Jornada que empezó con sorpresas. La primera, que Stuttgart se haya destapado con tres goles tan sólo en la primera mitad, como visitante en el estado AOL Arena de Hamburgo.

Y no es tanto que la escuadra de Pavel Pardo fuera magra en anotaciones (llevaba 45 en el torneo al empezar el partido), sino que Hamburgo mantenía una racha de siete partidos sin perder, bajo la batuta del holandés Huub Stevens. La tendencia parecía imparable, hasta que llegó Stuttgart y puso al Hamburgo a pensar de nuevo en evitar el descenso.

Nadie hubiera pensado por otra parte que Bayern Múnich, que en la semana se había enfrentado a dos grandes como Schalke y el AC Milán, se fuera en blanco en los primeros 45 minutos frente a un equipo por demás modesto como el Hannover 96. Por si esto fuera poco, los bávaros recibieron un gol a un minuto de la pausa intermedia, y se fueron a los vestidores en situación desafortunada.

También fue una sorpresa que durante el partido entre Wolfsburg y Mainz, el argentino Diego Klimovicz hiciera el gol con el que acabó una sequía de casi 600 minutos sin anotación.

De los vestidores a la normalidad

Pero las cosas se fueron recomponiendo en la segunda mitad de los encuentros. Bayern empató con gol del argentino Demichelis. Schweinsteiger concretó la voltereta, dándole la ventaja definitiva a los bávaros.

En Gelsenkirchen, Gerald Asamoah, en su segunda aparición luego de una larga ausencia, anotó para dar la delantera a Schalke sobre Borussia Mönchengladbach. En el minuto 71, Kevin Kuryani también superó la maldición, y anotó su primer gol en muchas semanas, para llegar a doce en la campaña. Se ponía 2 a cero el marcador, a favor de Schalke.

Dortmund le metió cuatro pepinos al Alemannia Aachen, que apenas logró el de la honrilla. Fue una importante victoria, que permite respirar al técnico Thomas Doll y aprovechar al máximo la derrota de Hamburgo frente a Stuttgart (que finalmente fue de 2-4).

Así, el que ahora está metido de lleno en el descenso es el Mainz, que hasta hace tres semanas era el equipo sensación de la segunda mitad del torneo. Y en cuanto al peor en la misma fase, éste es sin duda el Hertha Berlin, que apenas pudo empatar a uno con el Bielefeld.

El balance

Con los resultados sabatinos, Schalke se afianza y no deja ganar terreno a Stuttgart. La presión, acentuada por la victoria del Bayern, es para Werder Bremen, que se enfrentará en encuentro dominical al FC Nürnberg, sexto de la tabla. Si gana, Bremen rebasa a Stuttgart y se pone de sublíder. Si pierde, queda a tiro de piedra del Bayern.

El otro resultado relevante es la derrota de Frankfurt, que lo coloca apenas a un punto de Bielefeld. Takahara no logró anotar y se quedó en 10. Cottbus, que hasta hace poco temía descender, gracias a esta victoria se coloca en el sitio ocho de la tabla. Al parecer, ya la libró.

Dos goleadores tratarán de incrementar su cuota: el líder Theofanis Gekas, de Bochum se enfrentará a Leverkusen y su portero estrella, Rene Adler. Miro Klose, si las lesiones se lo permiten, hará todo para salir de la mala racha en la que se encuentra. Todo el equipo de Bremen, de hecho, regresó convertido en un auténtico hospital luego de jugar contra los holandeses del AZ Allkmaar.

Para Bochum, el partido en Leverkusen es de vida o muerte. Si gana metería a Bielefeld y Frankfurt dentro de los tres últimos. Pero no será fácil porque los "aspirinos" vienen dolidos luego de perder frente al Osasuna en la Copa UEFA.

Se ha jugado ya la mayoría de los encuentros de la jornada 28 de la Bundesliga. Pero los encuentros del domingo pueden traer muchos cambios tanto en la tabla como en el liderato de goleo.