"Nací siendo una investigadora sexual” asegura Fabiola Trejo. Cuando niña poseía un gran afán de curiosidad y una necesidad irrefrenable de entender el mundo. Sobre todo, lo prohibido y las cosas de las que no se hablaba. Nació en una familia que ella misma considera bastante tradicional y fue educada en una escuela "rigurosísimamente católica”. En ese entorno había muchas cosas que no debía saber y ella quería descubrirlas. De noche, a escondidas, cuando tenía 7 u 8 años leía "El libro de la vida sexual” de la enciclopedia familiar, su favorito. Así empezó a interesarse y entender temas que para ella eran naturales y no tenían nada malo. Temas que hasta hoy silencia la sociedad, como la sexualidad. La educadora sexual mexicana enuncia las consecuencias: "Lo que hemos hecho es construir pornografía. Le hemos quitado la humanidad a la sexualidad y la hemos convertido en la hipersexualización y comercialización de nuestros cuerpos. "Eso yo no soy” afirma la doctora en Psicología Social.