Groenlandia se derrite siete veces más rápido que en 1990
11 de diciembre de 2019
Unos 360 millones de personas en comunidades costeras estarán en riesgo si aumenta el nivel del mar.
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Groenlandia se derrite siete veces más rápido que hace tres décadas y ha perdido 3,8 billones de toneladas de hielo desde 1992, lo suficiente como para aumentar el nivel mundial del mar en 10,6 milímetros, según un estudio publicado en la revista Nature y divulgado en Madrid este martes (10.12.2019).
La investigación, en la que participó cerca de un centenar de científicos de 50 organizaciones internacionales, analiza los resultados de 26 estudios y 11 misiones satelitaltes para calcular los cambios en la masa de hielo entre los años 1992 y 2018.
La tasa de pérdida de hielo aumentó de 33.000 millones de toneladas al año en la década de 1990 a 254.000 millones en la última década, es decir, siete veces más en casi 30 años.
Los datos no incluyen los de 2019, lo que podría marcar un nuevo récord debido al derretimiento generalizado del verano.
En 2013, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) predijo que el nivel mundial del mar aumentaría en 60 centímetros para el año 2100, lo que pondría en riesgo a 360 millones de personas que habitan en zonas costeras vulnerables a las inundaciones.
"Como regla general, por cada centímetro de aumento del nivel del mar, otros seis millones de personas están expuestas a inundaciones costeras en todo el planeta", resume en el comunicado Shepherd.
Efectos devastadores en poblaciones costeras
Así que según las tendencias actuales, el derretimiento del hielo de Groenlandia causará que unas 400 millones de personas sufran inundaciones debido a la subida del nivel del mar. "Estos no son eventos improbables o de pequeños impactos, sino que están ocurriendo y serán devastadores para las comunidades costeras", se indicó.
Por su parte, el boletín anual de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA) publicado en Washington también este martes, señaló que el Ártico vivió en 2019 el segundo año más caluroso desde 1900 y marcó la segunda menor superficie de hielo marino desde que se tienen registros.
En la Tierra, el calentamiento global no ocurre uniformemente. Desde la década de 1990, en el Polo Norte aumenta el doble de rápido, un fenómeno que los expertos llaman amplificación ártica.
La temperatura media durante la temporada octubre 2018-septiembre 2019 superó 1,9°C a la media del período 1981-2010, decenios en los que el calentamiento realmente comenzó en el Ártico. Los seis años anteriores habían batido todos las marcas precedentes.
gs (efe, afp)
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Transformación en el Ártico
En el Polo Norte se ha desatado la fiebre del oro negro. El Foro Internacional “El Ártico, territorio del diálogo”, en Rusia, lo deja claro: política y economía se interesan cada vez más por los recursos de la región.
Imagen: Gazprom
Seguridad ambiental
En la tercera edición del Foro Internacional “El Ártico, territorio del diálogo”, que se celebra en la ciudad septentrional rusa de Salejard, decenas de políticos y expertos debaten sobre seguridad ambiental en el Ártico.
Imagen: imago
Activistas vs. industria extractiva
Greenpeace –cuyos activistas se hayan ahora detenidos en Rusia- desarrolla una gran campaña contra las perforaciones en el Ártico. La organización teme graves consecuencias para este sensible ecosistema de difícil acceso para los perforadores, en caso de un accidente.
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Avidez de recursos
El cambio climático amenaza al medio ambiente y despierta la avidez de la industria. El Ártico se está calentando dos veces más rápido que el resto del mundo. Y el deshielo facilita la creación de rutas de acceso a las materias primas de la región.
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Aspiraciones territoriales
Los cinco Estados cuyos límites convergen en el Ártico –Rusia, Canadá, Estados Unidos, Noruega y Dinamarca- realizan expediciones para concretar sus aspiraciones territoriales. Quien logre demostrar que su país está unido a una plataforma continental bajo el océano, pudiera beneficiarse de los recursos que supuestamente descansan bajo ella.
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A toda vela
El velero ruso "Pedro I" completó en 2010 una vuelta al mundo a través del Ártico, sin la ayuda de ningún rompehielos. Lo que antes parecía imposible, comienza a ser casi normal, al menos para los barcos cargueros. El transporte marítimo a través del llamado Paso del Noreste se ha simplificado unas diez veces en los últimos tres años.
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Rutas más cortas
Un barco puede viajar mucho más rápido desde Shanghai a Hamburgo atravesando la también denominada Ruta Marítima del Norte. El camino, bordeando la costa rusa, es 6.400 kilómetros más corto que la ruta tradicional, cruzando el Estrecho de Malaca y el Canal de Suez.
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Oro negro
Los geólogos suponen que el Ártico esconde un cuarto de las reservas mundiales de petróleo y gas aún por descubrir. Pero los expertos advierten de los altos riesgos de perforar en la región. Ya la plataforma petrolera Kulluk, de Shell, se encalló a fines de 2012 frente a la isla Kodiak, en Alaska.
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Turismo de cruceros
También los cruceros crecen como negocio en las aguas árticas. Ello, aunque los viajes son riesgosos, sobre todo en el oscuro invierno ártico. En 2011, los Estados árticos aprobaron el primer convenio sobre las responsabilidades de rescate en caso de accidentes.
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Sobrevuelo contaminante
La descongelación de aeronaves es parte de la rutina en regiones frías como la noruega Tromsö. Según estudios, las rutas sobre el Ártico contribuyen a la contaminación del hielo con partículas de hollín, lo que refuerza además la absorción de la luz solar y, con ello, el calentamiento.
Imagen: DW/I.Quaile
Intereses militares
Dinamarca, Canadá, Rusia y Estados Unidos se pelean por sus aspiraciones territoriales en el océano Ártico. El creciente interés económico ha llevado también a una fuerte presencia militar en la región. Estaciones como la “Daneborg Station”, en la isla danesa de Groenlandia Oriental (Østgrønland), han visto renovada su importancia.
Imagen: Irene Quaile
Frías maniobras
Los ejércitos de los Estados árticos llevan a cabo maniobras militares regulares en la región. Aún sin la amenaza de un conflicto inminente, todos quieren mostrar su presencia, como Estados Unidos en esta foto, con su submarino “USS Annapolis”.
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China en el juego
No solo los Estados árticos quieren sacar provecho del cambio climático. El rompehielos "Dragón de Nieve" se convirtió en 2012 el primer barco chino que llegó a Europa a través del Ártico. Ahora, China construye un nuevo rompehielos y se ha unido como observador al Consejo Ártico.
Imagen: picture-alliance/dpa
Asia atenta
La India administra desde 2008 su propia estación científica en el archipiélago Svalbard. Y, entretanto, también Japón y Surcorea muestran presencia en el Ártico