Tras las duras críticas de la jerarquía de la Iglesia Católica al gobierno socialista en España, la vicepresidenta primera del Ejecutivo, María Teresa Fernández de la Vega, advirtió hoy a los obispos que ni la sociedad ni el gobierno aceptarán o tolerarán "tutelas morales" de nadie.

En una comparecencia ante la comisión constitucional del Congreso de los Diputados, Fernández de la Vega, responsable en el Ejecutivo de las relaciones con la Iglesia, agregó que el gobierno tampoco está dispuesto "a retroceder a tiempos pretéritos en los que una única moral era impuesta a todos los españoles".

La "número dos" del gobierno español defendió, sin embargo, la cooperación del Ejecutivo con la Iglesia, al manifestar que ello no supone un menoscabo de la laicidad del Estado establecido por la Constitución.

En este sentido, expresó su respeto al derecho de "una parte" de la jerarquía eclesiástica a criticar al gobierno, como hicieron los obispos el pasado 30 de diciembre, en una concentración ante decenas de miles de personas en Madrid en defensa de la familia tradicional cristiana.