Tras las suposiciones que siguieron al escándalo de corrupción de Ernst Welteke, antiguo presidente del Bundesbank, la duda sobre el sucesor quedó disipada con el nombramiento del académico independiente Axel Weber. El gobierno federal anunció por sorpresa su nombramiento a pesar de que la opinión general barajaba otros candidatos. Welteke fue obligado a dimitir al frente del Bundesbank debido al escándalo de corrupción publicado en la prensa alemana cuando fue acusado de haber aceptado invitaciones de grandes empresas y bancos a hoteles de lujo.

Con el nombramiento de Weber, el gobierno alemán quiere acallar las dudas sobre la independencia del Bundesbank con respecto al gobierno. Weber fue hasta ahora profesor de economía en la universidad de Colonia y no tiene afiliación política.

El nombramiento de Weber fue bien acogido por gobierno y oposición, y cuenta con el beneplácito del mismo banco y de numerosos expertos internacionales, debido a sus amplios conocimientos en política monetaria nacional e internacional. Weber forma parte del consejo de los "5 sabios", órgano independiente del ejecutivo instaurado en Alemania desde 1963 para asesorar al gobierno en materia económica.

Política de estabilidad

El recién nombrado presidente del Bundesbank mostró las líneas de su futura política monetaria en la rueda de prensa de presentación junto con el ministro de Finanzas, Hans Eichel. Sus planes futuros giran en torno a una política monetaria de estabilidad. Weber manifestó que mantendría la estabilidad de precios frente al crecimiento económico como objetivo prioritario del Banco Central Europeo (del que forma parte a partir de su nombramiento).

En cuanto al Pacto de Estabilidad, uno de los grandes quebraderos de cabeza de la economía alemana, Weber insistió en la necesidad de respetarlo, a pesar de que Alemania lo incumplió en los últimos años. El nuevo presidente del Bundesbank se refirió al pacto como "un importante pilar de la política europea". " En todas las propuestas para modificar el pacto hay elementos interesantes, pero también hay elementos problemáticos. Por eso creo que se debe dejar tal y como se acordó, y mantener los criterios", dijo Weber ante la prensa en Berlín.

El nombramiento del nuevo presidente del Bundesbank fue recibido por todos con gran satisfacción. La decisión logró incluso aunar los deseos del gobierno y la oposición. Tras la crisis del Bundesbank bajo el mando de Welteke, Weber se enfrenta ahora a una nueva etapa que no podía tener un mejor comienzo.