G20: Francia y Alemania apoyan solución política para Siria
17 de febrero de 2017
Tras la reunión que se sostuvo sobre Siria en la cumbre de ministros de Exteriores, ambos países pidieron a Rusia apoyar las próximas negociaciones entre el régimen sirio y la oposición en Ginebra.
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El ministro de Exterior alemán, Sigmar Gabriel, y su homólogo francés, Jean-Marc Ayrault, se expresaron juntos este viernes (17.02.2017) en el marco de la cumbre de ministros de Exteriores del grupo G20 en Bonn, donde comunicaron sus puntos de vista sobre la difícil situación en Siria y las soluciones que consideran necesarias para solucionarla.
"La opción política es la única" opción posible en Siria, aseguró el francés Ayrault, destacando su "convicción" de que Rusia puede jugar un papel "constructivo" al llevar al presidente sirio, Bachar al Asad, a la mesa de negociación con la oposición la semana que viene en las negociaciones sobre el conflicto que tendrán lugar Ginebra.
El ministro de Exteriores francés también argumentó que el régimen sirio "sólo sobrevive" por la asistencia militar de Irán y Rusia y que en ningún caso será capaz de "reconquistar y estabilizar" todo el territorio del país. Ayrault advirtió que la prolongación de la guerra civil en el país sólo alimenta "el odio y el resentimiento" y refuerza el poder de los terroristas, cuando la "prioridad" de todas las partes debería ser acabar con el Estado Islámico.
Por su parte, el ministro de Exterior de Alemania y anfitrión de la cumbre en Bonn, Sigmar Gabriel, agregó que "solo una solución militar no es posible en Siria, alertando que "la situación humanitaria sigue siendo catastrófica ". El ministro alemán reconoció también que aún hay un largo camino por recorrer para lograr poner fin a la violencia en Siria, país que lleva ya casi seis años en conflicto.
Las declaraciones ocurrieron al concluirse una reunión sobre Siria que se sostuvo en la cumbre, donde los representantes de Alemania, Francia, Reino Unido, Arabia Saudí, Italia, Jordania, Estados Unidos, Qatar, Turquía y la Unión Europea apoyaron juntos las negociaciones de paz en Ginebra.
JCG (EFE, dpa)
La cruenta batalla de Alepo
La ciudad, antaño eje comercial sirio, se ha convertido en un descampado donde aún habitan miles de personas sometidas a los avatares de una guerra sanguinaria.
Imagen: Getty Images/AFP/G. Ourfalian
Al comienzo fueron protestas pacíficas
Como en muchas otras ciudades de Siria, en Alepo el malestar ciudadano por la conducción del país estalló a comienzos de 2011. Numerosas protestas contra el régimen de Bashar al Assad y las violaciones a los derechos humanos, además del desgaste de un liderazgo cuestionado, propiciaron el escenario perfecto para un alzamiento popular.
Imagen: dapd
Primeros ataques armados
Esta imagen de la localidad de Homs muestra los efectos de los primeros ataques contra las fuerzas del Gobierno en el país. En Alepo, a comienzos de febrero de 2012, 28 personas perdieron la vida en escaramuzas con artillería entre fuerzas rebeldes, aún mal organizadas, y las tropas del Ejército de Siria.
Imagen: Reuters
La metamorfosis
En esta imagen, civiles y uniformados protestan contra Al Assad. Los uniformados son miembros del Ejército Libre de Siria, agrupación rebelde conformada por soldados desertores del Ejército sirio. Las banderas que flamean no son las del país, sino las de la oposición. Lentamente se monta el escenario para la dura guerra civil que marcará al país por los próximos años.
Imagen: Reuters
Surgen las armas
Soldados del Ejército Libre de Siria patrullan en el barrio de Salahadin, uno de los primeros de Alepo en caer en manos de las fuerzas rebeldes. La imagen es de agosto de 2012. Lentamente el Gobierno de Al Assad comenzaba a perder el control sobre el territorio de la mayor ciudad de Siria. Al mismo tiempo, los insurgentes lanzaban ofensivas contra Damasco.
Imagen: Reuters
Ayuda internacional
Apremiado por la situación interna, el presidente Bashar al Assad comenzó a buscar ayuda en el exterior. Los primeros en acudir a su lado fueron los iraníes. En la imagen, el entonces ministro de Exteriores persa, Ali Akbar Salehi, saluda al mandatario sirio en Damasco. Irán ha aportado tropas y asesores militares, vitales para la recuperación del Ejército de Siria.
Imagen: Reuters
Momento de tranquilidad
Desde el comienzo oficial de la llamada "Batalla de Alepo", el 19 de julio de 2012 tras una ofensiva rebelde, ha habido sucesivos remansos de paz. Como éste, declarado por un día de celebración musulmán a fines de octubre de 2012, aprovechado por la gente para comprar comida en el norte de la ciudad.
Imagen: AFP/Getty Images
Cascos blancos recuerdan a sus colegas
Ante la falta de organizaciones "oficiales", Alepo ha debido reconstruir sus instituciones. Una de las más conocidas es la de los "cascos blancos", voluntarios que rescatan a las víctimas de los bombardeos y cuyo nombre llegó a sonar como candidato al Premio Nobel de la Paz. En la imagen, recuerdan a sus miembros caídos en cumplimiento del deber.
Imagen: Reuters
Caos, terreno fértil
El caos en el que se ha visto sumido el país, especialmente Alepo, ha sido caldo de cultivo para que tomen fuerza distintos grupos armados. El más conocido es Estado Islámico, que lucha contra el Ejército de Siria y contra los rebeldes. Otros grupos son el Ejército Libre de Siria, el Frente al Nusra y las fuerzas kurdas.
Imagen: picture alliance/ZUMA Press/M. Dairieh
Víctimas inocentes
Como siempre en la guerra, los niños son los más afectados. Los bombardeos incesantes, primero de la aviación siria y luego de la rusa, han reducido la ciudad a escombros, muchas veces con sus habitantes dentro. Esta imagen, icónica por lo cruda, es la del niño Omran Daqneesh, de cinco años, herido tras un ataque ruso.
Imagen: picture-alliance/AA/M. Rslan
Con una ayuda de mis amigos
Rusia apoya desde septiembre de 2015 a las tropas de Al Assad, marcando un giro en la guerra. Desde entonces, el Ejército avanza sobre las zonas rebeldes. Esos triunfos han sido a costa de la ciudad y sus vecinos, que ahora viven en un cementerio de edificios. Pero, pese a la adversidad, siempre habrá un minuto de inocencia, para tomarse un respiro y jugar. Aunque sea en medio de la destrucción.