La Cumbre de las siete naciones más ricas del planeta (Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Reino Unido, Italia, Canadá) y Rusia, en la localidad escocesa de Gleneagles también sufrió el coletazo de los atentados. Las explosiones frenaron el avance las negociaciones a lo largo del día, aunque no lograron eclipsar por completo la agenda. Esto "hubiera sido como claudicar ante el terrorismo", dijeron fuentes de la diplomáticas.

No obstante se evita dar la impresión que se negocia ajeno a lo ocurrido en Londres. Así las declaraciones finales no se adelantaron y serán presentadas este viernes.

El anfitrión, el primer ministro Tony Blair, está presionando a las otras naciones en nombre de un comercio más justo con África. La lucha contra la pobreza era uno de los temas que había acaparado la atención mediática antes de la cumbre. Las propuestas para enfrentarla descansan sobre dos pilares: un comercio más justo, especialmente el agrario, y un aumento de la asistencia al desarrollo de los países más pobres

Disputas en torno al agro

El presidente estadounidense George W. Bush está dispuesto a trabajar con la Unión Europea (UE) para eliminar los subsidios agrícolas incluso tan pronto como el 2010, fecha propuesta por Gran Bretaña. "Queremos despojar a nuestros respectivos países de los subsidios agrícolas", afirmó Bush.

Pero los negociadores confiesan que hay dudas sobre los detalles que se negocian. Así, la idea británica se refiere a los subsidios a las exportaciones, y no a la ayuda general que reciben los agricultores. Los EE.UU. y la UE discuten reiteradamente por la ayuda agrícola. África y muchos otros países consideran que están siendo excluidos de los mercados mundiales a causa de los subsidios agrícolas en las naciones ricas.

Según la organización no gubernamental Oxfam, la ayuda estatal permite a los agricultores estadounidenses exportar algodón y trigo a un valor entre 35% y 47% del costo doméstico de producción. También afirman que la asistencia pública permite que los agricultores de la UE exporten azúcar y carne vacuna a un valor entre 44% y 47%.

Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, la UE gasta US$ 133.000 millones anuales en ayuda agrícola y EE.UU. unos US$ 47.000 millones. Efectivamente, la Política Agrícola Común (PAC) representa un 40% del presupuesto de la UE.

Ayuda para África

La Comisión para África, establecida por Tony Blair, ha calculado en US$ 25.000 millones la ayuda anual adicional que el continente necesitará en los 3 a 5 años próximos para alcanzar los objetivos de reducción de la pobreza ambicionados por las Naciones Unidas. Se espera que esta cantidad figure en la declaración del G8.

Por otra parte, en el seno de la UE ya se aceptó un acuerdo para duplicar la ayuda europea al continente africano de aquí a 2015. En este sentido, el Alto Representante de Política Exterior y Seguridad Común de la UE, Javier Solana, destacó ante la prensa alemana la aportación que realiza la UE a la estabilidad en África es la mayor a nivel internacional. Solana aseguró que la UE es el grupo de países que más se implica comercialmente en África, y aclaró que "se comercia con todo, salvo con armas". Además la UE hace un aporte a la seguridad, por ejemplo con la creación de unas fuerzas de seguridad en el Congo y anteriormente en otros países. "Sin seguridad y estabilidad no puede haber desarrollo", señaló Solana.

Impuesto aéreo contra la pobreza

No sólo se trata de buenas intenciones, también se hacen propuestas. El ministro británico de Finanzas, Gordon Brown quiere lograr el apoyo europeo a un mecanismo de ayuda (llamado Instrumento Financiero Internacional), que se financie en parte con el impuesto aéreo. Este mecanismo ya existe en el Reino Unido y recauda unos EUR 1.290 millones anuales.

Francia respalda decididamente la medida. En principio se trata de aplicar un euro a los billetes aéreos. Según los expertos, este mecanismo puede convertirse en una fuente adicional de ingresos constantes que permitirá no tener que recurrir siempre a los mismos gobiernos.

Pero el sentido común de la ayuda al desarrollo, puede chocar con las barreras del cálculo comercial. Se espera la resistencia de quienes temen que esta clase de impuesto sería una carga adicional para una industria que padece ya los elevados precios del combustible. También la Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) y los países con fuerte dependencia del turismo se oponen a la propuesta.

La voz de los "emergentes"

Los países emergentes presentes en la cumbre emplazaron al G8 a cumplir sus compromisos ante naciones Unidas de dedicar a ayuda al desarrollo al menos un 0,7% de su Producto Interior Bruto, objetivo que están aún muy lejos de cumplir.

El llamado grupo de los cinco (Brasil, México, China, la India y Sudáfrica) reclamó asimismo la eliminación de las barreras comerciales a "productos y servicios de interés" para los países en desarrollo. Ello es esencial para "el desarrollo, la lucha contra la pobreza y la protección del medio ambiente", señalan los Cinco.

El debate en torno a la erradicación de la pobreza y el cumplimiento de los llamados objetivos de desarrollo del milenio será parte del último día de la cumbre.

Asimismo este viernes tomará forma el grado de compromiso con la protección del medio ambiente. Aunque "en la declaración final se mencionará el protocolo de Kyoto, no se fijarán límites para la emisión de gases que causan el efecto invernadero", adelantan fuentes diplomáticas.