Gran fusión cervecera no preocupa a las marcas tradicionales
14 de julio de 2008
En Alemania, un país cervecero por excelencia, y con la mayor cantidad de empresas independientes en el sector, tres populares marcas hacen parte de la transacción: Becks, Löwenbräu y Spaten.
El Príncipe Luitpold de Baviera, productor de las tradicionales cervezas König Ludwig y Kaltenberg, vaticina nuevas fusiones de este tipo en el futuro cercano. En conversación con DW-WORLD, el cervecero bávaro estima que las marcas alemanas, que participan en la negociación entre InBev y Anheuser-Busch (Budweiser) se llevarán la peor parte.
“Löwenbräu y Spaten son vistas como marcas marginales que están condenadas a morir, la marca alemana por la que apuesta InBev es Becks“ dice el príncipe bávaro y agrega que “el paso dado por los dos gigantes cerveceros va a desatar nuevas fusiones y con ellas se mueren la especialidad y la variedad“.
El aristócrata empresario, bisnieto del último rey Bávaro, se muestra de todas formas optimista de que en Alemania los efectos de esta gigantesca fusión no serán mayores: "en el mercado local la transacción no tiene gran significado, primordialmente sus efectos se sentirán en la cultura empresarial de las marcas alemanas de InBev; además, debido a la concentración, se incrementará el reto para la industria de maquinaría y distribución “.
Los grandes no son alemanes
Un detalle curioso de la fusión, cuyo valor alcanzó los 32.700 millones de euros, es que ninguno de sus protagonistas es alemán: InBev es una firma belga-brasileña y Anheuser-Busch proviene de los Estados Unidos.
Pero ¿cuál es la razón por la que el país conocido internacionalmente por su fútbol y su cerveza no tenga una empresa entre los gigantes del sector? El Príncipe Luitpold afirma que las cervecerías alemanas eran demasiado pequeñas y apegadas a su lugar de origen en el momento en que se produjo la internacionalización en el sector.
Como consuelo queda que la firma norteamericana Anheuser-Busch fue fundada en 1870, en San Louis Missouri, por los emigrantes alemanes Eberhard Anheuser y Adolphus Busch.
¿Y los pequeños?
Tras la conformación, como efecto de la fusión, de la compañía cervecera más grande del mundo se podría pensar que los competidores pequeños empiezan a temblar. La firma del Príncipe Luitpold de Baviera es una de ellas, pero no ve grandes problemas, al contrario.
„ Me parece una pena pero yo cuento con que nos vamos a favorecer de la transacción pues nuestras competidoras en InBev (Löwenbräu y Spaten) van a sufrir mucho pues están ahora fuera del gran foco de la empresa“. Además, „siempre pasa mucha arena por donde ruedan grandes piedras“.