En la franja de Gaza hay actualmente dos frentes abiertos. Además de Hamas contra Israel, ahora el Estado Islámico ataca en un video a Hamas: islamistas contra islamistas.
Publicidad
Esta vez el mensaje en video del Estado Islámico (EI) dura 16 minutos. No va dirigido contra gobernantes occidentales, sino contra sus hermanos de credo, los sunitas de la franja de Gaza. O como se refiere a ellos el EI: “Los tiranos de Hamas”. La misiva fue grabada en la provincia siria de Aleppo, una de las plazas fuertes de la milicia terrorista, y se extendió rápidamente por las redes sociales: “Expulsaremos al Estado judío, a ustedes (Hamas) y a Fatah (que gobierna en Cisjordania). Nuestras masas acabarán con los laicos”, aclara un miembro enmascarado del grupo terrorista.
Lo que el Estado Islámico reprocha a Hamas es acercarse a los chiitas de Irán y tener contactos con el Hezbolá del Líbano, igualmente chiita. Apoyados por Teherán, estos últimos luchan en la guerra civil Siria a lado de Bashar Al-Assad, que a su vez lucha contra el Estado Islámico, enemigo acérrimo de los chiitas.
Pero la crítica del Estado Islámico hacia Hamas va mucho más allá. Según ellos, el gobierno palestino no aplica la Sharia en sus territorios como debería ni se enfrenta con contundencia a Israel. “El camino para liberar Palestina pasa por Irak y cada día estamos más cerca”, amenaza uno de los hombres en el video. “Hamas se ha ido alejando de este objetivo”, continúa.
Tierra fértil para extremistas
El video es prácticamente un grito de guerra y aunque el Estado Islámico no tenga excesivo poder en Gaza (unos 1000 seguidores), últimamente se atreve a salir al descubierto, reconociendo incluso la autoría de algunos ataques a Israel con misiles. Por contra, tras la guerra con Israel en 2014, Hamas intenta reducir la influencia de grupos extremistas que pretenden torpedear el alto el fuego con Israel. Por ejemplo, con acciones como la destrucción de una mezquita salafista o la detención del líder del grupo “Armada del Estado Islamico “, Junis Hunnar.
<br>
Además, no es la primera vez que en esta franja costera arrasada por guerras y cercada por Israel haya enfrentamientos entre Hamas y los salafistas. La región es terreno fértil para extremistas, debido a que la falta de perspectivas, el paro y la falta de libertades marcan el día a día de los jóvenes, un grupo mayoritario en Gaza. En esas condiciones, es fácil caer en ideas radicales. Muchos de los que eligieron a Hamas en 2006 tenían la esperanza de cambio y hasta ahora no ha pasado nada.
<br>
En cuanto al conflicto entre Hamas y el Estado Islámico, no solo la región de Gaza se verá perjudicada. También para Israel es una mala notica. El ministro del Servicio Secreto Israelí, Yisrael Katz, acusó a los palestinos de cooperar con el EI en el Sinaí, una acusación que Hamas rechaza frontalmente. Desde Israel, hay también voces que advierten de que la granja de Gaza está fuera de control, un temor que ya expresó el jefe militar del servicio secreto estadounidense, Michael Flyn, en 2014, cuando advirtió de que no era buena idea destruir a Hamas puesto que la región aún podría ir a peor.