 2015
23 de diciembre de 2015
El papa Francisco recibirá el Premio Carlomagno 2015 por su especial contribución a la unidad europea, anunció hoy el directorio de la institución que otorga esos galardones, con sede en Aquisgrán.
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Los premios Carlomagno se entregan desde 1950 a personalidades o instituciones que se hayan destacado por los méritos en favor de Europa.
Entre las figuras distinguids con el galardón destacan el papa polaco Juan Pablo II (2004), la canciller Angela Merkel (2008) y el expresidente estadounidense Bill Clinton (2000).
“Compromiso por una sociedad justa”
El presidente del Parlamento Europeo (PE), Martin Schulz, expresó su felicitación al papa Francisco tras conocer que recibirá el Premio Carlomagno, y destacó del pontífice su compromiso "como ninguno" con una "sociedad justa".
"Felicitaciones al Papa por el Premio Carlomagno. Un hombre que da orientación y defiende el respeto, la tolerancia y una sociedad justa como ningún otro", declaró Schulz a través de su cuenta en Twitter. Schulz precisamente recibió este premio en la ciudad de Aquisgrán.
Carlomagno, promotor de la educación y unificador de Europa
El emperador unificó buena parte de Europa occidental bajo su mando en la alta Edad Media. Tanto los franceses como los alemanes lo consideran entre los padres de sus respectivas naciones históricas. Aunque su reino se partiría de nuevo en varios Estados, se lo recuerda como un predecesor de la unidad de Europa, tanto por la extensión de sus dominios como por sus iniciativas legislativas, religiosas y culturales.
JOV (efe, dpa)
Diez razones para visitar Aquisgrán
Este año, Aachen, como se llama en alemán Aquisgrán, celebra el 1.200 aniversario de la muerte de Carlomagno. ¿Qué ofrece esta ciudad que no tienen las demás?
Imagen: Drielandenpunt
Catedral de Aquisgrán
La Catedral de Aquisgrán es la construcción del renacimiento carolingio más destacada del mundo. Allí reposan los restos de Carlomagno, y se encuentra el trono real que ocuparon numerosos reyes alemanes entre los siglos X y XVI. La catedral de Aachen fue declarada en 1978 por la UNESCO Patrimonio de la Humanidad.
Imagen: Fotolia/davis
Plaza de la Catedral
Una visita a la plaza de la catedral, en el casco antiguo de Aquisgrán, siempre vale la pena. En las coloridas casas hay pequeñas y divertidas tiendas.
Imagen: Fotolia/davis
Alcaldía
El ayuntamiento de Aachen es, junto con la catedral, el edificio más importante de la ciudad. Construido en el siglo XIV en el estilo gótico, allí se concede, cada año, el Premio Carlomagno por la contribución a la comprensión y la unidad de Europa. El ganador de 2014 es Herman Van Rompuy, Presidente del Consejo Europeo.
Imagen: picture-alliance/dpa
Universidad de Aachen
Hace 1.200 años Carlomagno no solo abogó por la unidad de Europa, sino que también promovió las Ciencias. Hoy, la Universidad de Aquisgrán cuenta con más de 40.000 estudiantes, la mayor de estudios técnicos en Alemania.
Imagen: RWTH
Pontstraße
Como corresponde a una ciudad universitaria, también hay una zona para estudiantes. En la Pontstraße hay bares, restaurantes y discotecas. Aquí hay para todos los gustos. Ya sea al mediodía, por la tarde o por la noche, a todas horas.
Imagen: Arne Hollmann
Aquisgrán tiene que ver con “aguas”
Aachen se llamaba, realmente, Bad Aachen, porque fue un balneario conocido por sus aguas termales ricas en azufre desde tiempos de los romanos, que la bautizaron como Aquisgranum, o 'baños termales'. El “Elisenbrunnen”, es una fuente clasicista construida en 1827, cuya agua azufrada proviene de 2 pozos y tiene una temperatura de 52°.
Imagen: Fotolia/cardinalem
La fuente de los muñecos
Las numerosas fuentes en Aquisgrán muestran la íntima conexión de la ciudad con el agua. Una característica especial es la fuente "interactiva" Puppenbrunnen, del escultor Bonifacio Stirnberg. Figuras móviles representan la equitación, el carnaval, la industria textil y la Ciencia, parte de las tradiciones de la ciudad.
Imagen: Arne Hollmann
Cafés y galletas de jengibre
Los habitantes de Aachen no solo saben nadar y montar a caballo, también hornean muy bien. En los cafés y pastelerías "Alt Aachener Van den Daele", hay pasteles de arroz, galletas de jengibre y "Springerle", galletas de huevo y anís. Las cuatro casas que componen este especial café datan del siglo XVII.
Imagen: Arne Hollmann
Lousberg
Si quiere disfrutar de una fantástica vista sobre Aachen, hay que subir los 264 metros que tiene el monte Lousberg. Desde el café Belvedere hay una panorámica de 360°.
Imagen: picture-alliance/dpa
La triple frontera internacional
No muy lejos de Aquisgrán, Bélgica, Alemania y los Países Bajos comparten fronteras. En el punto llamado “Grenzstein“ se puede tener los pies en tres países, a la vez.