Grecia: policía inició desalojo de campamento de Idomeni
24 de mayo de 2016
La policía griega comenzó a desalojar el campamento improvisado de Idomeni, en la frontera con Macedonia, donde se encuentran más de 8.400 refugiados.
Publicidad
Según informan los medios presentes en el lugar, los primeros dos autobuses han abandonado ya el campamento rumbo a alguno de los nuevos centros oficiales abiertos en el norte de Grecia. Varios centenares de policías han bloqueado el acceso al campo y ya durante la noche pidieron a los medios y a los voluntarios que abandonaran el lugar.
La policía, con la ayuda de intérpretes, ha estado desde anoche informando a los refugiados de la operación de traslado. Según informa la cadena de televisión pública, el ambiente es por ahora tranquilo y muchos refugiados esperan con calma ante los autobuses a ser trasladados.
A lo largo de la jornada de ayer ya fueron llevadas a estructuras organizadas unas 2.500 personas, pero a primeras horas de la mañana continuaban en Idomeni más de 8.400. La policía ha asegurado que la fuerte presencia de las fuerzas antidisturbios es una mera "medida de precaución", para reaccionar en el caso de que haya personas que se nieguen a desalojar el campamento.
Permiso de estancia por un mes solo en campamentos
El Gobierno ha venido insistiendo en las últimas semanas en que no tiene intención de llevar a cabo un desalojo forzoso, teniendo en cuenta que en el campamento hay numerosas mujeres y niños. Según señaló este lunes el portavoz del Gobierno para asuntos de refugiados, Yorgos Kyritsis, se espera que el traslado a centros gubernamentales se lleve a cabo en un plazo de diez días.
"En este momento tenemos disponibles 6.000 plazas en centros de acogida, tendremos 8.000 en unos días", añadió el portavoz, quien dijo que se trata de centros de buena calidad, con cabañas, y no con tiendas de campaña, un factor que espera sirva para motivar a los refugiados a aceptar su traslado.
El Gobierno ha informado además de que los refugiados tan solo podrán obtener en los campamentos oficiales una prórroga del permiso de estancia de un mes que reciben al inscribirse a su llegada a Grecia.
A la mayoría de los refugiados este permiso les ha caducado, por lo que el Gobierno espera que esta decisión sirva igualmente como incentivo.
JOV (efe, n-tv)
Inusual campo de refugiados en Grecia
En la península griega del Peloponeso existe un inusual albergue para refugiados. Myrto Papadopoulos fue hasta allí para conocerlo de primera mano.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Conexión con el exterior
Un adolescente navega al atardecer por Internet. Los celulares inteligentes suponen en la mayoría de los casos la única conexión de los refugiados con el mundo exterior.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Equipamiento básico
Estos bungalows alojan a ocho personas en dos dormitorios. En cada casa hay un cuarto de aseo y una cocina pequeña equipada con una cocinilla de camping y un fregadero, pero no hay agua caliente ni frigorífico.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Descansando
Ranee Mousa, de 27 años, posa con su bebé de 8 meses, nacido en Siria poco antes de que Renee y su esposo huyeran hacia Grecia.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Momento de paz y tranquilidad
Mujeres del campo llevan de paseo a un grupo de niños por las afueras del pueblo de refugiados. Antes de que comience la temporada turística en junio, los alrededores de Myrsini son relativamente tranquilos y poco frecuentados.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Reflexionar sobre el futuro
Un grupo de hombres charla durante la puesta de sol en la playa a las afueras del campo de refugiados. En el campo viven menos de 60 hombres acompañados por sus mujeres e hijos.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Un hogar lejos de casa
Mujeres y niños sentados bajo la luz del atardecer frente a los bungalows turísticos. En total, hay 340 habitantes en el pueblo, 209 de ellos tienen menos de 18 años y 69 son mujeres.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Vida de familia
Una mujer siria posa frente a su alojamiento con su bebé de 6 meses en brazos. Algunas mujeres del campo que ya tienen niños pequeños están de nuevo embarazadas.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Una bendición para la economía local
Tarek Alfelou acude junto a sus hijos Wedad, de 11 años, y Ziad, de 7, al pequeño supermercado de Myrsini, situado a una media hora a pie del campo. La ciudad ha experimentado un pequeño auge económico gracias a las compras de los refugiados.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Un rostro conocido
El alcalde de la ciudad de Andravida, Nabil-losif Morant, procede de Siria. Asegura no ser el único alcalde de origen no griego en Grecia y que la idea del campo fue suya. El consejo municipal la aprobó de forma prácticamente unánime.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Cultivo de fresa
Un trabajador de Bangladés en su granja de fresas, situada cerca del campo de refugiados. Muchos trabajadores de las granjas de la región son migrantes del sur de Asia sin papeles válidos. Durante la temporada de recogida de la fresa, reciben entre 22 y 25 euros por ocho horas de trabajo.
Imagen: DW/M. Papadopoulos
Ayuda local
Giorgos Aggelopoulos es un habitante de Myrsini que colabora como voluntario en el campo de refugiados y ha trabado amistad con algunas de las familias. Asegura que la oposición de la gente contra el pueblo de refugiados ha amainado considerablemente después de que los habitantes vieron que se trataba, sobre todo, de familias con niños.