Tras la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, la ruptura del inestable Gobierno de coalición alemán agravó la sensación de caos en Europa.

Luego de despedir al ministro de Finanzas, Christian Lindner, el canciller alemán, Olaf Scholz, anunció un voto de confianza para enero de 2025. El Partido Socialdemócrata tiene previsto convocar elecciones anticipadas en marzo a más tardar, aunque la oposición podría presionar para acelerar este calendario.

Por otro lado, la Unión Europea lleva meses preparándose para un posible regreso de Donald Trump a la Casa Blanca en 2025. No es ningún secreto que la mayoría de los políticos europeos habría preferido que ganara la candidata demócrata, Kamala Harris, aunque solo fuera por la continuidad que habría representado.

Momento decisivo en la historia europea

Estos días se han reunido en Budapest 50 líderes en el marco de la Comunidad Política Europea. Algunas de las más poderosas voces políticas proyectaron una imagen de calma y reflexión.

"Este es un momento decisivo en la historia para nosotros, los europeos", dijo el presidente francés, Emmanuel Macron, quien ha defendido durante mucho tiempo que la UE debe profundizar en su integración para poder ser más independiente en el escenario mundial.

"¿Queremos leer la historia escrita por otros: las guerras lanzadas por Vladimir Putin, las elecciones estadounidenses, las opciones tecnológicas o comerciales de China?", preguntó Macron. "¿O queremos escribir nuestra propia historia? Creo que tenemos la fuerza para escribirla".

Por su parte, la presidenta de la Comisión Europea, la alemana Ursula von der Leyen, se hizo eco de las palabras de Macron. "El futuro de Europa está en nuestras manos... Hemos demostrado que Europa puede asumir su responsabilidad permaneciendo unida", señaló.

Al conocer la noticia desde Berlín, el jefe de la OTAN, Mark Rutte, restó importancia a las preocupaciones por la ruptura de la coalición de gobierno alemana. "Estoy seguro de que, en materia de defensa, en materia de política exterior, Alemania podrá cumplir con sus obligaciones", dijo Rutte. "No estoy preocupado por eso". Olaf Scholz no estuvo presente al inicio de las conversaciones, ocupado con la crisis política interna.

Berlín y París, en apuros

París y Berlín suelen considerarse el eje clave del poder en la Unión Europea. Ambos Gobiernos utilizan su influencia combinada para conducir a través de las crisis al club de los 27. Macron está debilitado en Francia, donde su partido Renacimiento es ahora socio menor en un Gobierno de coalición junto con el partido conservador Los Republicanos.

Según Jana Puglierin, del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, Alemania podría tener que esperar hasta junio para tener un nuevo gobierno plenamente operativo. "Alemania no podrá desempeñar un papel de liderazgo a nivel europeo", escribe la analista en unas declaraciones compartidas con DW.

Clima, Ucrania, seguridad, comercio: un duro camino por recorrer

El primer mandato de Trump fue un momento difícil para la relación transatlántica. Estuvo marcado por una creciente guerra comercial y los aranceles del 'ojo por ojo'. Además, Washington criticó a otros miembros de la OTAN por lo que consideraba un gasto escaso gasto en defensa.

Una vez en el cargo, Trump ha prometido "poner fin" inmediatamente al conflicto en Ucrania, presionando a Kiev para que entable negociaciones con el presidente ruso, Vladimir Putin. El apoyo armamentístico de Washington ha sido vital para las fuerzas ucranianas. En el caso de que ahora, con Trump, ese panorama se reduzca, la UE se verá sometida a una enorme presión para redoblar sus esfuerzos.

El regreso del republicano a la Casa Blanca también plantea retos para los compromisos europeos en materia de cambio climático, justo cuando la voluntad política flaquea en muchos países. Trump ha prometido perforar en busca de petróleo y recortar la normativa climática implantada por Joe Biden. En Europa, los detractores de las iniciativas más ambiciosas de la UE se sentirán, probablemente, reforzados por el segundo mandato de Trump.

¿Impulso para la extrema derecha?

Aun así, su regreso no es mal recibido por todos los políticos europeos. El anfitrión de la Comunidad Política Europea, el primer ministro húngaro, Viktor Orbán, es el aliado más cercano en la UE del próximo presidente estadounidense.

Fue uno de los primeros en felicitarlo por su victoria en las recientes elecciones, saludando el resultado en redes sociales como "la mayor remontada de la historia de Estados Unidos" y una "victoria muy necesaria para el mundo".

Marta Lorimer, experta en la ultraderecha europea de la Universidad de Cardiff, dice a DW que otras figuras prominentes de la ultraderecha, como Giorgia Meloni o Marine Le Pen, se han unido a la campaña a favor de Trump. 

"Para la mayoría, prácticamente no cambia nada", dice Lorimer, aunque se alegren de ver que sus políticas antiinmigración son abrazadas en Estados Unidos.

(ms/cp)