Greta Thunberg es un fenómeno: inició el movimiento "Viernes para el futuro" y ha inspirado a millones de jóvenes a comprometerse con la protección del clima. ¿Por qué?, se pregunta Zoran Arbutina.
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Cuando uno busca en Google "Greta Thunberg", encuentra unas 185 millones de entradas, y la tendencia va en aumento. Greta Thunberg se ha convertido en un fenómeno mediático global. Ella es observada, no importa lo que haga ni dónde. Sus palabras son citadas en todos los medios, que solo esperan a que abra la boca.
Se le conoce comúnmente como una activista del cambio climático que inició el movimiento global "Viernes para el futuro" e inspira a millones, especialmente a los jóvenes, a participar en la lucha contra el cambio climático.
Se reúne con jefes de Estado, habla ante el pleno en las Naciones Unidas y recibe importantes premios. Ahora es una de las 100 personas más influyentes del mundo. Ya hay biografías sobre ella, e incluso un libro con sus discursos, de al menos 64 páginas. ¡Y Greta Thunberg tiene solo 16 años!
¿Cómo es posible? La mayor parte de lo que dice no es realmente nuevo. Ella misma lo enfatiza, una y otra vez. Ella no afirma haber sacado a la luz nuevas verdades. Más bien, hace un llamamiento a todos para que finalmente tomen nota de lo que se ha sabido durante mucho tiempo y que ha sido probado científicamente, para que actúen en consecuencia. ¿Pero, por qué justamente ella? ¿Y cómo surge todo este auge mediático?
La niña divina habla…
A lo largo de la historia ha sucedido que hay algo en el aire que nadie se atreve a expresar. Entonces aparece alguien que lo pronuncia, lo hace visible y comprensible para todos. En este caso, la portavoz es una chica de 16 años. Ella es joven y se ve aún más joven. Cuando se dirige a nosotros, vemos la cara una niña. Eso nos conmueve profundamente.
En algunas culturas es un niño El Salvador. En Nepal, hay niñas adoradas hasta su pubertad como Kumari, o diosas infantiles. Los niños son considerados inocentes y puros. Ellos expresan verdades que los adultos tratan de ignorar y esconder. Dependiendo del punto de vista, las verdades expresadas por un niño aparecen más genuinas.
Y así es Greta Thunberg, una hija de nuestro tiempo, que dice la verdad. Una que mira a los ojos y nos llama mentirosos. Y nosotros la miramos hechizados, la aplaudimos. Nosotros proyectamos en ella nuestros deseos, anhelos y miedos. La vemos como un ser que nos salvará. ¡Al fin! Y ahora podemos sentarnos y relajarnos.
Una verdad en blanco y negro
El auge mediático también tiene algo que ver con otra de las habilidades de Greta Thunberg: ella es una maestra de la simplificación y las frases agudas. Eso es algo que tiene en común con muchos populistas. Hay pocos campos de la ciencia tan complejos e imprecisos en sus análisis y resultados como la investigación del clima. Sin embargo, todas las actuaciones de Greta Thunberg se reducen a una supuesta claridad y simplicidad, como si fueran leyes de física newtoniana. "Escuchen - al fin - a los científicos", pide Thunberg, como si no hubiera científicos que tienen diversas posturas frente al cambio climático.
Greta Thunberg ve el mundo solo en blanco y negro. A cuestiones complejas ofrece respuestas radicales. Y exige acción, aquí y ahora. Ella no da tiempo para reflexionar o hacer preguntas. No lo pienses, ¡solo hazlo! "¡Nuestra casa está en llamas!" Ese es el mensaje que todos entienden. Greta Thunberg es clara e insistente y, por lo tanto, encaja en el formato de Twitter. Ideal para un mundo de medios que adora los titulares y exige simplificaciones. Por eso es que su mensaje es tan efectivo.
(jov/er)
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¿Cómo actuar para proteger el clima?
El próximo 20 de septiembre, el Gobierno alemán tiene previsto concretar su política climática para poder alcanzar sus objetivos de protección ambiental.
Imagen: DW/P. Große
Fenómenos climáticos extremos
En los últimos 50 años, los fenómenos climáticos extremos han aumentado a más del doble en Alemania. Pese a ello, el Gobierno alemán va con retraso respecto a sus objetivos de protección ambiental. El próximo 20 de septiembre, un "gabinete del clima" aprobará nuevas medidas para poder cumplir con el Plan de protección climática 2050" que se aprobó a finales de 2016.
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Weigel
Causante del cambio climático
El efecto invernadero es provocado por gases que provienen mayoritariamente de la actividad humana, como el metano, el óxido de nitrógeno o el dióxido de carbono (CO2). Este último representa casi un 90% de las emisiones de gases de efecto invernadero. Entre 1990 y 2017 estas emisiones se han reducido en un cuarto, pero el objetivo para 2030 de una reducción del 55% sigue estando lejos.
Imagen: picture-alliance/dpa/Geisler-Fotopress
Seguir desarrollando las energías renovables
El plan de protección climática prevé que las emisiones del sector energético se reduzcan en hasta un 62% para 2030 respecto a 1990. ¿Cómo? A través de la consolidación de las energías renovables, de una mayor eficiencia energética y de la reducción de los combustibles fósiles.
Imagen: Areva Multibrid/Jan Oelker
La industria, el segundo mayor pecador
La industria emite más del 20% de los gases de efecto invernadero alemanes, sobre todo en la producción de hierro y acero, de productos minerales (cemento) y de sustancias químicas. Dos tercios de las emisiones del sector provienen del uso de energía, el resto de los procesos de producción industrial. En los últimos 15 años la emisión de gases de efecto invernadero solo se ha reducido ligeramente.
Imagen: picture-alliance/dpa/O. Berg
Planes para la industria
De aquí a 2030, la industria debería sumar no más de la mitad de las emisiones de 1990, de acuerdo con el plan de protección ambiental. Las empresas deberían emplear menos energía e invertir en procesos productivos más eficientes. El calor de escape también tendría que utilizarse mejor. La investigación es clave para dar con nuevas posibilidades de ahorro.
Imagen: Fotolia/Franz Pfluegl
Buenas razones para avergonzarse del tráfico
El tráfico es el origen de casi el 18% de los gases de efecto invernadero alemanes. En 2016, las emisiones absolutas de este sector estaban incluso por encima de las de 1990. Más del 60% de las emisiones provienen de los automóviles y en torno al 30%, de los vehículos de servicio.
Imagen: picture-alliance/dpa/S. Gollnow
Mejor evitar volar
El que piense que volar no es tan perjudicial, se equivoca. Además de las emisiones de CO2, la combustión de sustancias de queroseno, aerosoles y vapor de agua contribuye al efecto invernadero, pues a esa altura tardan mucho más en descomponerse que en tierra.
Imagen: picture-alliance/dpa/F. May
La electromovilidad y otras ventanas al futuro
Para 2030 las emisiones del tráfico tienen que reducirse en aproximadamente un 40% respecto a 1990, ello a través de la digitalización y de vehículos con mayor eficiencia energética, así como de alternativas en la tracción y en los combustibles. Asimismo, deberían impulsarse los transportes de cercanía públicos, como el tren, el uso compartido de automóviles, la bicicleta o el ir a pie.
Imagen: picture-alliance/dpa/O. Spata
Calentar el planeta al calentar la casa
Los hogares emiten un 10% de los gases de efecto invernadero en Alemania. Desde 1990, estas emisiones se han reducir en más de un 30%. Si se tuvieran en cuenta las emisiones indirectas (como las provenientes de la producción de electricidad y calefacción para los hogares), el porcentaje de emisones conjuntas sería en realidad más del doble.
Imagen: picture-alliance/dpa/R. Schlesinger
Potencial de ahorro en las viviendas
Para 2030 los hogares deberían haber reducido sus emisiones en dos tercios respecto a 1990. Las principales vías para lograr esto son la contrucción de nuevos edificios capaces de ahorrar energía, la renovación de edificios antiguos y el abandono progresivo de los sistemas de calefacción que utilizan combustibles fósiles.
Imagen: Fotolia/Ingo Bartussek
También en el campo se contamina
La agricultura es responsable de casi el 8% de las emisiones. Sobre el problema aquí son el metano (CH4) y el óxido nitroso (N2O), no tanto el CO2. Las vacas, al rumiar, producen estos gases, pero también vienen de los abonos y fertilizantes y de la ganadería. Por lo menos, desde 1990 estas emisiones se han reducido en un 20%.
Imagen: picture-alliance/dpa/M. Scholz
Algunas emisiones son inevitables...
De aquí a 2030 la agricultura debería emitir un tercio de gases de efecto invernadero menos que en 1990. muchas emisiones vienen de procesos naturales y no se pueden evitar por completo. Se pretende fomentar la agricultura biológica, que no hace uso de fertilizantes minerales o químicos, lo cual reduce las emisiones de CO2.
Imagen: picture-alliance/dpa
Un brindis (y a seguir trabajando)
Las emisiones de las empresas, el comercio y los servicios suponen un 4% del total y se han reducido desde 1990 en más de un 50%. Una gran parte de estas emisiones provienen de la calefacción (o el aire acondicionado) de los edificios. También a este respecto es necesario actuar.
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Woitas
La basura como ejemplo
El porcentaje de emisiones procedentes del reciclaje, incluyendo el tratamiento de las aguas residuales, es muy pequeño, y pese a ello se han logrado avances: desde 1990 las emisiones han caído tres cuartos, la disminución más fuerte de todos los sectores. En el futuro debería reciclarse más y los residuos deberían utilizarse de forma más efectiva para la producción de electricidad y calefacción.
Imagen: picture-alliance/dpa/J. Wolf
Los bosques como almacenes de CO2
En los bosques se almacena el CO2. En 2016 se redujeron las emisiones totales por esta vía en 14,5 millones de toneladas. Pero la agricultura y la silvicultura intensivas liberan el CO2 almacenado. A día de hoy, las tierras alemanas almacenan solo la mitad de los gases de efecto invernadero que en 1990.