Gobierno francés critica apoyo al chaleco amarillo boxeador
8 de enero de 2019
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La ministra francesa de Transportes, Elisabeth Borne, criticó este martes (08.01.2019) las muestras de apoyo, incluso financiero, al antiguo boxeador profesional detenido desde el lunes por haber agredido a agentes antidisturbios en una manifestación de "chalecos amarillos" el pasado sábado en París.
"Un cierto número de nuestros ciudadanos ha perdido los papeles", señaló Borne en una entrevista a la emisora "France Info" al ser consultada por la campaña para recabar fondos en favor del exboxeador Christophe Dettinger desde que se supo el lunes que se había entregado a la Policía.
Hasta primera hora de hoy, más de 7.000 personas habían hecho donaciones por más de 120.000 euros en una petición en línea por Dettinger cuya vocación declarada es "apoyar a su familia y mostrarle la solidaridad del pueblo de los 'chalecos amarillos', del verdadero pueblo francés".
El video de este hombre, que fue campeón de Francia de Boxeo en 2007 y 2008, ha circulado con profusión en las televisiones y en las redes sociales desde que fue grabado el sábado por la tarde en la pasarela Léopold Sédar Senghor, que atraviesa el río Sena, cuando la manifestación de los "chalecos amarillos" degeneró en enfrentamientos con las fuerzas del orden.
En las imágenes se ve cómo Dettinger golpea repetidamente, con gestos de boxeador, a un gendarme en la cabeza y luego a otro en el suelo. Uno de ellos tendrá que estar de baja 15 días a causa de las heridas por la paliza recibida.
Antes de entregarse, Dettinger había puesto en línea un video en el que reconocía haber "reaccionado mal", pero también explicaba que su gesto respondió a cómo habían actuado los agentes. Insistió en "la represión" policial y en particular haberse sentido agredido por los gases lacrimógenos que recibieron él y su mujer.
La ministra de Transportes consideró "chocante que alguien al que todos hemos visto golpear a un policía en el suelo se justifique" e insistió en que si los agentes utilizaron gases lacrimógenos "a priori es porque había violencia".
El sábado pasado, el octavo consecutivo de protestas de los "chalecos amarillos", quedó marcado por los altercados en muchas ciudades, como París, Burdeos, Toulouse o Ruán. Eso llevó al primer ministro, Édouard Philippe, a presentar anoche un nuevo dispositivo para evitar los desbordamientos en manifestaciones.
Entre las medidas contempladas están el fichaje de los violentos para prohibirles su participación en manifestaciones o el endurecimiento de las sanciones contra los que participen en aquellas que no hayan sido comunicadas previamente. (EFE)
¿Por qué protestan los "chalecos amarillos" en Francia?
Las concesiones del presidente Emmanuel Macron no han logrado disipar las protestas, marcadas por la violencia. Acá revisamos una cronología de estas manifestaciones, que se han tomado las calles francesas.
Imagen: Reuters/G. Fuentes
Caída libre de Macron
Desde que fue elegido, en mayo de 2016, la popularidad de Emmanuel Macron no ha parado de caer, no solo por sus discutidas políticas financieras sino también por su actitud, que muchos consideran arrogante. Pero fue su propuesta de subir el impuesto a los combustibles, una medida ambientalista, la que desató los problemas. Un video que se volvió viral acusó a Macron de estar "cazando conductores".
Imagen: Reuters/C. Platiau
Protestas a nivel nacional
El malestar, aireado primero en redes sociales, pasó a las calles: más de 290.000 personas protestaron, el 17 de noviembre de 2018, usando los fosforescentes chalecos amarillos que los conductores galos deben tener en sus vehículos por ley. Al menos una persona murió y más de 150 fueron detenidas. Coordinados a través de redes sociales, los "chalecos amarillos" carecen de estructura y liderazgos.
Imagen: Reuters/E. Gaillard
Choques y destrucción
El Gobierno de Macron dijo que mantendría su curso, y las marchas continuaron. El 24 de noviembre, unas 100.000 personas protestaron en todo el país, de ellas, 8.000 en París, donde se desató la violencia. La Policía se enfrentó con manifestantes en los Campos Elíseos (foto) usando gases lacrimógenos y cañones de agua. Los daños a la propiedad fueron estimados en más de un millón de euros.
Imagen: Reuters/B. Tessier
Concesiones ante la presión
Los "chalecos amarillos" se convirtieron en un problema para Macron. Si bien al comienzo se negó a ceder, luego propuso ajustar la medida según el precio del petróleo. Los manifestantes no se mostraron satisfechos y volvieron a las calles el 1 de diciembre, desatando el caos. Macron convocó un comité de crisis y el 5 de diciembre, en medio de amenazas de más protestas, descartó el impuesto.
Imagen: Getty Images/AFP/B. Guay
París bloqueado
Macron, sin embargo, se negó a restituir el impuesto a la riqueza y rechazó otros pedidos de los manifestantes, que exigen su renuncia. Es difícil clasificar a los "chalecos amarillos", toda vez que tienen apoyo de extremistas de derecha e izquierda. El 8 de diciembre hubo protestas a nivel nacional. Vehículos blindados tomaron las calles de París cuando buena parte de la ciudad quedó bloqueada.
El 10 de diciembre, Macron respondió con un discurso televisado desde el Palacio del Elíseo. Más de 21 millones de personas vieron el tono conciliatorio que adoptó el mandatario, quien aceptó su parte de la responsabilidad en la crisis. Introdujo nuevas medidas, incluyendo un alza del salario mínimo, pago de horas extraordinarias libres de impuestos y exenciones fiscales a los jubilados.
Imagen: Reuters/L. Marin
Descontento en el vecindario
Mientras tanto, las protestas de los "chalecos amarillos" traspasaron las fronteras y llegaron a Bélgica, donde los manifestantes expresaron su malestar por los altos impuestos y los precios de los alimentos, así como los bajos salarios y pensiones. Agentes antidisturbios respondieron con cañones de agua, luego de que los manifestantes lanzaran piedras contra la oficina del primer ministro.
Imagen: Reuters/Y. Herman
Calma de fin de año
Las protestas siguieron hasta fines de diciembre en Francia, aunque la masividad disminuyó visiblemente. Eso no desalentó a los líderes oficiosos del movimiento, que usaron las redes sociales para llamar a continuar con las movilizaciones. En la víspera del Año Nuevo, varias celebraciones parisinas contaron con personas que, en ánimo festivo, se unieron a la fiesta con "chalecos amarillos".
Imagen: Reuters/C. Hartmann
Prometen seguir en 2019
Cualquier esperanza de que el cambio de año calmaría las aguas se disiparon cuando, el 5 de enero, una nueva ronda de protestas congregó a unas 50.000 personas, más que las últimas de 2018, aunque menos que en los inicios del movimiento. En París, algunos manifestantes se enfrentaron con la Policía, incendiaron vehículos y atacaron edificios gubernamentales. Macron condenó la violencia.
Imagen: Reuters/G. Fuentes
También puede haber protestas pacíficas
Vistiendo chalecos amarillos, varios cientos de mujeres marcharon por París este 6 de enero, en un esfuerzo por restaurar la imagen pacífica de las protestas. En un momento de la manifestación, las mujeres se pusieron de rodillas para recordar con un minuto de silencio a las diez personas muertas y a aquellos que han resultado heridos desde que comenzó el movimiento.