En Montevideo tiene lugar la primera reunión de un “Grupo Internacional de Contacto”, impulsado por la Unión Europea, para buscar una salida pacífica a la crisis en Venezuela. ¿De qué se trata? ¿Qué cabe esperar?
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La Unión Europea llega al primer encuentro del Grupo Internacional de Contacto (ICG) con un pie puesto en la presión, con sanciones a altos cargos y embargo de armas. El otro pie está puesto en la búsqueda del diálogo para hallar una salida pacífica y democrática para la crisis venezolana.
Fuentes europeas subrayan una y otra vez que esto y solo esto es lo que pretende promover la UE: una salida política, no una a la fuerza. Guerra civil, intervención externa: ninguno de esos escenarios se descarta, dicen especialistas. La UE quiere evitarlos.
Neutrales y no neutrales
Al encuentro del ICG, liderado por la Alta Representante para la Política Exterior de la UE, Federica Mogherini, acuden Francia, Alemania, Italia, Holanda, Portugal, España. Suecia y Reino Unido.
Bolivia, Costa Rica, Ecuador y Uruguay forman parte del grupo, representando a América Latina. El Vaticano y Suiza y Noruega –que no pertenecen al bloque- también serían observadores cercanos de esta iniciativa.
Que México asista no significa que haya aceptado ya ser parte del grupo. Un encuentro ministerial entre México y Uruguay para apoyar el diálogo coincide con el lanzamiento de este grupo internacional promovido por la UE. No obstante, la puerta no está cerrada.
La diferencia entre lo que propone México y lo que plantea la UE es, precisamente, que los europeos no buscan ahora mediar entre las partes. No existe base para ello, informan fuentes europeas. La idea es detectar vías internacionales para lograr abrir un proceso político que acabe con la crisis. El cómo, habrá que definirlo.
¿Objetivo?
De las últimas declaraciones desde Caracas se desprende que se ve con buenos ojos esta nueva posibilidad de explorar sendas de entendimiento. Para la oposición en el exilio, no obstante, la vía debe ser una sola: "Cualquier grupo de trabajo tiene que ser exclusivamente para definir los términos del fin de la usurpación. Es decir, retirar a Maduro del Palacio de Miraflores y que se consolide la transición para que Juan Guaidó pueda convocar, como presidente legítimo que es, un proceso electoral absolutamente transparente”, dijo, en Bruselas, a DW Antonio Ledezma, líder opositor.
Precisamente por eso, para comenzar, no están invitados a ese encuentro ni representantes del gobierno en funciones de Nicolás Maduro, ni del lado del autoproclamado presidente interino, Juan Guaidó.
Con la actual enquistada situación y con la base de fallidas experiencias anteriores – los diálogos de República Dominicana, por ejemplo-, esta iniciativa se pone un plazo de noventa días, a partir del 7 de febrero de 2019. De no haber resultado concreto, se disolvería. El plazo así propuesto, según fuentes informadas, es para evitar que la salida negociada se convierta en una instancia sin fin.
Montevideo
En una segunda fase –que solo comenzaría de haber muestras creíbles de voluntad-, el ICG llevaría sus propuestas a los actores nacionales para emprender un proceso que conduzca a elecciones inmediatas, libres y justas.
En concreto, ¿de qué se trata en este primer encuentro? "Se van a posicionar y van a poner las líneas rojas de hasta dónde va a llegar cada uno”, dice a DW Anna Ayuso, analista senior del think tank europeo CIDOB. "Luego, probablemente será Uruguay quien inicie un acercamiento a Maduro”, agrega.
La neutralidad mantenida por Montevideo le permitiría actuar mejor que a los que han tomado partido; la misma Unión Europea, por ejemplo. Aunque como Unión no ha reconocido al presidente interino –no es competencia de Bruselas, recuerdan fuentes oficiales-, el que una veintena de sus miembros ya lo haya hecho, le quita margen de maniobra.
Salida militar no es solución
Como fuere, la alternativa de favorecer un cambio con intervención militar no tiene consenso entre los socios europeos.
"Si bien la UE ha seguido a Washington en reconocer a Guiadó, también ha sido coherente con su denuncia de las elecciones de mayo de 2018. La creación de este grupo, por otro lado, es un intento de salir de la dinámica de 'seguidismo' hacia Estados Unidos”, agrega la analista del CIDOB. Un precedente sería el apoyo europeo, en contra del rumbo estadounidense, al Grupo de Contadora, en la década de 1980, para acabar con la guerra en América Central.
En este caso, "la iniciativa es un intento de frenar una intervención, que supondría un conflicto internacional que podría durar años”, afirma Ayuso. ”Y aunque probablemente Nicolás Maduro no los va a aceptar como mediadores, el Grupo de Contacto es algo que da al régimen un balón de oxígeno de tres meses. En esa medida le conviene”, concluye.
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Venezuela: un país, dos presidentes
El presidente de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó, desafió abiertamente a Maduro y se autoproclamó presidente. Desde entonces, en Venezuela se vive una lucha de poder acompañada de protestas y una crisis que no cesa.
Imagen: picture-alliance/dpa/C. Becerra/R. Pena
En curso de confrontación
Con solo tres semanas en el cargo, el nuevo presidente de la Asamblea Nacional venezolana, Juan Guaidó, se convirtió en la nueva cara de la oposición. El miércoles (23.01.2019), el político de 35 años se declaró presidente interino. El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, le aseguró inmediatamente su apoyo. Las fuerzas armadas venezolanas, sin embargo, apoyaban a Nicolás Maduro.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
Disturbios y muertes
27 soldados se habían amotinado contra Maduro el lunes anterior (21.01.2019). Desde el fracaso de este levantamiento, la situación empeoró en el país con protestas y disturbios. Según el Observatorio de Conflictos Sociales (OVCS), una organización no gubernamental, al menos 13 personas perdieron la vida.
Imagen: Reuters/C. Eduardo Ramirez
Guaidó, ¿portador de esperanza?
Ese mismo miércoles, cientos de miles de personas siguieron el llamamiento a protestar de la oposición. Se manifestaron contra el gobierno socialista de Maduro, al que culpan la mala situación económica, la represión y la mayor inflación a nivel mundial. Los obispos venezolanos pidieron a los militares que protegieran a los ciudadanos.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
"Venezuela pide libertad y un Estado de Derecho"
Un manifestante en Caracas es llevado en motocicleta a un lugar seguro. En la madrugada del jueves (24.01.2019) continuaron los enfrentamientos violentos entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes. El presidente estadounidense, Trump, dijo en una declaración: "La sociedad venezolana ha alzado valientemente la voz contra Maduro, y ha pedido libertad y un Estado de Derecho"
Imagen: Reuters/C. Eduardo Ramirez
Maduro moviliza a sus seguidores
Los seguidores de Maduro también salieron a la calle esa semana y celebraron el fin de la dictadura militar de Marcos Pérez Jiménez, derrocado el 23 de enero de 1958. En una maifestación masiva en Caracas, Nicolás Maduro demandó que sus partidarios defendieran a su gobierno y al socialismo.
Imagen: Reuters/Miraflores Palace
Apoyo desde el extranjero
Estas dos venezolanas sostienen en Honduras carteles que muestran su apoyo a Juan Guaidó. En el curso de la crisis estatal y de suministro, que ya dura varios años, cerca de tres millones de venezolanos han abandonado su país. Las Naciones Unidas advirtieron recientemente que podría producirse otro éxodo masivo en 2019.
Imagen: Reuters/
Reconocimiento militar
El dos de febrero, entre marchas de opositores y oficialistas en Caracas, el general de aviación Francisco Yáñez desconoció la "autoridad dictatorial de Maduro" y reconoció a Guaidó como presidente actual del país. Hasta este momento, el militar de más alto rango en hacerlo.
Imagen: twiter.com
Ayuda detenida en la frontera
Mientras la situación sigue agravándose, el contigente de ayuda humanitaria con medicinas y alimentos enviados por EE.UU. quedó bloqueado en la frontera de Cúcuta, Colombia. Maduro acusó a Washington de querer usar la ayuda humanitaria como "excusa" para una invasión militar.
Imagen: picture-alliance/dpa/AP/F. Vergara
Política vs. cultura: dos presidentes, dos conciertos
El 22 de febrero, durante un concierto humanitario organizado en Cucutá, Guaidó apareció por sorpresa junto a presidentes de Colombia, Chile y Paraguay, desafiando la prohibición de salir del país. Del lado venezolano también se convocó otro evento musical bajo el lema "Manos fuera de Venezuela".
Imagen: Getty Images/AFP/L. Robayo
Apagones en Venezuela
Entre la crisis de Gobierno, desde principios de marzo los apagones se suceden por toda Venezuela, empeorando la situación de la población. El 7 de marzo, 23 de los 24 Estados del país se vieron afectados. Maduro denunció sabotaje para desestabilizarlo.
Imagen: picture-alliance/dpa/NurPhoto/J. Lanza
Ayuda humanitaria en el foco de la lucha política
Finalmente la Cruz Roja consiguió comenzar con la distribución de ayuda humanitaria el 16 de abril tras autorización de Maduro. Cerca de 24 toneladas de asistencia humanitaria llegaron a Caracas provenientes de Panamá.
Imagen: Reuters/M. Quintero
Marcha del primero de mayo
Pocos días antes del primero de mayo, día internacional del trabajo, Guaidó convocó a una marcha en Venezuela. El presidente autoproclamado invita a una gran movilización ciudadana en el país para exigir "el cese definitivo de la usurpación".
Imagen: picture-alliance/dpa/A. Hernandez
Movilizaciones previas a la "gran marcha"
Un día antes de la anunciada movilización, un grupo de militares se alzó contra el Gobierno. Guaidó volvió a llamar a tomar las calles con la llamada "Operación Libertad" hasta lograr la caída de Maduro. Por su parte, el régimen de Venezuela denunció otro intento de golpe de Estado.