El fabricante alemán de productos electrónicos Grundig, en graves dificultades financieras, confirmó que ha encontrado un nuevo inversor que permitirá al grupo salvarse de la suspensión de pagos. Según Hans-Peter Kohlhammer, presidente de Grundig, la entrada de un inversor ha convencido al grupo de bancos acreedores de que faciliten a la empresa una nueva línea de crédito. Las entidades habían confirmado anteriormente que no seguirían respaldando a Grundig más allá de agosto. Grundig no facilitó el nombre del nuevo socio, aunque señaló que proviene de la zona asiática y que ha firmado con él una carta de intenciones previa a un contrato definitivo. La empresa germana registró el pasado ejercicio pérdidas por 150 millones de euros, pese a haber facturado 1.280 millones de euros en el mismo periodo. Se prevé que en el 2002 las pérdidas podrían ascender a 75 millones de euros.