Muy a su pesar, Mariano Rajoy será punto de atracción de todos los focos en la cumbre que el G20 celebra el lunes y el martes en México. El jefe del gobierno español llega al balneario de Los Cabos en medio del proceso de rescate europeo de los bancos españoles y tras una semana de vértigo en la que los mercados volvieron a poner a España al borde del precipicio.

La cumbre del G20 estará centrada en la crisis europea y dentro de ésta, la cuarta economía de la zona euro es ahora protagonista por la operación de salvamento de sus bancos y por la posibilidad de que ella misma tenga que ser rescatada en un futuro no muy lejano, como en su día lo fueron Irlanda, Portugal y Grecia.

Enrocado en una política de negación por la que rechaza hablar de rescate y prácticamente desaparecido de la tribuna pública, Rajoy no ha dado en España apenas información de la ayuda que los socios europeos prestarán a los bancos españoles, con agujeros millonarios tras el estallido de la burbuja inmobiliaria. Algunos de los pocos detalles desvelados por su gobierno se han visto además contradichos después por declaraciones desde Bruselas y Berlín.

Las dudas en torno al rescate de los bancos españoles con hasta 100.000 millones de euros han puesto esta semana a España al borde de la zona de rescate de toda su economía: el interés del bono español a 10 años se disparó el jueves hasta la línea roja del 7 por ciento, a partir de la cual, según los expertos, se afronta el riesgo de una intervención porque el país puede enfrentarse a la imposibilidad de financiarse en los mercados.

Expectativas de cara a Los Cabos

De momento se desconoce qué cantidad pedirá finalmente el gobierno español a su socios europeos -oficialmente espera a tener en sus manos los informes de dos auditoras externas contratadas para valorar los agujeros que el ladrillo ha dejado en la banca-, a qué interés se otorgará el préstamo, en cuánto tiempo habrá que devolverlo y, sobre todo, de qué fondo de rescate europeo se sacará.

Invitada permanente en las citas del G20, que hace ya tiempo que reemplazó al G8 como principal foro para la coordinación económica internacional, España tiene muchas expectativas puestas en la cumbre de Los Cabos, donde se reunirán los representantes de 20 países que juntos suman el 85 por ciento del producto interior bruto global.

El ministro de Economía español, Luis de Guindos (en la foto principal de este artículo), que acompañará a Rajoy en este viaje, manifestó esta semana que el apoyo con el que España cuenta en estos momentos difíciles se verá reforzado en México. "Contamos con el apoyo de todos nuestros socios", aseguró. "Hay unión entre todos y se reforzará en la cumbre del G20". En el horizonte, la esperanza de aplacar a unos mercados que pueden cortar de cuajo la financiación del país a través de la deuda.

En Los Cabos, el G20 hará "un contundente llamamiento a la estabilización de los mercados para atajar la situación en España", dijo hace poco México, el anfitrión. Y es que los socios no europeos del grupo temen el efecto de la crisis del euro en sus economías.

¿Cita al margen con "los grandes"?

La cita en el balneario es la primera, tras el rescate de las entidades españolas acordado el 9 de junio por los ministros de Finanzas de la zona euro, en la que Rajoy coincidirá con el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y con la canciller alemana, Angela Merkel, con quienes ya se encontró sin embargo durante la cumbre de la OTAN en Chicago en mayo.

Según fuentes del gobierno español, es casi seguro que en México se celebre una reunión entre Rajoy, Merkel, el presidente francés, François Hollande; y el primer ministro italiano, Mario Monti, en la que también participará el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy. Y parece también que podría haber otro encuentro con los mismos participantes en el que se sume Obama, algo que la Casa Blanca tampoco descarta.

Alemania insistió mucho a España para que pidiera ese rescate -se llegó a hablar de presiones que se negaron sin embargo por ambas partes-, pero se oponía a que los socios europeos dieran el dinero directamente a los bancos españoles, sin pasar por las manos del gobierno. Al final, parece que la solución será intermedia: el dinero europeo irá al fondo de rescate español FROB y de ahí a los bancos necesitados.

Obama ha saludado el rescate de los bancos españoles, un rescate que él mismo llegó a pedir de manera más o menos diplomática. Pero frente a la austeridad propugnada en Europa por Merkel, defiende que hay que aplicar también políticas de crecimiento, un tema en el que quedó patente la división entre ambos en la cumbre del G8 del mes pasado.

Y Rajoy, con una economía en recesión en casa, con el desempleo disparado y en aumento y después de haber aplicado recortes millonarios, está ya más cerca de las tesis de Obama que de las de Merkel.

Fuente: dpa

Editora: Rosa Muñoz Lima