El Ejército de Afganistán expulsó hoy (01.10.2015) a los talibanes del centro de Kunduz con ayuda de las tropas extranjeras, tres días después de que los islamistas tomaran la estratégica ciudad del norte del país, informó el gobierno local.

“Hemos recuperado la ciudad de Kunduz", dijo a la agencia alemana dpa Hamdullah Daneshi, gobernador en funciones de la provincia homónima. “En algunas zonas de la ciudad siguen registrándose disparos, porque algunos talibanes se escondieron en viviendas de civiles”, señaló.

Los insurgentes confirmaron su retirada y anunciaron una nueva ofensiva. Daneshi dijo que entre 600 y 700 efectivos de la seguridad afgana participaron en la contraofensiva para recuperar la ciudad. En la operación terrestre participaron también tropas extranjeras que recibieron apoyo aéreo. Un total de 136 talibanes murieron durante la operación, entre ellos afganos y también paquistaníes, árabes y chechenos. Otros 60 resultaron heridos.

El presidente afgano, Ashraf Ghani, dijo que las fuerzas de seguridad no registraron bajas, al tiempo que alabó “la valentía” del Ejército y la policía. “Tenemos la esperanza de que se disipen las dudas sobre la capacidad de nuestras fuerzas de seguridad”.

Talibanes anuncian retirada

Por su parte, el portavoz talibán Zabiulá Muyahid confirmó una retirada táctica de la ciudad, la primera que los insurgentes tomaron desde la caída de su régimen en 2001. “Nos retiramos la noche pasada porque las tropas extranjeras participaron en los combates”.

Sin embargo, los talibanes volverán a atacar e intentarán llegar hasta el aeropuerto en las afueras de la ciudad, que en esta ofensiva había quedado en manos de las tropas del gobierno.

Un habitante de Kunduz llamado Shurkorllah señaló que la bandera de los talibán había sido retirada del centro de la ciudad, donde volvió a izarse la nacional y dijo que en las calles hay muchos cadáveres.

Presidente anuncia investigación

Por otro lado, el presidente Gani anunció tres comisiones especiales para investigar lo ocurrido. En rueda de prensa en Kabul, explicó que una comisión de seguridad se encargará de prevenir que vuelvan a entrar insurgentes en Kunduz, de gestionar la situación y de supervisar la operación contra los talibanes en el conjunto de la provincia del mismo nombre.

Otro comité estudiará el número de víctimas producido desde la toma de la ciudad y gestionará el retorno de desplazados, ya que Naciones Unidas estima que unas 6.000 personas abandonaron Kunduz tras la entrada de los atacantes.

La tercera comisión analizará por qué se produjo la caída de la capital provincial, el mayor logro militar de los insurgentes desde el fin del régimen talibán en 2001 con la invasión estadounidense en Afganistán.

"Es necesario investigar el asunto de Kunduz con paciencia", declaró el dirigente afgano, que anunció castigo para quien sea encontrado responsable de negligencia en sus funciones.

JC (EFE, dpa)