El ministro alemán de Economía, Rainer Brüderle, resolvió no conceder a la vapuleada automotriz alemana Opel las ayudas crediticias estatales solicitadas por su matriz estadounidense, General Motors (GM).

El ministro liberal señaló en Berlín que se trató de una decisión "muy difícil" al estar en juego miles de puestos de trabajo, pero recalcó que como responsable de la cartera de Economía en el gobierno alemán, su misión era "proteger la economía social de mercado" y la libre competencia.

Sin embargo, la canciller Angela Merkel puede intentar ahora buscar otros fondos y ya anunció esta tarde que "aún no se ha dicho la última palabra". De hecho, según se anunció en Berlín, la líder democristiana se reunirá el jueves en Berlín con los representantes de los cuatro estados federados con plantas de Opel con el fin de encontrar alternativas.

Con o sin ayuda estatal, los planes de GM prevén la eliminación de 8.000 de los 48.000 empleos que tiene Opel en toda Europa. De ellos, 4.000 en Alemania. Opel, que tiene una plantilla de casi 50.000 personas en sus plantas europeas, pretendía recibir garantías crediticias públicas de 1.100 millones de euros (1.300 millones de dólares), la mitad del Estado alemán y la otra mitad de los cuatro estados federados. (dpa)