La guerra civil de Siria llegó al Líbano. Así interpretan los expertos la explosión ocurrida la tarde de este jueves (15.08.2013) en el sur de Beirut, un sector controlado por la milicia Hizbollah, que dejó al menos 20 muertos y más de 100 heridos, además de decenas de personas atrapadas en los edificios afectados por el ataque.

El atentado fue reivindicado por un grupo islamista suní llamado Brigadas de Aisha, desconocido hasta el momento, cuyos integrantes dijeron que su objetivo es atacar a los milicianos que combaten junto a las tropas de Bashar al Assad a los rebeldes en Siria. “Es la segunda vez que decidimos el lugar de la batalla y su momento. Verán más, con la voluntad de Dios”, dijo un hombre enmascarado en un video dirigido al líder de Hizbollah.

Residentes de la zona sur de Beirut dijeron a la agencia Reuters que los hombres de Hizbollah estaban en alerta máxima. Las medidas de seguridad se habían redoblado ante la advertencia de que habría nuevos atentados. “Enviamos un mensaje a nuestros hermanos en Líbano, les pedimos que se mantengan lejos de las colonias iraníes (barrios de Hizbollah), porque vuestra sangre es preciosa para nosotros”, dice el hombre enmascarado en el video.

Sospechan de Israel

La intervención del grupo chií Hizbollah en la guerra civil siria ha enardecido a los rebeldes suníes y elevado aún más las tensiones sectarias en la región, aunque algunos políticos sospechan de la intervención de Israel en el atentado. El ministro del Interior libanés Marwan Charbel dijo que “la explosión fue cuidadosamente preparada y una de las teorías es que sea la venganza de Israel por la operación libanesa”. Se refiere a un ataque que hirió a cuatro soldados israelíes, el miércoles 14 de agosto.

“No sé lo que pasó. Fue como si hubiéramos sufrido un terremoto", dijo a Reuters un hombre joven que estaba en el lugar y quien sangraba por una herida en la zona abdominal. Varios testigos aseguraron que el ataque fue consecuencia de la explosión de un coche bomba, lo que posteriormente fue confirmado por el Ejército libanés, donde se explicó que el vehículo estaba cargado con 60 kilos de material explosivo.

Muchos autos resultaron dañados por la explosión, que generó una gran columna de humo negro que se elevaba por encima de la zona densamente poblada. Las fachadas de varios edificios residenciales fueron dañadas. También se veían cuerpos chamuscados dentro de coches alcanzados por la explosión. Es la segunda vez que estalla un coche bomba en Beirut en un mes. El ataque anterior dejó 50 muertos.

DZC (Reuters, dpa, AP)