Gobierno iraní restringe acceso a algunas redes sociales
31 de diciembre de 2017
En medio de una ola de manifestaciones por la crisis económica que atraviesa el país, las autoridades limitaron la conectividad de Instagram y Telegram.
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La televisión estatal iraní informó este domingo (31.12.2017) que se ha restringido temporalmente el acceso a algunas redes sociales, en medio de crecientes protestas en distintas ciudades del país que ya han dejado al menos dos muertos. Los servicios que se han visto afectados hasta ahora son la aplicación de mensajería Telegram y la plataforma de publicación de fotografías Instagram.
La prensa iraní cita a una fuente anónima señalando que "se ha decidido en los más altos niveles de seguridad restringir el acceso a Telegram e Instagram”. Se trataría de una decisión adoptada por el Supremo Consejo de Seguridad Nacional y se ha insistido en que se trata de algo temporal, cuya finalidad es "mantener la paz y la seguridad de los ciudadanos”.
Las manifestaciones, que buscan exponer la delicada situación económica del país, se extienden ya por cuatro días. Las autoridades han acusado a agentes internacionales de incitar las protestas, cuya finalidad sería debilitar la posición del gobierno. El sábado, dos personas murieron en la ciudad de Dorud, en una acción que los Guardianes de la Revolución atribuyeron a infiltrados relacionados presuntamente con Estados Islámico.
Piden poder protestar
El jefe ejecutivo de Telegram, Pavel Durov, reconoció que el servicio no está disponible para los iraníes y que su bloqueo es la respuesta del Gobierno a la decisión de la compañía de no dar de baja los "canales de las protestas pacíficas”. Telegram es muy usada en Irán y en otros lugares del mundo pues es un medio de comunicación más seguro que Whatsapp gracias a su sistema de encriptación de mensajes. Facebook, que es la propietaria de Instagram, en tanto, no respondió inicialmente a preguntas sobre el tema.
Por otro lado, el relevante diputado reformista Ali Motahari pidió al gobierno reconocer las protestas del pueblo y otorgarle permiso para manifestarse y evitar así la destrucción de los recursos comunes. Motahari, que expresa abiertamente posturas aperturistas y favorables a una mayor libertad, dijo que en su país no existe la cultura de la protesta. "Tal vez esto se deba al hecho de que no se permite protesta alguna y que el Ministerio del Interior no legaliza las concentraciones", criticó el diputado.
DZC (EFE, Reuters, dpa, AP)
Historia de la Revolución Islámica (02.2018)
A comienzos de 1979 fue derrocado el último shá de Persia, Mohammad Reza Pahlevi. Los invitamos a recordar ese suceso en esta galería de imágenes.
Imagen: akairan.com
Regreso a Teherán
El 1º de febrero de 1979, el Ayatolá Jomeini volvió de su exilio parisino hacia Teherán y fue recibido con júbilo por la gente. Durante años, criticó al sha de Persia y a su élite política debido, según el Ayatolá, a la represión de personas que pensaban diferente, por la fuerte “occidentalización” de Irán y por su estilo de vida lujoso y decadente.
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Esperando al líder religioso
Cerca de cuatro millones de iraníes celebraron la llegada de Jomeini en las calles de Teherán. Las manifestaciones masivas en contra del sha de Persia ya llevaban cerca de un año. Desde agosto de 1978, las huelgas generales de la oposición paralizaban la economía del país.
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El sha abandona Persia
Ya el 16 de enero de 1979, el sha Reza Pahlevi había abandonado Irán. Poco antes, en la conferencia de Guadalupe, había perdido el apoyo de los gobiernos occidentales, que estaban a favor de un diálogo con Jomeini. El presidente estadounidense Jimmy Carter le ofreció al sha permanecer en EE. UU., lo que este aceptó.
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El fracaso del primer ministro
El sha había nombrado a Schapur Bachtiar, uno de los líderes del opositor Frente Nacional (FN), como primer ministro interino para tranquilizar a sus rivales, pero sin éxito. Bachtiar fue excluido de su partido porque aceptó el cargo. Los otros miembros del FN ya habían acordado trabajar solo con Jomeini.
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Discurso en el cementerio
Jomeini dijo a su llegada a Teherán que no reconocía el gobierno de Bachtiar. Desde el aeropuerto viajó al cementerio central de la capital iraní, donde pronunció un discurso ante cientos de miles de personas. Le quitó legitimidad a la monarquía y al Parlamento, y anunció que tomaría el Gobierno de Irán en sus manos.
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Disturbios en todo el país
En Teherán y otras ciudades de Irán se produjeron violentos enfrentamientos entre los revolucionarios y los adeptos al sha de Persia. Los disturbios eran graves y el Ejército declaró un toque de queda, pero casi ningún iraní hizo caso.
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Primer ministro de la transición
El 5 de febrero de 1979, Jomeini nombró a Mehdi Bazargan, del Frente Nacional, como primer ministro de la transición. Parecía que el clero iba a cooperar con la oposición, de corte liberal. Sin embargo, pronto se produjeron conflictos entre ambas partes y Bazargan renunció el 5 de noviembre de 1979 como respuesta a la toma de rehenes en la embajada de EE. UU. en Teherán, tolerada por Jomeini.
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El pueblo iraní festeja
Luego del nombramiento de Barzagan, miles de personas salieron a la calle para apoyar al gobierno de transición. El Ejército anunció que no se inmiscuiría en la lucha por el poder, con lo cual Schapur Bachtiar perdió todo el respaldo. Tuvo que huír de su casa, perseguido por adeptos de Jomeini que estaban armados. En abril de 1979 se exilió en Francia.
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Saludo militar
Una unidad de élite de la Fuerza Aérea iraní saluda al ayatolá Jomeini. La Fuerza Aérea iraní tuvo un rol central en la victoria de la revolución porque dio acceso a los ciudadanos a sus depósitos de armas. El 9 de febrero se produjo un último levantamiento de la Guardia Imperial, que atacó una base del Ejército.
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Derrocamiento de la monarquía
Las luchas armadas entre la Guardia Imperial y la población iraní aumentaron y el 11 de febrero de 1979 el caos reinaba en todo Irán. Los revolucionarios ocuparon el Parlamento, el Senado, el canal estatal de televisión y otros organismos estatales. Poco después se dio a conocer que la monarquía había sido derrocada. En Irán se festeja el 11 de febrero como el “Día de la Revolución Islámica”.