Chile: proponen que fiesteros furtivos cuiden a los enfermos
19 de enero de 2021
Desde el inicio de la pandemia se registraron 148 fiestas clandestinas, con más de 2.500 detenidos. Las autoridades chilenas buscan que los infractores de las medidas COVID-19 realicen trabajos comunitarios como castigo.
Imagen: picture-alliance/dpa/E. Wabitsch
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Durante este martes (19.01.2021), el ministro chileno del Interior, Rodrigo Delgado, en conjunto con la policía nacional (Carabineros), entregó un balance sobre las infracciones cometidas durante la pandemia del coronavirus en ese país.
Desde abril del año pasado, cuando comenzó la pandemia del nuevo coronavirus, las autoridades chilenas han descubierto 148 fiestas no autorizadas o ilegales, con al menos 2.541 personas detenidas en todo el país.
Dentro del informe dado a conocer por el ministerio del Interior, se destaca que, por lo general, quienes asisten a estas fiestas clandestinas y vulneran los códigos sanitarios impuestos para frenar los contagios son jóvenes entre 14 y 36 años.
El Gobierno chileno ve con preocupación la gran cantidad de fiesteros furtivos, por lo que están empezando a evaluar otras alternativas para sancionar a aquellos que no respetan las medidas sanitarias establecidas, entre ellas, el trabajo comunitario y cuidando a enfermos.
"La ley permite a la persona que, por ejemplo, sean condenada por participar, por ejemplo, en eventos como las fiestas clandestinas, que tengan penas alternativas, como por ejemplo hacer trabajo voluntario. Creo que hay que empezar a pensar en otro tipo de medidas para las personas que sienten cierto desprecio por su salud, pero lo más grave también por la salud de los demás", afirmó Delgado.
"Me da la impresión de que estamos en presencia de personas que no tienen conciencia del sufrimiento que genera esta enfermedad. Por lo tanto, si no van a contribuir a detener la enfermedad, que no contribuyan a extender la enfermedad. Y creo que esa conciencia hay que tomarla. Justamente que estas personas visualicen aquello", añadió el ministro del Interior.
Para que así "visualicen el sufrimiento que genera esta enfermedad, que puedan estar en contacto con familias que han perdido un ser querido o con familias que tienen a alguien complicado el punto de vista de salud", agregó.
Hace un par de semanas, unas fiestas clandestina organizadas por jóvenes adinerados en la exclusiva localidad de Cachagua (a 165 km de la capital, Santiago), que generaron un incremento significativo de los casos por coronavirus en esa zona, generó polémica en el país luego de que no hubiera ningún detenido, a diferencia de otros barrios más vulnerables del país.
Chile registra actualmente 673.750 casos de coronavirus, luego de que se sumaran 3,918 en las últimas 24 horas. En tanto, 70 personas murieron con o por el COVID-19 en el último día, elevando la cifra de fallecidos a 17.547.
JU (elmostrador.cl, 24horas.cl, cnnchile.com, interior.gob.cl, cooperativa.cl)
La lucha de los chilenos por recuperar la democracia
El 11 de marzo de 1990 Chile recuperó la democracia. Para que eso fuera posible, hubo largos años de lucha durante la dictadura de Augusto Pinochet, lucha que quedó plasmada en afiches políticos.
"No a la guerra civil"
Este afiche de mayo de 1973 formó parte de la campaña lanzada por el Partido Comunista para evitar un enfrentamiento que desangraría al país. El 10 de septiembre de 1973, en los críticos instantes previos al golpe que derrocó a Salvador Allende, el secretario general del Partido Socialista, Carlos Altamirano, declaró que "el golpe no se combate con diálogos, se aplasta con la fuerza del pueblo".
El movimiento de pobladores
El movimiento de pobladores era uno de los pilares del gobierno de Salvador Allende. Por ende, después del golpe de 1973, una gran parte de la represión militar se concentró en las zonas de menores ingresos, tanto de manera selectiva, con la muerte y desaparición de sus principales dirigentes, como de manera colectiva, con invasiones policiales, detenciones masivas, secuestros y destrucción.
Represión por parte del Estado
Durante la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), Chile vivió una represión brutal, que no se detuvo con la entrada en vigor de la Constitución de 1980 (el 11 de marzo de 1981). La nueva Carta Magna buscaba institucionalizar el régimen. De acuerdo a informes oficiales, la cifra de víctimas asciende a 31.686 personas, de las cuales 28.459 fueron víctimas de tortura.
Asociación de Fotógrafos Independientes
En pleno régimen militar surgió la Asociación de Fotógrafos Independientes (AFI), cuyo objetivo fue difundir el trabajo de los reporteros gráficos. La producción fotográfica de la AFI se convirtió en un testimonio de la lucha contra la dictadura, pero también para dejar registro de la represión militar y policial de aquella época. Algunos de sus miembros fueron asesinados por su trabajo.
"Vivos los llevaron, vivos los queremos"
El Estado Chileno reconoció que 3.227 personas fueron ejecutadas o desaparecidas durante la dictadura. Varias organizaciones civiles lucharon durante años reclamando la aparición de sus familiares. El slogan "Vivos se los llevaron, vivos los queremos" ha generado un gran impacto. Fue usado también en Argentina y, más recientemente, en las protestas tras la desaparición de los 43 de Ayotzinapa.
El 8 de Marzo en Valparaíso
Durante la dictadura, las marchas por el Día Internacional de la Mujer servían también para manifestarse en contra del régimen encabezado por Augusto Pinochet. Este afiche de 1984 convoca a reunirse en el Fortín Prat, Valparaíso, para luchar por los derechos de las mujeres y también exigir el retorno a la democracia.
Contra la pena de muerte en Chile
El Comité de Familiares de Víctimas de la Represión lanzó una campaña contra la pena de muerte en Chile. Este afiche data de 1984. La última vez que se aplicó este castigo en el país sudamericano fue en enero de 1985. La pena de muerte fue derogada durante el gobierno del presidente Ricardo Lagos, en 2001.
El paro de 1986
El paro nacional prolongado de 1986 fue la mayor y última jornada de protesta desde que comenzaron las movilizaciones masivas contra la dictadura, en 1983. Las llamadas "jornadas de protesta" eran manifestaciones callejeras en las avenidas céntricas, que comúnmente iban acompañadas por huelgas y paros en las empresas y escuelas durante el día, y barricadas por la noche.
¡Mi papá es comunista!
Este afiche de 1988 forma parte de una campaña para normalizar la imagen de los militantes del Partido Comunista, demonizado y prohibido constitucionalmente durante la dictadura. La dirigencia del partido fue perseguida por los organismos de seguridad, lo que obligó a los comunistas a sumergirse en la clandestinidad o salir del país.
Un afiche de la histórica campaña del "No"
En febrero de 1988 se fundó la Concertación de Partidos por el No. El objetivo era organizar la campaña por el "No" para el plebiscito del 5 de octubre de 1988, donde se decidiría si Augusto Pinochet seguía o no en el poder hasta 1998. Finalmente, el "No" ganó por amplia mayoría, abriendo así el espacio político a la transición a la democracia, después de 17 años de dictadura cívico-militar.
La lucha por la democracia no tiene fin
Tras el retorno de la democracia, muchos chilenos siguieron luchando por verdad y justicia para los desaparecidos y torturados durante la dictadura. La salida de Pinochet del poder no garantizaba juicio y castigo para los responsables de las violaciones a los DD.HH., por lo que numerosas organizaciones continuaron trabajando para lograr ese objetivo.