Un mural de Aurea Oliveira recibe en el aeropuerto a quienes llegan a la isla de San Andrés. Ella llegó allí hace muchos años siguiendo al isleño que amaba y que había conocido en Bogotá. San Andrés, es "un puntico en el mundo, vivir en una isla es un micromundo”. Un micromundo rodeado de mar y con una historia muy rica y no muy conocida. La primera globalización tuvo lugar en el Caribe, dice cuando se refiere al contexto histórico que comparten Jamaica, Trinidad y Tobago y las demás islas de la región. Explica qué es la cultura raizal y por qué se va perdiendo. Esto la preocupa. Ella quiere conservar la memoria de la isla por medio de sus obras y proyectos. Como el que impulsó con el topógrafo Alfredo Mc Lean para rescatar los nombres ancestrales de sitios de la isla en español, inglés y creol. "Cada centímetro de la isla tiene un nombre y una memoria”. Es un proyecto de la comunidad raizal. La gente, la memoria histórica y Aurea Oliveira: "Como artista soy una interlocutora”.