Salzburger Nachrichten, de Salzburgo: “Cuanto más se acerca el fin de la guerra, más urgente se vuelve la cuestión sobre qué hacer con el clan Gadafi, que ha cometido crímenes de guerra. Se torna insoportable pensar que Gadafi y su clan, sus hijos e hijas, acostumbrados al lujo, podrían huir hacia otro país africano para vivir una vida plena de bienestar y sosiego financiada por el dinero que le robaron al pueblo libio. Desde que existe la Corte Penal Internacional, la pregunta es fácil de responder. (…) La CPI cumple con varias funciones, y es allí donde gente como Gadafi se entera de qué significa justicia y castigo. Los veredictos del Tribunal Penal Internacional  son una advertencia a otros tiranos para que sepan que no podrán mantenerse eternamente en el poder, y que deberán comparecer ante el juez en La Haya.”
 

“Cambios nunca imaginados en el mundo árabe”

La Croix, de París: “Hay demasiadas incertidumbres sobre las facultades del Consejo Nacional de Transición libio en cuanto a si será capaz de superar el disenso y garantizar un futuro verdaderamente democrático. (…) Si tenemos en cuenta a otros países árabes cuyos gobernantes han sido derrocados, o a aquellos países que han continuado evolucionando a pesar de que sus líderes continúan en el poder, se observa que hubo un aumento del poder de los parlamentos y de la oposición y que existe la voluntad de combatir la corrupción. Claro que aún hay más promesas que avances concretos, pero ¿quién hubiera esperado semejantes cambios antes del estallido de la primavera árabe?”
 

“Críticas a Westerwelle, arrogantes”

Tages Anzeiger, de Ginebra: “La crítica a Guido Westerwelle no es nueva ni está fuera de lugar. ¿Quién diría que el ex jefe del Partido Liberal (FDP) hace un buen papel como ministro de Exteriores alemán? Hace poco, Westerwelle hizo el ridículo sosteniendo que Alemania también había hecho un gran aporte para que derrocar a Gadafi, lo que no es cierto en absoluto. No obstante, los ataques que tienen por blanco a Westerwelle son arrogantes, ya que, ciertamente, hubo buenas razones para su cautela con respecto a una intervención de la OTAN en Libia en marzo pasado. Después de todo, ser fiel a la coalición no significa necesariamente estar siempre de acuerdo con los demás socios. Y, más aún, cuando ni siquiera al ministro de Defensa estadounidense lo entusiasmaba demasiado la idea de bombardear las tropas del gobernante libio.”
 

“Alemania debe reecontrar el rumbo”

Corriere della Sera, de Roma: “Es más bien improbable que Angela Merkel acepte que el Gobierno alemán está en crisis cuando, por el otro lado, espera que el Parlamento confirme a desgano el planeado aumento del paquete de rescate del euro. En el fondo, el mayor problema de Alemania es volver a encontrar su lugar dentro de Europa y convalidar sus propias alianzas estratégicas, también con una nueva apertura ante Rusia. Y eso no sólo tiene que ver con la supuesta incapacidad del ministro de Exteriores alemán, Guido Westerwelle. El ex canciller Helmut Kohl diría que la misión consiste en ‘reencontrar el rumbo.”

CP/ dpa
Editor: José Ospina Valencia