Gilberto Gil recorre Alemania como misionero del forró
1 de agosto de 2010Él se dice "aprendiz de forrozeiro". El cantor y compositor Gilberto Gil, de 68 años, se encuentra de gira por cinco ciudades de Alemania. Además irá a otros países europeos para difundir su álbum Fé na Festa. Éste tiene como elemento principal el forró, género que, al contrario de la samba, pocos conocen fuera de Brasil.
Gil retorna a sus raíces. Los ritmos del forró, típicos del noreste de Brasil, fueron parte de su infancia en el interior de Bahía y siempre estuvieron presentes en su multifacética obra musical. En su actual recorrido por Europa, una de las mayores estrellas de la música brasileña, con 52 álbumes lanzados, se presenta como un "mero divulgador del forró."
En el espectáculo, él hace que el público europeo dance al ritmo del baião, el xote y el xaxao, explicando siempre el significado de cada estilo musical y contando un poco acerca de las festividades tradicionales del interior brasileño.
En entrevista con Deutsche Welle, concedida poco antes de subir al escenario en Berlín, el artista cuenta cuál es su relación con el público de Alemania donde, después de dos años de haber dejado el cargo, aún es recordado como ministro de Cultura de su país. También considera que algunos elementos europeos podrían hacer que el forró sea más conocido en el Viejo Continente.
Deutsche Welle: ¿Cómo ha sido su experiencia en Europa haciendo un espectáculo exclusivamente a base de forró? ¿Cuál es la relación de Alemania y Europa con este estilo musical?
Gilberto Gil: Es buena. En Europa no se conoce mucho de este género brasileño. Han llegado fragmentos que estuvieron siempre presentes en la llamada Música Popular Brasileña (MPB), la música de tantos artistas que alcanzaron algún éxito en Europa. Pero los especialistas de forró o forrozeiros, los artistas del noreste, nunca vinieron a trabajar a Europa. No es un género como la samba carioca o el bossa nova, que lograron establecerse aquí.
Yo soy aprendiz de forrozeiro. Desde pequeño me gustó el forró. Siempre separé cierto espacio de mi trabajo para dedicarlo exclusivamente a eso. Hice algunos discos relacionados con el forró, pero ahora decidí convertirme en un divulgador de este género fuera de Brasil, especialmente en Europa.
Una de las razones es que este género tiene muchos elementos europeos fácilmente identificables: tiroleses, célticos, escoceses e irlandeses. El público europeo, en cierto modo, guarda elementos de su tradición y su pasado rural. Por ello es que puede identificarse rápidamente con estos elementos del forró.
¿Cuál es la importancia del forró en su vida?
Es la música de mi infancia, la que primero dejó residuos muy fuertes en mi alma. Al mismo tiempo ha evolucionado. Podría haberse quedado como un mero recuerdo o estancado en el tiempo. No es así. El forró permaneció fuerte en el norte del país. Incluso se desbordó, influenciando a artistas como Alceu Valenca, Elba Ramalho, José Ramalho, Lenine e incluso a los mismos Caetano Veloso y Carlinhos Brown. Es una música que ha perdurado con fuerza en la vida cultural y musical brasileña. Yo, como Luiz Gonzaga, el rey del baião, continúo aprendiendo. Soy ante todo un artista de forró. Luego viene todo lo demás.
¿Cuál ha sido la reacción del público europeo? ¿No le piden que toque sus sambas, por ejemplo?
A veces eso sucede. Primero, porque hay gente que no ha sido informada suficientemente acerca del contenido del repertorio en esta gira. Luego, porque las personas también sienten nostalgia. Es natural que quieran escuchar canciones conocidas. Pero el forró ha sido bien aceptado.
Su gira incluye cinco ciudades alemanas. ¿Cuál es su relación con Alemania?
Me he presentado aquí en por lo menos 17 de los últimos 20 años. Alemania se ha convertido en uno de los grandes centros de consumo de música brasileña. Hay un creciente interés de la prensa alemana en relación a la música de Brasil y a la cultura brasileña en general.
También han ayudado algunas cuestiones sociales. Alemania y otros países europeos se preocupan por la situación de los niños de la calle, de la criminalidad juvenil en Brasil y de todas esas cosas.
Así fue como se interesaron también porla cultura brasileña y por la cultura popular. Por ejemplo, la samba de Rio de Janeiro, las manifestaciones musicales de Bahía, de Pernambuco, se tornaron atractivas para una intelligentsia europea, para los medios y para el público europeo.
¿En Alemania es posible percibir además cierta curiosidad por "el señor que fue ministro del Gobierno de Lula"?
Sí, hasta hoy sucede, pese a que llevo ya dos años fuera del ministerio y que el Gobierno de Lula llega a su fin. Pienso que el Gobierno de Lula marcó positivamente una época en la historia de Brasil hacia el resto del mundo. Ayudó a desarrollar respeto por el país en el exterior, por tratarse de un obrero y porque además diseñó su Gobierno en función de temas sociales importantes. El hecho de que yo estuve ligado a su Gobierno acaba siendo también un tema para el periodismo europeo, y para el público.
Autor: Marcio Damasceno
Editora: Lydia Aranda