Mientras en Honduras la "resistencia" sigue tratando de dividir el país no reconociendo al nuevo gobierno, sus representantes viajan por todo el mundo hablando de su capacidad unificadora.

Es tiempo de unirse en Honduras. Esa es la principal tarea del nuevo gobierno que fue electo democráticamente el 29 de noviembre del año pasado. Hasta ahora Pepe Lobo ha dado varios pasos fuertes hacia la reconciliación y unión de un país que ha sufrido una de las peores crisis políticas del nuevo milenio.

Por ejemplo, Lobo ha involucrado a la "resistencia" en su gabinete. También ha creado una Comisión de la Verdad para aclarar los hechos del pasado. Y eso, sin ninguna necesidad política. Lobo no ha tenido ninguna obligación de incluir a los miembros del socialismo hondureño en su gabinete, ya que ellos no tienen mucho que ver con la ideología cristiano-demócrata de los nacionalistas. Al contrario, el comportamiento de César Ham en sus primeras semanas como director del Instituto Nacional Agrario (INA) ha sido completamente socialista, hablando de expropiaciones al estilo de Hugo Chávez.

Tampoco no había ninguna necesidad de instalar tan rápidamente la Comisión de la Verdad que tiene como objetivo aclarar las violaciones de los derechos humanos en Honduras. Pero se instaló para calmar los gritos de la "resistencia" que aún proclaman números sumamente exagerados de muertos y violados del año pasado. Todos estos gestos por parte del nuevo gobierno han sido muy sabios y sirven para unificar y tratar de incorporar a los descendientes socialistas perdidos de la "resistencia" hondureña.

No obstante vemos ahora que aún así la "resistencia" no se conforma. En vez de sumarse al plan de reconciliación tan necesario para Honduras, tratan de seguir dividiendo al país a cuesta de los más pobres, tomándolos como excusa y justificación para su lucha nefasta. Claro, sus líderes han aceptado su puesto en el Congreso y en el gabinete nacional, pero no han aceptado la responsabilidad y las obligaciones sociales que inseparablemente significa formar parte del gobierno. En vez de unirse al plan de reconciliación, sus representantes como Garza y Oliva viajan por todo el mundo criticando al propio gobierno de doble moral, dividiendo así más el país en vez de unirlo. Ellos mismos son los que cometen el crimen ético del cual están acusando actualmente al gobierno de Pepe Lobo.

Christian Lüth
Director del proyecto para Honduras, Nicaragua y Guatemala
Fundación Friedrich Naumann

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