Los salones del recinto ferial de Frankfurt vuelven a lucir el brillo y el color de los vehículos automotores más modernos, como parte del Salón Internacional del Automóvil (IAA). En la jornada inaugural de hoy (15.09.2011), la canciller Angela Merkel fue invitada de honor. Su discurso principal, sin embargo, no estuvo marcado por la situación de la industrial del automóvil, ni por las novedades técnicas o ecológicas que se dan cita en la ciudad a orillas del río Meno.

Grecia en la IAA

En cambio, Merkel se refirió al tema omnipresente estos días en el Viejo Continente: la suerte de la eurozona y de su moneda, el euro, debilitada por los efectos de la crisis. Alemania hará todo lo que esté a su alcance para apuntalar el futuro del euro, dijo la canciller. “Debemos emprender todo lo que sirva a dicho objetivo; y lo que no sirva, debemos omitirlo”, señaló la jefa del Gobierno alemán.

Así, de manera tácita, Merkel hacía frente a las declaraciones de su propio vicecanciller, el liberal Philipp Rösler, quien había sugerido la posibilidad de un “impago ordenado” por parte de Grecia, sujeto a determinadas condiciones, a causa de la crisis de endeudamiento público por parte de ese país. Sin nombrar a Rösler, ministro de Economía en el actual Gobierno alemán, Merkel declaró que debe evitarse todo aquello que traiga inestabilidad a Grecia y al euro.

La movilidad

Pero en la feria internacional del automóvil, que abarca una superficie equivalente a 33 campos de fútbol, no todo fue política o economía. Se habló, por ejemplo, de ecología. La organización ambientalista Greenpeace llamó la atención sobre supuestos problemas en cuanto a las emisiones contaminantes en autos del consorcio Volkswagen.

“Cambio climático hecho en Alemania”, hizo leer Greenpeace a decenas de asistentes a la IAA, por medio de una pancarta. Y es que el Golf con motor de 1,4 litros a gasolina, uno de los modelos más vencidos del fabricante alemán, presenta una emisión de dióxido de carbono de 149 gramos por kilómetro, lo cual es considerado ecológicamente dañino por parte de los ambientalistas.

Además de la IAA, Greenpeace ha visitado centros de venta de Volkswagen en Alemania, en los que ha llevado a cabo acciones similares. Por su parte, la empresa con sede en Wolfsburgo respondió que la campaña de Greenpeace es “totalmente injustificada.”

Dios y el automóvil

Por vez primera en la historia de la IAA, se presentó una iglesia móvil como parte de la exposición automovilística internacional. Se trata de la Lichtkirche, un edificio de ocho metros de alto, 14 metros de largo y cuatro y medio metros de ancho, concebido como “un espacio de vivencia espiritual”.

La fachada está compuesta de materiales coloridos que se iluminan y que pueden servir como pantalla para la proyección de videos.

Para la iglesia católica de Frankfurt, la Lichtkirche es “una gran oportunidad” para entrar en contacto con personas que no suelen asistir a ceremonias religiosas, afirmó el diácono de la ciudad, Johannes zu Eltz. Junto con la iglesia evangélica luterana, la iglesia católica de Hessen organizó una conferencia con el tema de los templos ubicados en autopistas, modalidad bien conocida en Alemania.

Autor: Enrique López

Editor: Pablo Kummetz