Berlín: "Bastante probable" que Navalny fue envenenado
24 de agosto de 2020
Mientras que Berlín no descarta un ataque con veneno contra Alexéi Navalny, los médicos rusos del hospital donde estuvo ingresado el opositor aseguraron que no sufrieron "ninguna presión" exterior o injerencia oficial.
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El gobierno alemán considera "bastante probable" que el opositor ruso Alexéi Navalny, hospitalizado en estado de coma en Berlín, haya sido víctima de un envenenamiento, dijo este lunes (24.08.2020) su portavoz, Steffen Seibert.
En declaraciones a la prensa, Seibert justificó la protección policial ofrecida a Navalny en el hospital capitalino y afirmó que el gobierno alemán "toma muy en serio la sospecha" de que alguien envenenó al político ruso.
"No hubo invitación formal (del gobierno alemán) pero, por razones humanitarias, Navalny pudo entrar en el país por pedido de su familia", agregó.
Navalny, un abogado de 44 años que se ha convertido en el principal opositor del Kremlin y cuyas publicaciones sobre la corrupción de las élites rusas son muy seguidas en las redes sociales, fue hospitalizado el jueves pasado en Omsk, en coma, después de sentirse muy mal a bordo de un avión.
El sábado fue trasladado a Berlín, donde se encuentra ingresado en el hospital de la Charité, uno de los más prestigiosos de Europa.
Médicos rusos rechazan "presiones"
Por su parte, los médicos rusos del hospital de Omsk, en Siberia, donde estuvo ingresado Alexéi Navalny antes de ser trasladado a Alemania, aseguraron este lunes que no sufrieron "ninguna presión" exterior o injerencia oficial.
"No nos pusimos de acuerdo sobre el diagnóstico con nadie. Nadie del exterior ejerció ninguna presión contra nosotros, ni de la parte de médicos ni de otras fuerzas", declaró Alexander Murajovski, médico en jefe del hospital de Omsk, en una rueda de prensa virtual. "Mediante grandes esfuerzos, le salvamos la vida", afirmó.
El rechazo inicial de trasladar al extranjero a Navalny, principal líder opositor, fue denunciado por su entorno como una "decisión política" que "amenazaba la vida" del activista.
¿Ganar tiempo para que sustancia tóxica no pueda ser detectada?
Su esposa, Yulia Navalnaya, dijo que "no confiaba" en ese hospital. Según ella, al principio le impidieron hablar con su marido, y luego no pudo comunicarse con los médicos alemanes que se habían desplazado hasta Siberia.
Su entorno asegura que Navalny fue "envenenado", y, con el retraso de la autorización de su traslado, se ganó tiempo para que la posible sustancia tóxica se disolviera y no pudiera ser detectada.
Anatoli Kalinishenko, otro responsable del hospital de Omsk, indicó que, según dos laboratorios, en Omsk y Moscú, "ninguna sustancia que puede ser considerada como veneno (...) fue identificada" en el organismo de Navalny.
VT (afp, reuters)
Vladimir Putin: el camino hacia el poder
En 2018, Vladimir Putin fue reelecto por tercera vez como presidente. Aquí repasamos el meteórico ascenso de un sencillo agente del servicio secreto KGB a político imparable.
Imagen: Getty Images/AFP/Y. Kadobnov
Un cadete de la KGB
Putin nació en San Petersburgo en 1952. Tras finalizar sus estudios de Derecho, se unió al servicio de inteligencia soviético KGB en 1975. Su primera tarea consistió en observar ciudadanos extranjeros y empleados de consulados en su ciudad natal. Después fue enviado a Dresde, en el este de Alemania. Tras la caída del Muro De Berlín, Putin quemó cientos de documentos de la KGB.
A la izquierda, se puede ver al joven Putin junto al exalcalde de San Petersburgo Anatoly Sobchak. Éste había sido profesor de Putin, asesorándolo en materia de política internacional. Pese a un escándalo de corrupción al comienzo de su carrera política, su amistad con Sobchak evitó que perdiera su puesto.
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Un ascenso meteórico
Putin pronto cambió San Petersburgo por la capital política, Moscú. En 1997, el presidente Boris Yeltsin le dio un puesto de nivel medio en su gobierno, un cargo que Putin supo aprovechar para entablar importantes amistades políticas, que le servirían en el futuro.
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La muerte de un amigo
La muerte de Anatoly Sobchak, en el año 2000, afectó profundamente a Putin. Su antiguo mentor fue uno de los primeros políticos que propusieron a Putin como presidente. Un año antes, había usado sus conexiones políticas para que se desestimaran las acusaciones por corrupción contra Sobchak.
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Presidente interino
En junio del año 2000, Boris Yeltsin dimitió, dejando a su primer ministro como jefe interino. En el marco de la campaña presidencial, resurgieron las acusaciones de corrupción en contra de Putin de cuando trabajaba en el gobierno de San Petersburgo. Marina Salye, la abogada que sacó a la luz el tema, fue obligada a abandonar la ciudad.
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Tándem "democrático"
Puesto que la Constitución prohibía una segunda reelección consecutiva de Putin en 2008, su primer ministro Dimitri Medvedev se presentó a las elecciones. Cuando éste asumió la presidencia nombró a Putin como su primer ministro. Esta maniobra fue fuertemente criticada como antidemocrática y, en Moscú, muchos consideraban a Medvedev un títere de Putin.
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Victoria electoral
En marzo de 2018, Vladimir Putin fue reelegido por tercera vez como presidente. Puesto que el mandato presidencial se ha extendido, Putin gobernará los próximos seis años. Los comicios estuvieron marcados por una oposición debilitada y acusaciones de fraude.