El Ejército consolida sus avances en la mayor ciudad del país y aprovecha una disputa entre rebeldes para infringirles una derrota en otro punto fuerte opositor.
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El Observatorio Sirio de Derechos Humanos aseguró este sábado (08.10.2016) que las fuerzas del Ejército sirio, apoyadas por milicianos, tropas de Hezbolá y los bombardeos de la aviación rusa, han conseguido ganar terreno en el norte de Alepo, donde ahora controlan la zona de Al Uiya, donde sigue adelante una gran ofensiva que busca expulsar de esos barrios de la mayor ciudad del país a las últimas fuerzas rebeldes.
El Observatorio señaló que hay informaciones de bajas en ambos bandos, los cuales también se están enfrentando en otras partes de la ciudad, donde las fuerzas sirias han avanzado en la zona de la rotonda de Al Yandul, próxima a Al Uiya. La agencia de noticias estatal Sana también confirmó la toma de Al Uiya, asegurando que las acciones militares han causado "grandes pérdidas en las filas de lo terroristas”.
Hace pocos días, las fuerzas del presidente sirio, Bashar al Assad, avanzaron en el extrarradio norte de los barrios orientales de Alepo y tomaron el control del edificio de la compañía de agua y de varias fábricas en esta área. Desde el 22 de septiembre, el Ejército sirio y sus aliados mantienen una ofensiva para ganar terreno a los grupos insurgentes en Alepo, que controlan la mitad oriental de la ciudad.
Choque entre rebeldes
Esos progresos en Alepo se suman a los avances obtenidos por las tropas del régimen en los alrededores de Hama, donde consiguieron recuperar el control sobre varios pueblos que estaban en manos de la oposición. En esa zona, el Ejército también lanzó una fuerte ofensiva de artillería y bombardeos aéreos, logrando por primera vez en meses triunfos sobre las fuerzas rebeldes. El Observatorio Sirio aseguró que las tropas de Damasco aprovecharon un enfrentamiento entre dos grupos rebeldes locales para presionar y avanzar.
Desde el jueves, los islamistas de línea dura Ahrar al Sham se enfrentan al Yund al Aqsa, vinculado a Al Qaeda, en las afueras de Hama y el noroeste de la provincia de Idlib. Ahrar al Sham es considerada la mayor fuerza rebelde en el norte de Siria, mientras Yund al Aqsa lidera una campaña rebelde que ha expulsado al as fuerzas del Gobierno del norte de Hama en las últimas semanas.
DZC (EFE, dpa)
La cruenta batalla de Alepo
La ciudad, antaño eje comercial sirio, se ha convertido en un descampado donde aún habitan miles de personas sometidas a los avatares de una guerra sanguinaria.
Imagen: Getty Images/AFP/G. Ourfalian
Al comienzo fueron protestas pacíficas
Como en muchas otras ciudades de Siria, en Alepo el malestar ciudadano por la conducción del país estalló a comienzos de 2011. Numerosas protestas contra el régimen de Bashar al Assad y las violaciones a los derechos humanos, además del desgaste de un liderazgo cuestionado, propiciaron el escenario perfecto para un alzamiento popular.
Imagen: dapd
Primeros ataques armados
Esta imagen de la localidad de Homs muestra los efectos de los primeros ataques contra las fuerzas del Gobierno en el país. En Alepo, a comienzos de febrero de 2012, 28 personas perdieron la vida en escaramuzas con artillería entre fuerzas rebeldes, aún mal organizadas, y las tropas del Ejército de Siria.
Imagen: Reuters
La metamorfosis
En esta imagen, civiles y uniformados protestan contra Al Assad. Los uniformados son miembros del Ejército Libre de Siria, agrupación rebelde conformada por soldados desertores del Ejército sirio. Las banderas que flamean no son las del país, sino las de la oposición. Lentamente se monta el escenario para la dura guerra civil que marcará al país por los próximos años.
Imagen: Reuters
Surgen las armas
Soldados del Ejército Libre de Siria patrullan en el barrio de Salahadin, uno de los primeros de Alepo en caer en manos de las fuerzas rebeldes. La imagen es de agosto de 2012. Lentamente el Gobierno de Al Assad comenzaba a perder el control sobre el territorio de la mayor ciudad de Siria. Al mismo tiempo, los insurgentes lanzaban ofensivas contra Damasco.
Imagen: Reuters
Ayuda internacional
Apremiado por la situación interna, el presidente Bashar al Assad comenzó a buscar ayuda en el exterior. Los primeros en acudir a su lado fueron los iraníes. En la imagen, el entonces ministro de Exteriores persa, Ali Akbar Salehi, saluda al mandatario sirio en Damasco. Irán ha aportado tropas y asesores militares, vitales para la recuperación del Ejército de Siria.
Imagen: Reuters
Momento de tranquilidad
Desde el comienzo oficial de la llamada "Batalla de Alepo", el 19 de julio de 2012 tras una ofensiva rebelde, ha habido sucesivos remansos de paz. Como éste, declarado por un día de celebración musulmán a fines de octubre de 2012, aprovechado por la gente para comprar comida en el norte de la ciudad.
Imagen: AFP/Getty Images
Cascos blancos recuerdan a sus colegas
Ante la falta de organizaciones "oficiales", Alepo ha debido reconstruir sus instituciones. Una de las más conocidas es la de los "cascos blancos", voluntarios que rescatan a las víctimas de los bombardeos y cuyo nombre llegó a sonar como candidato al Premio Nobel de la Paz. En la imagen, recuerdan a sus miembros caídos en cumplimiento del deber.
Imagen: Reuters
Caos, terreno fértil
El caos en el que se ha visto sumido el país, especialmente Alepo, ha sido caldo de cultivo para que tomen fuerza distintos grupos armados. El más conocido es Estado Islámico, que lucha contra el Ejército de Siria y contra los rebeldes. Otros grupos son el Ejército Libre de Siria, el Frente al Nusra y las fuerzas kurdas.
Imagen: picture alliance/ZUMA Press/M. Dairieh
Víctimas inocentes
Como siempre en la guerra, los niños son los más afectados. Los bombardeos incesantes, primero de la aviación siria y luego de la rusa, han reducido la ciudad a escombros, muchas veces con sus habitantes dentro. Esta imagen, icónica por lo cruda, es la del niño Omran Daqneesh, de cinco años, herido tras un ataque ruso.
Imagen: picture-alliance/AA/M. Rslan
Con una ayuda de mis amigos
Rusia apoya desde septiembre de 2015 a las tropas de Al Assad, marcando un giro en la guerra. Desde entonces, el Ejército avanza sobre las zonas rebeldes. Esos triunfos han sido a costa de la ciudad y sus vecinos, que ahora viven en un cementerio de edificios. Pero, pese a la adversidad, siempre habrá un minuto de inocencia, para tomarse un respiro y jugar. Aunque sea en medio de la destrucción.