G7 reconoce impacto negativo de factores climáticos en salud
6 de noviembre de 2017
El Grupo de los Siete (G7) países más industrializados reconoció que varios factores medioambientales dañan la salud, y generan "escasez de agua, inseguridad alimentaria, desnutrición y aumento de la migración".
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Así lo acordaron los ministros y representantes en materia de Salud del G7 (Italia, Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia, Canadá y Japón) en una declaración conjunta que firmaron al término de esta reunión de dos días que se ha celebrado en Milán. También los relacionados con la "escasez de agua, inseguridad alimentaria y desnutrición, y aumento de la migración", añade.
La ministra de Sanidad de Italia, Beatrice Lorenzin, afirmó hoy que los países han firmado un documento en el que dejan claro la posición de Estados Unidos y su voluntad de salir del Acuerdo de París sobre el Clima, pero insistió en que Washington también ha aceptado "el impacto de los factores climáticos en la salud de las personas".
Infecciones y fenómenos meteorológicos extremos
"Reconocemos que algunos factores ambientales tienen riesgo para la salud, como los relacionados con patrones cambiantes de enfermedades infecciosas, fenómenos meteorológicos extremos, aumento del nivel del mar, acidificación de los océanos, aire, agua, biodiversidad, contaminación del suelo", dice el documento.
Alerta temprana
Por ello, reconocieron "la necesidad de promover comunidades resilientes" en las que se disminuya "la exposición a la contaminación del aire, incluso reduciendo las emisiones en áreas urbanas".
Identificar cuáles son los impactos directos en la salud de las personas como consecuencia de estos factores medioambientales también es otra de las prioridades incluidas en la declaración, así como "promover el uso de sistemas de alerta temprana meteorológicos y climáticos" para empeorar la salud de la gente.
Otras cuestiones que se han puesto sobre la mesa han sido cómo "salvaguardar la protección de la salud de los trabajadores durante las emergencias y en las zonas afectadas por conflictos", la resistencia a los antimicrobianos (AMR) o la erradicación definitiva de la polio a nivel mundial.
También cómo implementar "sistemas alimentarios que respalden dietas saludables y sostenibles, asegurando la seguridad alimentaria y la nutrición para todos, incluidas las poblaciones vulnerables y marginadas".
Finalmente, se aprobó aumentar la colaboración para ayudar a desarrollar programas "de inmunización para inmigrantes y refugiados" y "mejorar los servicios de salud en países de tránsito y destino" para combatir el potencial contagio de enfermedades infecciosas.
JOV (efe, Tageblatt)
Glaciares de los Andes: gigantes en extinción
El cambio climático está haciendo desparecer los hielos de Sudamérica. Con las actuales condiciones climáticas, el fenómeno es irreversible y trae consigo graves consecuencias para las comunidades andinas.
Imagen: IANIGLA/Pierre Pitte
Reserva de agua
Los glaciares son amortiguadores en períodos de sequía. En un año en que no nieva mucho o en los meses más secos y de baja precipitación, gran parte del agua que baja por los ríos proviene del derretimiento de los hielos. Si éstos desaparecen, la única fuente de abastecimiento es el agua que cae. En tiempos de sequía, esto supone problemas económicos, sociales y de calidad de vida.
Imagen: IANIGLA/Pierre Pitte
Investigadores en alerta
A lo largo de todos los Andes, desde las zonas tropicales a Tierra del Fuego, la tendencia es que el área cubierta por hielo está disminuyendo. Éste es el tema que reunió a los principales investigadores de la región en un grupo de trabajo de cinco años congregado por la UNESCO, que acaba de finalizar con un encuentro en Mendoza, Argentina. Allí analizaron la situación de los Andes.
Imagen: IANIGLA/Pierre Pitte
Antes y después
Las fotos del Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA), con sede en Mendoza, muestran el cambio que ha sufrido el glaciar Frías, en el sur de Argentina, en un lapso de 70 años. A la izquierda, una imagen de 1938 y a la derecha una de 2008. Situaciones similares se observan en otros glaciares de los Andes.
Imagen: IANIGLA/Pierre Pitte
¿Por qué están retrocediendo?
La respuesta está asociada al cambio climático. En las últimas décadas se registra una tendencia al aumento de la temperatura del planeta, que explica el retroceso generalizado de los glaciares en el mundo. “En Campo de Hielo Sur se observa una aceleración de la pérdida de hielo, sobre todo desde la década del 50”, afirma Lucas Ruiz, investigador del IANIGLA. Glaciar Viedma en 1930 y 2014.
Imagen: IANIGLA/Pierre Pitte
No todos a la misma velocidad
Estudios de IANIGLA muestran que otros hielos, en tanto, tienen otro comportamiento. En Patagonia norte, glaciares asociados al Tronador, un volcán extinto, perdieron menos masa en la última década que en la anterior. Esto se debe a que la morfología del glaciar se ha ajustado al cambio del clima. Al achicarse, ya no sigue perdiendo tanta masa y se encuentra en un equilibrio con el clima.
Imagen: IANIGLA/Pierre Pitte
Adiós a los últimos glaciares
En los Andes, el caso de Venezuela es el más extremo. Los hielos de las cumbres más altas, el pico Bolívar y el Pico Humboldt, están destinadas a desaparacer. En las últimas décadas el retroceso constante ha sido tal, que algunos estudios científicos indican que Venezuela será el primer país en perder todos sus glaciares, lo que podría ocurrir en los próximos años.
Imagen: picture-alliance/dpa/G. Ismar
Retroceso seguro
“Todas las proyecciones climáticas indican que las temperaturas van a seguir aumentando. Incluso si pudiéramos bajar la cantidad de emisiones de dióxido de carbono y mejorar la eficiencia de nuestras industrias, la temperatura aumentaría por unos 50 ó 60 años más y después recién empezaría a disminuir o a establecerse”, asegura Lucas Ruiz.
Imagen: IANIGLA/Pierre Pitte
¿Cuántos glaciares perderemos?
Aun cuando los pronósticos tienen un amplio margen de incertidumbre, en los próximos 100 años la temperatura debiera aumentar entre 1 y 4 grados, asegura el experto. Modelos predictivos indican que dentro de 20 a 30 años del lado argentino de Campos de Hielo Sur los grandes glaciares retrocederán, pero no del todo, y entre los más pequeños de alrededor algunos desaparecerán.
Imagen: IANIGLA/Pierre Pitte
Los mayores gigantes
La superficie de hielo de los Andes es de unos 30 mil kilómetros cuadrados. El 75% está en Chile, el 15% en Argentina y el resto distribuido por Bolivia, Ecuador, Perú y Colombia. Los glaciares más grandes, también de todo el hemisferio sur, son el Pío XI, chileno, y Viedma, argentino. Con unos mil kilómetros cuadrados de superficie cada uno, se ubican en la zona de Campos de Hielo Sur.
Imagen: IANIGLA/Pierre Pitte
Distintos tipos de glaciares
A lo largo de Sudamérica los glaciares son diferentes. En los Andes tropicales principalmente hay glaciares de montaña y algunos de valle, y especialmente en Colombia y Ecuador están asociados a volcanes. En Argentina y Chile hay una gran diversidad de tipos de glaciares, que van desde montaña y de valle hasta los grandes glaciares de descarga.
Imagen: IANIGLA/Pierre Pitte
Peligro para las comunidades andinas
En los Andes de Perú y Bolivia habita mucha población cercana a los glaciares, que usa el agua para beber, regar o generar energía eléctrica. Al desaparecer el glaciar, no sólo pierden el recurso hídrico. Muchas veces se forman lagos y las laderas donde se apoyaba el hielo se vuelven inestables, con riesgo de deslizamiento, aludes y aluviones por el derretimiento.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/M. Mejia
Reservas que se agotan
En Argentina y Chile, en general las ciudades, los poblados y las zonas cultivadas están más lejos de los glaciares y la dependencia de ellos es menor, pero sobre todo se siente en los años de sequía. “En años como éste, en que no hay mucha nieve en la cordillera, el caudal del río en todos los oasis irrigados de Mendoza y San Juan depende en un 40% de los glaciares”, explica Lucas Ruiz.
Imagen: IANIGLA/Pierre Pitte
Ecosistemas dependientes
Los glaciares no sólo aportan agua para la población, sino también para los ecosistemas. En las cuencas en que hay glaciares hay mayor cantidad de vegas o humedales de altura, que se verían afectados si los hielos desaparecen. A nivel de la población, la educación ambiental, toma de conciencia, uso más eficiente del suelo y del riego, pueden mitigar las consecuencias.
Imagen: IANIGLA/Pierre Pitte
Desafío científico
Con estrategias compartidas, los países andinos están reuniendo información trascendente para enfrentar los desafíos. Además de mantener un inventario actualizado de glaciares, monitorean algunos representativos para saber cuánta nieve acumulan en el invierno y cuánta nieve y hielo se derrite en el verano. Datos meteorológicos e hídricos ayudan también a evaluar y tomar decisiones a futuro.