La policía británica ha recibido más de 5.500 denuncias por agresiones sexuales en colegios en los últimos tres años, según cifras divulgadas bajo la ley de Libertad de Información británica (FOIA). Esos datos revelan que 4.000 de las denuncias involucran abusos sexuales y 600 se refieren a violaciones, y apuntan a que 1.500 de las presuntas víctimas son menores de 13 años. Al menos una quinta parte de las supuestas agresiones fueron cometidas por alumnos de los mismos centros de primaria y secundaria a los que asistía la víctima. Según los datos del Ministerio británico de Educación, un total de 60 menores fueron expulsados del colegio en Inglaterra entre 2013 y 2014 por conductas relacionadas con agresiones sexuales. Durante el mismo periodo, en Gales y Escocia no hubo expulsiones por ese tipo de faltas, mientras que no se han hecho públicos los datos referentes a Irlanda del Norte. El comisario de la policía británica Simon Bailey, responsable del plan de protección de la infancia del cuerpo, admitió que el número de denuncias puede ser tan solo la "punta del iceberg" del problema. "Es una buena noticia que haya más víctimas con la confianza para avisar de que se producen abusos. Sin embargo, y aunque no lo puedo probar, creo que se producen todavía más agresiones a menores", afirmó el comisario. efe