Los últimos disturbios violentos en Londres y otras ciudades británicas desataron un enfrentamiento abierto entre la policía de Scotland Yard y el gobierno del primer ministro David Cameron.

Tras las declaraciones del jueves de Cameron, que señaló que al inicio de los disturbios en la noche del domingo y del lunes había muy pocos policías en las calles, el jefe de la policía de Londres,

Tim Godwin, contestó hoy que las críticas llegan de gente que en los momentos más delicados "no estaban ahí".

El primer ministro y la ministra del Interior, Theresa May, estaban de vacaciones cuando comenzaron las revueltas. Godwin alabó el trabajo de la policía. "Tenemos una cúpula policial de las mejores que he visto en el mundo", dijo Gowdin. "Como resultado de ello pudimos sofocar los brotes tras un par de días".

Godwin destacó que la elección de la táctica y la cifra de policías fue "una decisión de la policía".

Cameron cuestionó la táctica policial e indirectamente así puso a debate la posibilidad de una acción más dura con balas de goma y mangueras de agua.

La ministra del Interior May alabó la actuación de la policía en las calles, pero apenas pasó por alto logros de esa operación.

dpa