El Gobierno húngaro calificó este viernes (04.11.2016) de "calumnias” las acusaciones por parte de la ONG Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) sobre vulneración de derechos humanos y carencias democráticas en el país centroeuropeo. "Hungría rechaza las calumnias sin fundamento y políticamente motivadas de la Federación Internacional de Derechos Humanos”, afirmó un comunicado del ministerio de Exteriores.

La FIDH publicó un informe de 84 páginas, en el que, entre otros aspectos, critica una serie de medidas tomadas por el Ejecutivo conservador de Viktor Orban que han tenido "un impacto negativo en los derechos humanos y han afectado negativamente a la separación de poderes, un elemento esencial de la democracia”. El informe también denuncia que el Gobierno de Orban mantiene una campaña contra los refugiados y defiende que la Unión Europea (UE) imponga sanciones contra el país centroeuropeo.

El Ministerio de Exteriores recuerda que Orban ha sido elegido dos veces consecutivas por los ciudadanos y que el Gobierno "defiende la seguridad, intereses y derechos de los húngaros, también si eso no le gusta a organizaciones internacionales que se autodenominan defensoras de los derechos humanos”. En relación con los refugiados, el comunicado subraya que Hungría "defiende sus propias fronteras y, así, las de la zona de Schengen (de libre circulación) conforme al derecho húngaro e internacional”.

El ministerio de Exteriores concluye afirmando que la propuesta de la FIDH de activar el artículo 7 del Tratado de la UE, que permite suspender ciertos derechos a sus Estados miembros, como el del voto dentro del Consejo de la Unión Europea, "demuestra la falta de seriedad de las críticas expresadas por la organización”. Desde que Orban llegó al poder en 2010 ha sido severamente criticado por varias ONG, e incluso por la UE, por una serie de leyes y cambios constitucionales que limitan la democracia en Hungría. (EFE)