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Primera bailarina mexicana

Violeta Campos28 de mayo de 2012

El Ballet Estatal de Berlín cuenta con muchas estrellas de renombre. Entre ellas destaca Elisa Carrillo, la primera bailarina mexicana reconocida mundialmente. DW ha platicado con esta gran artista.

Elisa Carrillo Cabrera en una escena del ballet “Blancanieves” al lado de su esposo y colega Mikhail Kaniskin.
Elisa Carrillo Cabrera en una escena del ballet “Blancanieves” al lado de su esposo y colega Mikhail Kaniskin.Imagen: Enrico Nawrath

“No hay pequeños roles, sólo hay pequeños artistas. Por más pequeña que sea tu presencia en el escenario, si tu eres un gran artista, puedes hacer que este rol sea algo maravilloso”. Este consejo ha ayudado mucho a Elisa Carrillo Cabrera a lo largo de su carrera. La bailarina mexicana, originaria de Texcoco en el Estado de México, ha dedicado su vida a la danza y ahora este arte le retribuye sus esfuerzos y sacrificios. En agosto del 2011, fue nombrada primera bailarina del renombrado Ballet Estatal de Berlín. Pero este reconocimiento es más que un homenaje personal: Elisa es la primera bailarina mexicana de danza clásica reconocida a nivel mundial.

“Fue un momento tan mágico..., porque significó muchas cosas en la vida personal, en la vida privada, haber dejado mi país, a mi familia. Y después de tantos años de trabajo llegar a esa meta, es algo muy especial. Me llené de una inmensa alegría”, recuerda Elisa el día que fue nombrada primera bailarina. Pero ese momento tuvo su precio. A los 16 años, partió sola rumbo a Europa y a un entorno desconocido con una beca para la Escuela de Ballet Nacional de Inglaterra.

Una Blanca-nieves morena

Después, bailó ocho años en la compañía alemana del Ballet de Stuttgart, fundada por el famoso John Cranko. Asegura que fue “la mejor escuela que pude tener como bailarina,... la mejor enseñanza y una super preparación. Y ahí fue como empecé a crecer”. Actualmente, forma parte del elenco del Ballet Estatal de Berlín, al que se integró hace cinco temporadas. En esta institución se consolidó como bailarina hasta alcanzar su gran sueño de llegar a ser primera solista. La capital alemana representa una nueva etapa en su vida, ahí trabaja junto con su esposo ruso y colega Mikhail Kaniskin.

A muchos coreógrafos les ha llamdado la atención el físico de Elisa Carrillo Cabrera.Imagen: Enrico Nawrath

En un mar de manzanas rojas, Elisa yace, con el torso desnudo, envenenada por la única manzana verde de la que probó una mordida. Su largo cabello negro oscuro resalta del fondo rojo y contrasta con el tono de piel moreno claro. Con esta imagen, la bailarina mexicana hizo publicidad en el 2009 para el estreno del ballet de “Blancanieves” con una coreografía de Angelin Preljocajs, música de Gustav Mahler y un vestuario extravagante del diseñador francés Jean Paul Gaultier. El rol de Blancanieves ha sido uno de los más importantes en la vida de la artista mexicana y, además, es uno de sus preferidos.

Embajadora cultural

En el 2010, Elisa Carrillo fue nombrada “Embajadora de la Cultura” por el Estado mexicano. Desde Alemania, funge de puente cultural entre su país natal y el viejo continente, alentando el intercambio artístico entre coreógrafos, bailarines y maestros. A principios de año, por ejemplo, tuvo lugar la gala “Elisa y sus amigos” en el Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México. Ahí, la artista mexicana presentó una selección de “highlights” de la danza junto con estrellas de los ballets de Berlín, Bolshoi, Kirov, Stuttgart y Nueva York.

Con disciplina y perseverancia, la bailarina ha desarrollado una técnica y una expresión artística impresionante.Imagen: Enrico Nawrath

Mientras que en México la gente apenas empieza a descubrir y a apreciar más la danza clásica, en Alemania este arte es muy valorado y forma parte de la cultura familiar: “El país me ha recibido de una manera increíble..., el público es maravilloso”, afirma la artista mexicana.

Con disciplina y un esfuerzo constante, Elisa ha vencido los obstáculos para llegar a su posición: “La danza es mi vida... gracias a la danza, a la pasión de mi vida, soy quien soy ahora, gracias a la danza soy feliz.” Por eso, uno de sus mensajes es no claudicar ante la lucha por alcanzar una meta, “y nunca pensar que porque eres de otro país o porque eres diferente o porque tienes otra cultura vas a ser menos que cualquier persona.”

Estreno mundial y sueños maternos

Al final de su primera temporada como primera solista, a Elisa se le ha cumplido otro sueño largamente anhelado: bailar el rol principal en el clásico “Romeo y Julieta”. “Desde hace años, desde que tenía como quince años soñé con eso”, cuenta la artista mexicana a sus 30 años de edad. Y por si esto fuera poco, interpreta el rol de Julieta al lado de su esposo Mikhail Kaniskin en el papel de Romeo, su amante incondicional.

Además, el primero de junio, bailará con el Ballet de Berlín en el estreno mundial “The Open Square”, una obra moderna del coreógrafo israelí Itzik Galili. ¿Qué metas y sueños le quedan a esta artista? “Ser madre algún día. De hecho, todas las bailarinas que tienen bebés... son todavía mejores, porque uno como mujer cambia.”

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