Cuatro años después de la gran afluencia de migrantes y refugiados a la UE, el Parlamento Europeo realizó una nueva evaluación en su última reunión antes de las elecciones europeas de finales de mayo. "La situación para muchos migrantes sigue siendo trágica”, dijo la diputada laborista británica Julie Ward, colaboradora de organizaciones de ayuda en Francia. Según ella, en algunos casos viven en condiciones inhumanas.

Mientras, "en Grecia la gente protesta porque el pueblo ya no puede o ya no quiere acoger a más personas”, explicó el diputado conservador griego Notis Marias. Las organizaciones de ayuda y las Naciones Unidas critican la saturación de los campamentos de refugiados griegos. Al mismo tiempo, el número de personas que llegan por tierra a Grecia sigue aumentando, puntualizó el eurodiputado.

Apertura hacia adentro, protección hacia afuera

La eurodiputada conservadora Roberta Metsola criticó en un informe oficial del Parlamento que todavía no se haya llegado una política común de protección para las fronteras exteriores. "Solo si se protege mejor la frontera exterior será posible mantener las fronteras interiores”, dijo la diputada de Malta. Algunos países miembros siguen manteniendo los controles fronterizos a modo de prueba cuando, en realidad, deberían ser una excepción. El Parlamento exigió a la Comisión reformar las compezenciasde la policía fronteriza Frontex y aumentar las partidas de personal. Dicha propuesta obtuvo una amplia mayoría para su aprobación.

En cualquier caso, el problema es que la mayoría de los 28 Estados miembros no se  habían comprometido hasta ahora. Los jefes de Estado y de Gobierno apoyaron en 2018 el plan para aumentar el personal de Frontex de 1.500 a 10.000 personas y dar más autoridad a la agencia en los próximos tres años. Pero cuando comenzó a implementarse en la práctica en los últimos meses, más y más estados retrocedieron. Ni estaban dispuestos a emplear más personal en la frontera, ni a delegar competencias soberanas -como el control de fronteras- a la autoridad de laUE. Funcionarios comunitarios que prefieren mantenerse en el anonimato lamentaneso desde hace tiempo: "Frontex y la protección de fronteras son prácticamente inefectivos”.

Nadie quiere ceder competencias

Desde Italia, el Gobierno populista acusó a la Comisión Europea de querer interferir en competencias de los Estados miembros, crítica que también comparten otros Estados. Ahora, la autoridad de fronteras, que este verano todavía se consideraba urgente, tendrá que esperar hasta 2027. Incluso Austria y Hungría, que habían apoyado vehementemente la expansión de Frontex, se muestran ahora vacilantes. Por ahora, se desechó la idea de usar Frontex contra la voluntad de un Estado miembro en su propia frontera externa en caso de emergencia. "Es imposible que los ministros de Interior aprueben eso”, dicen los funcionarios familiarizados con esos debates.

"Los Estados miembros mantendrán sus competencias y se limitará la autoridad, los equipos y el armamento de los agentes de Frontex”, dijo la diputada Roberta Metsola. Todavía no está claro qué debería pasar con las personas atrapadas en la frontera o en la costa. "La regulación de la redistribución está bloqueada en el Consejo. Algo muy lamentable” criticó la eurodiputada. En el periodo legislativo que termina, ni siquiera tuvo éxito la reforma de la legislación de asilo y los tratados de Dublín, que determinan qué Estado miembro es competente para los migrantes entrantes.

Pequeños pasos

Según el responsable de la UE para Migraciones, Dimitris Avramopoulos, la creación del cuerpo de fronteras europeo y la guardia costera avanza pese a la oposición: "Lo que hoy tenemos no se puede comparar con la situación en la frontera hace cinco años. Avanzamos gradualmente y alcanzaremos nuestro objetivo en 2027. No es un retraso, sino que se avanza paso a paso”. Los agentes de Frontex deberían tener pronto el derecho a rechazar a  migrantes en las fronteras. Eso podría contener la "migración ilegal”. "Y si alguien duda del valor agregado de Frontex, señalaría este hito. Actualmente ningún país podría manejar por si solo este tipo de exigencias”, afirmó Avramopoulos. 

Tras muchos años de preparación y la consulta de esta semana, el Parlamento europeo dio el visto bueno para conectar las bases de datos de solicitantes de asilo, entradas, salidas, detenciones y pasaportes perdidos. Los agentes de fronteras deberían poder así  reconocer más rápido a los que entran sin derecho. Es una vieja exigencia de los expertos policiales que ahora puede ser cumplida. El número de ilegales que cruzan fronteras sigue disminuyendo en la UE en comparación con 2015. Según Frontex, el último año fueron 150.000.

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