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Especial: economía circular

30 de noviembre de 2021

Textiles, plásticos, residuos electrónicos: el mundo se ahoga en basura. Tenemos que producir menos y reutilizar lo que ya tenemos durante el mayor tiempo posible. Eso es lo que pretende la economía circular.

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En la naturaleza no hay residuos, todo el material existente se reutiliza, se crean cosas nuevas a partir de las viejas: un ciclo permanente. En nuestro sistema económico lineal, se producen nuevos productos a partir de materias primas, pero al final del ciclo hay un problema enorme: la montaña global de residuos. Y no solo por su tamaño sino también por su toxicidad, que daña el clima y el medio ambiente.

El concepto de economía circular toma como modelo la naturaleza: todo el material utilizado debe recuperarse. Aunque ni siquiera el diez por ciento de la economía mundial funciona según este principio, el concepto de economía circular gana cada vez más adeptos y personas que lo aplican, más aún teniendo en cuenta el telón de fondo de la crisis climática.

Imagen: picture-alliance/dpa/H. Schmidt

Economía circular: ¿salvar el mundo con un nuevo sistema?

Pasar a una “economía circular” es crucial para la protección climática y la sostenibilidad, según los expertos. Pero ¿qué significa realmente esto y puede funcionar a gran escala?

Economía circular y alimentación

La agricultura también libera muchos gases de efecto invernadero: un tercio de todos los emitidos en el mundo. El estiércol de la ganadería y los fertilizantes contaminan el suelo, mientras que los monocultivos y pesticidas provocan la extinción de especies. Sin embargo, precisamente en la producción de alimentos se pueden implementar los ciclos naturales.

 Economía circular y plásticos

Desde 1950 se han botado casi cinco mil millones de toneladas de plástico. Enormes remolinos de residuos plásticos flotan en nuestros océanos. El plástico puro es fácil de reciclar, pero no todo el plástico es de este tipo. Por eso se buscan en todo el mundo alternativas que contaminen menos nuestro entorno.

Economía circular y textiles

En todo el mundo, cada año 90 millones de toneladas de ropa acaban en la basura, gran parte de ella sin apenas haber sido usada. Asimismo, la industria textil mundial es responsable de alrededor del diez por ciento de todos los gases de efecto invernadero. Comprar menos, llevarlo más tiempo: todos podemos hacerlo. Las empresas también están pensando en cómo mantener la ropa en el ciclo durante más tiempo.

Economía circular y electrónica

Todos utilizamos ordenadores, frigoríficos o teléfonos inteligentes. Pero cuando nos deshacemos de ellos, las valiosas materias primas que contienen rara vez se reutilizan. La tasa de reciclaje de los residuos electrónicos es solo del 20 por ciento en todo el mundo. Ya es hora de buscar formas de mejorar el "reciclaje electrónico”.

(ar/ers)

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