1. Ir al contenido
  2. Ir al menú principal
  3. Ir a más sitios de DW

Giro a la derecha en Bélgica

Eva Usi11 de junio de 2007

El primer ministro de Flandes, Yves Leterme, tiene ambiciosos planes y tal vez el poder para imponerlos, tras el triunfo electoral que convirtió a su partido en la mayor fuerza de Bélgica.

Yves Leterme, líder de los democristianos flamencos, celebra la victoria.Imagen: ap

Los democristianos flamencos del CD&V, que concurrieron a las elecciones legislativas con los regionalistas moderados francófono del N-VA, recibieron el voto mayoritario de los belgas, convirtiéndose en la mayor fuerza política del país después de ocho años en la oposición.

Guy Verhofstadt, bromea en el momento que deposita su voto.Imagen: AP

"Los ciudadanos han dejado en claro que quieren un cambio y otra política", dijo el líder democristiano Yves Leterme. En todo caso comienza un difícil proceso de negociación. La coalición gobernante desde 2003, conformada por liberales flamencos y francófonos y socialistas del norte y del sur, encabezada por el liberal Guy Verhofstadt, sufrió una considerable pérdida de votos, tras una serie de escándalos de corrupción y promesas inclumplidas. "Asumo personalmente la responsabilidad por el resultado", dijo Verhofstadt, al tiempo que renunció al cargo de primer ministro.

Los conservadores liderados por Leterme obtuvieron 30 de los 150 escaños en el parlamento. Su formación hermana, los francófilos moderados del N-VA, cosecharon otros 10 lugares, mientras que los liberales de Verhofstadt perdieron 7 escaños quedándose con 18 diputados. Los liberales seguidores del ministro de finanzas Didier Reynders obtuvieron 23 escaños mientras que los socialistas del norte y el sur obtuvieron 34 asientos. Los verdes conquistaron 12 mandatos.

Trayectoria política

Elio Di Rupo, izquierda, presidente del partido socialista francófono, deposita su voto.Imagen: AP

La trayectoria de Yves Laterme, que podría conducirlo al frente de una nueva coalición en Bélgica, ha sido relativamente corta. Padre de tres hijos, comenzó su carrera política en Flandes, en 1999, con su ingreso al parlamento en las filas democristianas. Entonces la formación conservadora tuvo que ocupar, por primera vez en 40 años, las bancas de la oposición tras el triunfo del liberal Guy Verhofstadt. Tras una nueva derrota en las elecciones del 2003, Laterme asumió el liderazgo del partido, alcanzando, tan sólo un año después, el triunfo en las elecciones regionales de Flandes.

Desde entonces Laterme encabeza el gobierno de una de las regiones económicamente más fuertes de Bélgica. Ahora el político propone una reforma profunda del Estado y que las tres entidades federadas, Flandes, Bruselas y Valonia, asuman mayores competencias, reduciendo el papel del reino a funciones casi representativas.

Seguro el perdedor, no así el ganador

El político de 46 años, a quien gusta andar en bicicleta y atesora la cerveza regional, propone abiertamente una independencia de Flandes, una región en donde el ultraderechista Vlaams Belang, que proclama abiertamente consignas anti-extranjeros, se ha convertido en la segunda fuerza política.

Así las cosas, no se sabe con precisión qué clase de coalición emerja tras las negociaciones, pues la división cultural y lingüística belga se refleja en el panorama político y da continuidad a la fragmentación política e institucional del país. Yves Laterme condicionó su participación en el gobierno a una mayor autonomía económica y fiscal para Flandes, con lo que podría arriesgarse a un rechazo de la élite política en Valonia.

La región valona, al sur de Bélgica, cuya lengua oficial es el francés (y el alemán es co-oficial en su frontera oriental), prefiere seguir disfrutando de un generoso apoyo de la federación para combatir el desempleo. Eso es parte del rompecabezas que Laterme habrá de resolver.

Ir a la siguiente sección Descubra más
Ir a la siguiente sección Tema del día DW

Tema del día DW

Ir a la siguiente sección Más de DW