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Gay Games: una cita deportiva tolerante

2 de agosto de 2010

Que los gays y las lesbianas son normales quiere demostrar la cita deportiva Gay Games, su espíritu es la tolerancia. La presente edición, en Colonia, es patrocinada por el ministro alemán de Exteriores.

Cartel de los juegos ''Gay Games'' en Colonia.

“Hasta que nadie deba sentir miedo de ser abiertamente gay o lesbiana, bisexual o transexual en cualquier parte del mundo, seguiremos luchando”, dijo el ministro alemán de Relaciones Exteriores, Guido Westerwelle, al inaugurar los octavos Gay Games en Colonia, un evento deportivo dedicado a la comunidad homosexual internacional.

Westerwelle, el primer ministro abiertamente homosexual en la historia de la República Federal de Alemania, es el anfitrión de estos juegos, cuyo lema lema es "Be part of it!". Diez mil atletas han acudido a la cita; unos 15.000 espectadores asistieron al desfile inaugural. "No pedimos privilegios, pedimos respeto", recalcó Westerwelle.

El ministro alemán de Exteriores, Guido Westerwelle, y su pareja, Michael Mronz en la inauguración de los juegos.Imagen: DW/Nelioubin

El evento deportivo Gay Games es considerado una gran demostración por los derechos de gays y lesbianas; no obstante, en las 35 disciplinas de las competencias pueden participar también heterosexuales. Comparsas, conciertos y trajes luminosos están pensados para llamar la atención del público en general hacia las reivindicaciones gays. Según los organizadores, los deportistas son los llamados a alzar más fuerte la voz.

"Necesitamos estos juegos para demostrar que no sólo podemos ser maquilladores", dijo el basquetbolista británico John Amaechi, ex estrella de NBA, la Liga Nacional de Baloncesto de Estados Unidos. Amaechi, de 39 años, recordó que tuvo que esperar a finalizar su carrera para declarar abiertamente su homosexualidad. "Mientras haya profesores de deporte que te digan: 'pareces una niña', no habrá igualdad en el deporte", declaró.

“El deporte conlleva a contacto corporal; quien salga del armario siempre corre el peligro de que sus compañeros reaccionen con temor”, dice la investigadora Claudia Combrink, del Instituto para Sociología de la Universidad de Colonia; en ello, el nivel del rendimiento, profesional o amateur, tiene poca influencia. Por eso, en las 35 disciplinas de los Gay Games no son los récords lo más importante; se trata sólo de una oportunidad para que las personas se midan y se comparen con otras independientemente de su orientación sexual, su renfimiento o su edad. El espíritu de la convocatoria es la tolerancia.

Primer encuentro sin luz ni agua

En el estadio Rheinenergie de Colonia, una de las sedes de las competiciones.Imagen: DW/Weitz

Para poner de manifiesto que los hombres y mujeres homosexuales son tan normales como todo el resto se convocaron en San Francisco hace 30 años por primera vez los Gay Games. Acudieron 13.000 deportistas de doce países. Tom Waddell –gimnasta y médico estadounidense que ganó el decatlón para su país en los juegos olímpicos de 1968- los fundó en 1982.

“En un estadio que no había sido usado en 50 años. No había luz, no había agua, no había corriente eléctrica. Los asientos también estaban dañados. Pero tuvimos un montón de ayudantes voluntarios; entre ellos estrellas como Tina Turner. ¡Y la gente vino! ¡No teníamos suficientes sitios!”, cuenta Paul Mart, cofundador de los juegos y presente en la cita colonesa. Mart trabajaba en ese entonces con Waddell en una empresa cinematográfica. Los Gay Games fueron un éxito inesperado; ocho años más tarde se celebraban por primera vez fuera de los Estados Unidos, en Vancouver. En 1998 se tuvieron lugar en Ámsterdam y en esa ocasión participaron 15.000 deportistas.

Un destacado patrocinador

“Hay lugares en Alemania donde los homosexuales no son tan tolerados como en Colonia, donde tienen que luchar contra la discriminación y el mobbing en el trabajo”, informa la directora de los juegos 2010, Annette Wachter. “Para eso están estos juegos, para mostrar que estamos presentes, que somos muy normales. No sólo como los tipos que se ven en el desfile del Christopher Street Day, sino muy normales”, recalca.

El vicecanciller alemán– que declaró oficialmente su homosexualidad en 2001- aprovechó la oportunidad para señalar que hay en este momento 70 países en el mundo en los que se persigue a los gays y siete en donde se los castiga con la pena de muerte. Y aunque Alemania podría ser mejor, según Westerwelle éste es “un país increíblemente tolerante, donde incluso cargos políticos destacados pueden ser ejercidos por homosexuales”.

Autora: Mirra Banchón
Editora: Luna Bolívar Manaut

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