ABC, de Madrid: “Todos los indicios apuntan a que las mujeres que han asesinado a casi cuarenta personas en el metro de Moscú pertenecían a un grupo llamado ‘viudas negras', que han sido entrenadas por activistas musulmanes chechenos, cuyo máximo responsable ha sido recientemente abatido en una operación policial. Asesinar a inocentes ciudadanos en el transporte público es un siniestro método que utilizan organizaciones terroristas de medio mundo, porque es relativamente fácil aprovecharse de que se concentran muchas personas, como por desgracia sabemos bien en España. Cualesquiera que pudieran ser las razones invocadas por los criminales que han adiestrado a esas mujeres suicidas del metro de Moscú, jamás podrán sobreponerse al hecho de que lo que han cometido ha sido un crimen y ante esta constatación no puede haber ningún matiz. Los terroristas se ponen a sí mismos al margen de la sociedad y ésta está obligada a defenderse. (.. ) Ahora bien, en esa defensa legítima, las autoridades de un país civilizado deben actuar en el marco de la ley y el respeto a los derechos humanos. Las invocaciones de los máximos dirigentes rusos sobre la ‘guerra sin cuartel' contra el terrorismo recuerdan que en anteriores ocasiones eso tuvo un reflejo trágico e incluso claramente contraproducente para la legitimidad de las posiciones de Rusia en el Cáucaso. Si cuando dicen ‘guerra sin cuartel' se imaginan que puedan aplicarlo al pie de la letra, con operaciones militares, no ayudarán a sus propios intereses.”

Golpe contra Medvédev

Gazeta Wyborcza, de Varsovia: “No importa quién esté detrás de los atentados terroristas en Moscú, si son terroristas del Cáucaso, nacionalistas radicales o tal vez los servicios secretos rusos: es un golpe contra la política del presidente Dimitri Medvédev, quien trata desde hace algunos meses de instaurar una nueva Perestroika en Rusia. Luego de los atentados Rusia retomará la lucha contra el terrorismo. Como siempre, se exagerará el tono, habrá espectáculo y juego de músculos. Las estructuras de poder y los servicios secretos utilizarán la situación para fortalecer sus posiciones. El proyecto de una Rusia abierta al mundo pasará a segundo plano, y eso es lamentable. (…) Medvédev tendrá, por necesidad, que practicar una política idéntica a la de su antecesor Putin.”

El terrorismo es un crimen, no una provocación

The Times, de Londres: “Después de la conmoción de cada ataque terrorista se cae en la tentación de vincular estos actos de violencia con una injusticia histórica. Pero, si se tiene en cuenta a las víctimas, una argumentación tan tendenciosa se vuelve inaceptable. Además, es una actitud incorrecta ante el terrorismo, ya que parte de la falsa suposición de que la peor de las reacciones del Estado afectado podría ser una reacción exagerada a una provocación. Pero el terrorismo no es una provocación. El terror en Moscú, así como en Madrid, Mumbai o Londres, es un crimen indecible, y el Estado tiene la obligación de acabar con él. Un arreglo que ceda a las exigencias de los nacionalistas chechenos no derrotará al islamismo militante, por lo cual no debe ser considerado como una alternativa posible.”

Relación proporcional entre seguridad y libertad

Frankurter Allgemeine Zeitung, de Fráncfort: “La manera en que reaccione la conducción rusa en las próximas semanas al atentado terrorista y a los desafíos que plantea indicará en qué dirección va el país. El crimen de Moscú podría ser tomado como argumento para que las fuerzas de seguridad no se debiliten y para que cualquier reforma de fondo en el país se considere peligrosa. Pero también podría servir de argumento para mostrar la importancia de un cambio en el ejército y en los servicios secretos que transforme instituciones corruptas, cuya arbitrariedad es temible, en órganos estatales que estén verdaderamente al servicio de la población. También en Rusia se trata en última instancia de lograr una relación proporcional entre seguridad y libertad.”

Autora: CP/dpa
Editor: Enrique López Magallón