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Cinco de los siete hombres ya condenados son de origen pakistaní, mientras que los otros dos provienen del norte de África. Buscaban muchachas blancas no musulmanas. En el barrio donde vivían las víctimas y sus proxenetas, muchos sabían de este negocio, pero nadie se atrevía a denunciarlo. La combinación de delincuencia musulmana y víctimas inglesas suele ser un tema tabú en Gran Bretaña. En la actualidad se están llevando a cabo más de 50 procesos similares en todo el país. La comunidad musulmana de Oxford se siente bajo sospecha generalizada.