El pulso por Venezuela seguirá en temporada festiva. Bruselas sigue sosteniendo que dará detalles el 05.01.2021. El reconocimiento de Guaidó está en juego. Sobre posibles escenarios, DW recogió opiniones.
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La incógnita se mantendrá hasta el cinco de enero: apenas entonces Bruselas se pronunciará claramente acerca de las dos Asambleas Nacionales en Venezuela. Hasta ese momento, según fuentes europeas, se hará un examen jurídico de si es posible seguir legitimando a la Asamblea Nacional elegida en 2015.
Sea cual fuere la decisión, desde la diplomacia europea se afirma que la Unión Europea seguirá apoyando a la oposición democrática venezolana. La pregunta es: ¿con Juan Guaidó a la cabeza?
En las capitales de la UE y en Bruselas el quebradero de cabeza está en que “la legitimidad de Guaidó se basa en la presidencia de una Asamblea cuyo reloj constitucional ha acabado”, comenta a DW Javi López, copresidente de la Asamblea Euro-Latinoamericana (Eurolat).
Las repercusiones legales de seguir reconociendo a Guaidó -como lo hacen actualmente 60 países- no son irrelevantes. El acceso a fondos venezolanos, por ejemplo, es una de ellas. “El encaje jurídico es muy endeble”, agrega López, con el visor puesto en una decisión conjunta de los europeos.
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¿Avalar la continuidad de la Asamblea Nacional de 2015?
Según explicó a la prensa el propio Juan Guaidó en Bruselas -en busca de apoyo internacional después de los comicios del seis de diciembre-, el artículo 233 de la Constitución venezolana prevé que el presidente encargado mantiene su cargo hasta que haya una nueva elección legítima.
“No se puede transferir el único poder, el único bastión legítimo, a quienes han cometido un fraude”, dice a DW María del Carmen Ponte, representante del gobierno interino de Guaidó ante el Reino de Bélgica y la UE. “Los únicos electos formalmente con garantías electorales son los actuales diputados”, agrega.
Constitución venezolana versus control efectivo
De cualquier modo, el gobierno de Nicolás Maduro, en términos reales, es el que controla las instituciones. Otras fuentes diplomáticas consultadas por DW recuerdan que la legitimidad democrática, internacionalmente, no es el único criterio para reconocer o desconocer instituciones. Que el control efectivo también pesa. El paso del tiempo en Venezuela -a dos años de gobierno interino de Guaidó, sin mayores avances- fortalecería esto último.
Por otro lado, “estamos conscientes del creciente acoso a las organizaciones de la sociedad civil que llevan a cabo el trabajo humanitario en una situación dramática”, explicaba, en la delegación para las relaciones con los países del Mercosur, Javier Niño, subdirector para las Américas del Servicio Europeo de Acción Exterior. Del impacto de la migración venezolana en los países vecinos -también en los países y territorios europeos en ultramar-, el grado de conciencia es muy alto.
En ese contexto, “en nuestra consulta popular incluimos la pregunta acerca del apoyo internacional”, sigue la representante de Guaidó ante la UE. “Quedó claro que consideramos que los venezolanos solos no vamos a poder cambiar la situación”, agrega.
En busca del consenso por (el bien de) Venezuela
En ese sentido, ¿tendrá el apoyo de la Eurocámara el gobierno interino de Juan Guaidó? “Nos van a apoyar”, afirma Ponte. Si bien se podría lograr una mayoría favorable en el legislativo europeo -que alberga todo el espectro político europeo, pero que no tiene poder decisorio en relaciones internacionales-, lo decisivo será lo que el equipo de Josep Borrell, Alto Representante para las Relaciones Exteriores de la UE, amalgame con las capitales.
Se mire como se mire, la situación es difícil, así como todo análisis, dicen a DW fuentes diplomáticas. Independientemente de hacia dónde se decante la UE hasta el cinco de enero, la huida hacia adelante serían las elecciones regionales previstas para el 2021, con la participación de todos los actores políticos, los oficialistas incluidos. En ese sentido irían los esfuerzos europeos.
¿Qué opinan de la propuesta europea los principales partidos de la oposición, el llamado G-4? “Estamos de acuerdo en negociar. Podemos ir a esas elecciones, con condiciones garantizadas”, dice Ponte, subrayando que tanto presidenciales como legislativas, creíbles, están pendientes.
En cualquier caso, tensa es la espera por una decisión que marcará la relación con quienes detentan el control en Venezuela.
Por lo pronto, claro queda que no van a reconocer a una Asamblea que surge de unos comicios ni creíbles ni inclusivos. Pero también es casi un hecho que Bruselas será cauta, con el propósito de no cortar el espacio de diálogo -para cuyo éxito requiere de actores como Rusia, China y Turquía- ni los canales de acceso para la ayuda humanitaria.
(cp)
Venezuela: un país desangrado
El 6 de diciembre se llevaron a cabo elecciones parlamentarias en Venezuela en medio de la peor crisis en años. Hambre y escasez caracterizan la vida cotidiana en el país. La necesidad se manifiesta de muchas formas.
Imagen: Jimmy Villalta/UIG/imago images
Neveras vacías
En 2018, la nación caribeña registró la inflación más alta en su historia: 65.374%, según el portal alemán Statista. En el mismo año, el Fondo Monetario Internacional incluso calculó la inflación en 1.370.000%. Debido a la falta de divisas, apenas se pueden importar bienes. Comprar en los supermercados es imposible para la mayoría de los venezolanos debido a los altos precios.
Imagen: Alvaro Fuente/ZUMA Press/imago images
Alimentando a los pobres en la ciudad de Valencia, estado Carabobo
Solo aquellos que traigan su propio plato o envase pueden comer algo. Incluso las organizaciones de ayuda humanitaria carecen de cubiertos desechables. El otrora rico país ha estado sufriendo una grave crisis de abastecimiento durante años. Hay escasez de todo: comida, medicinas y las cosas más básicas, como jabón y pañales.
Imagen: Juan Carlos Hernandez/ZUMA Wire/imago images
Los niños se mueren de hambre
En Caracas, los niños extienden desesperadamente los brazos cuando Caritas u otras organizaciones distribuyen alimentos. Muchos no han comido en días. El 96 por ciento de los hogares vive en la pobreza, 64 por ciento en pobreza extrema, según un estudio de la Universidad Católica Andrés Bello. La carne, el pescado, los huevos, las frutas y las vegetales solo se sirven en muy pocas familias.
Imagen: Roman Camacho/ZUMA Press/imago images
Sistema de salud al borde del colapso
El que lamentablemente tenga que ir a un centro de salud, como aquí en el Hospital San Juan de Dios de Caracas, tiene que pagar sus propios medicamentos y suministros como catéteres y jeringas. Más de un tercio de los 66.000 médicos con licencia ya abandonaron el país. El número de otros profesionales de la salud también se ha reducido, lo que ha llevado al sistema sanitario al borde del colapso.
Imagen: Dora Maier/Le Pictorium/imago images
Barro y madera como materiales gratuitos de construcción
Un niño juega en su casa de bahareque, un tipo de vivienda hecha de madera y barro cuya construcción se remonta a la época precolombina. Debido a la creciente pobreza extrema en las zonas rurales, estas estructuras se están volviendo más comunes nuevamente. Bajo estos techos no hay agua corriente ni electricidad.
Imagen: Jimmy Villalta/UIG/imago images
No hay electricidad en Venezuela
Los apagones permanentes paralizan regularmente el país. La oposición señala las inversiones demoradas, la corrupción y el mantenimiento inadecuado de los sistemas eléctricos como las razones. Por ello, el gobierno tomó medidas drásticas para ahorrar electricidad. Por un tiempo, los funcionarios públicos incluso redujeron su semana laboral a dos días hábiles para ahorrar energía. Sin éxito.
Imagen: Humberto Matheus/ZUMA Press/imago images
Viviendo en la calle
Cuando se va la luz, hace un calor insoportable en las casas si no se tiene un aire acondicionado que funcione. Entonces la gente traslada la vida a las calles, como aquí en Maracaibo. Por años ha habido cortes de energía no solo regionales en Venezuela, sino también nacionales. El presidente Nicolás Maduro asegura que sus oponentes hacen actos selectivos de sabotaje contra la infraestructura.
Imagen: Humberto Matheus/ZUMA Press/imago images
Escasez aguda de agua
En la parroquia Santa Rosa, en la ciudad de Valencia, el suministro de agua ha colapsado de forma tal que hasta la gente se baña y lava su ropa y otras cosas en charcos al costado de la carretera. Ya no hay agua potable.
Imagen: Elena Fernandez/ZUMA Wire/imago images
Luz y agua
En el río Guaire fluyen solo aguas residuales y productos químicos tóxicos. En Venezuela, el agua y la electricidad son delicadamente interdependientes: la falta de electricidad y mantenimiento agrietaron las paredes de los embalses del país y el nivel del agua bajó. Como resultado, se generó menos electricidad en las centrales hidroeléctricas y se produjeron apagones. Un círculo vicioso.
Imagen: Adrien Vautier/Le Pictorium/imago images
En busca de agua potable
En Guacara, en el estado Carabobo, una residente camina por las calles con recipientes de plástico en busca de agua potable. En algunos lugares de Venezuela solo hay unas pocas horas de agua corriente tres días a la semana. Por esta razón, muchas familias llenan rápidamente todas las botellas y frascos que encuentren para tener un poco de agua cuando la sequía vuelva.
Imagen: Juan Carlos Hernandez/ZUMA Wire/imago images
Aguas contaminadas
Los venezolanos nadan en petróleo, pero no de buena manera: en el lago de Maracaibo, los pescadores arrojan sus redes desde neumáticos viejos, a pesar de que el agua está contaminada con petróleo. Las costas también están afectadas. Debido a fugas en oleoductos y una avería en una refinería cerca de Puerto Cabello, en el noroeste del país, unos 20.000 barriles de crudo se derramaron al mar.
Imagen: Miguel Gutierrez/Agencia EFE/imago images
"El pueblo necesita gasolina"
En Guacara, en el estado Carabobo, la gente espera con sus automóviles enfrente de las estaciones de servicio por más de dos semanas para cargar gasolina. Venezuela tiene que importar petróleo de Irán porque sus propias plantas petroleras en ruinas apenas pueden producirlo. Hace 10 años, la tasa de producción era de unos 2,3 millones de barriles al día. Ahora es menos de la mitad.
Imagen: Juan Carlos Hernandez/ZUMA Wire/imago images
El suministro de energía colapsó
En Caracas, la gente espera en la calle con sus bombonas de gas vacías con la esperanza de que por fin puedan volver a llenarlas. Dado que las fuentes de energía y gasolina fallan repetidamente en Venezuela, la gente ha cambiado al gas. Pero este recurso también se ha vuelto escaso.
Imagen: Miguel Gutierrez/Agencia EFE/imago images
Las aureolas se desvanecieron
Los rostros de Hugo Chávez, Fidel Castro, Evo Morales y Rafael Correa miran desde la pared de una casa en Caracas hacia un basurero desbordado. Muchos venezolanos veneraron como santos a los líderes socialistas de Venezuela, Cuba, Bolivia y Ecuador. En Venezuela, el "socialismo del siglo XXI" no ha cumplido su promesa de prosperidad para todos.