‘Guardianes por la Vida’: la voz de los jóvenes colombianos
Judit Alonso
6 de febrero de 2021
Son más de doscientos niños y jóvenes, de entre 3 y 20 años, repartidos en todo el país que reclaman al gobierno colombiano más acción en la lucha contra el cambio climático.
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"La solidaridad de tantas personas es una inspiración para seguir adelante". Con estas palabras Francisco Javier Vera Manzanares, fundador del movimiento ambiental 'Guardianes por la Vida', se limita a contestar sobre la amenaza de muerte que recibió hace unas semanas y que conmocionó al país.
Colombia es el país más letal para líderes ambientales. Solo en este 2021 han sido asesinados más de una veintena de líderes. Por ello, el suceso le catapultó a la escena internacional llegando a recibir mensajes de apoyo de Michelle Bachelet, Comisionada de la Naciones Unidas para los Derechos Humanos.
No obstante, un discurso en el Congreso de Colombia en diciembre de 2019 lo dio a conocer en su país. "Sentí mucha emoción, poder llegar a esos espacios, era como un sueño para mí", asegura en entrevista con DW el activista de 11 años. "Nunca en el Congreso de mi país se había visto eso", agrega orgulloso.
El activista colombiano empezó a manifestarse los viernes en el marco del llamado de la activista sueca Greta Thunbergpara reclamar más acción en la lucha mundial contra el cambio climático. El punto de arranque fue una marcha en marzo de 2019. "Iniciamos una movilización con seis niños, tres con unas pancartas, otros dos iban con una bolsa de basura recogiendo papeles y basura y otro con unos volantes. Nos fuimos desde mi casa (Villeta) a la alcaldía y ahí hicimos un discurso sin megáfono, sin micrófono, sin nada y luego empezamos a generar esas mismas movilizaciones cada viernes", recuerda.
Distintas realidades
Vera recalca que el entorno en el que vive lo motivó a involucrarse en la lucha por la defensa de la naturaleza. "Soy activista, animalista y contemplé la naturaleza, la admiro y lucho por ella. De esa pasión por ese animalismo inicié ‘Guardianes por la Vida", explica.
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El activista es comparado con frecuencia con la fundadora del movimiento juvenil "Fridays for Future". "Admiro su trabajo, pero Greta está en Europa, es otro contexto en el que ella viva, mientras que Colombia es un país desigual", recuerda. "En Colombia, el ser líder ambiental es una amenaza, mientras allí se garantiza mucho más poder alzar la voz", agrega considerando que "compararme con Greta es descontextualizar por las realidades que vivimos los dos".
Asimismo, recuerda que mientras ‘Fridays for Future' es un movimiento que se desarrolla en muchas ciudades del mundo, "nosotros hemos tratado de salir de esa centralización hacia el territorio".
La voz del territorio
El objetivo del movimiento es poner el cambio climático "en el centro de discusión y que sea un punto fundamental para los gobiernos, los ciudadanos y las empresas". Para ello, el movimiento ambiental, en el que se aglutinan más de doscientos niños y jóvenes, de entre 3 y 20 años, pretende alzar la voz de aquellos que se encuentran fuera de la capital.
Una de ellas es Sara Manzanares, de 11 años. Vive en Cajica (Cundinamarca) y forma parte del movimiento, en el que ejerce como defensora de los animales, desde hace dos años. "Nosotros somos la voz de los animales, ellos no tienen cómo expresar el dolor o sus sentimientos hacia nosotros", dice en entrevista con DW. Por este motivo, su tarea consiste en "hacer conciencia social del abandono, del maltrato, del abuso, de la negligencia, de la sobreexplotación, del testeo animal, de las corridas de toros, de las peleas de gallos, de perros, del tráfico de animales".
La futura veterinaria alertó de la disminución de especies en el mundo debido a la caza ya que "algunas personas los matan por explotación, para vender sus pieles, sus colmillos, sus garras" y el tráfico de animales. "Llegaron más de 300 especies de Amazonas a Bogotá", lamenta.
Para generar concienciación alrededor de los animales, Manzanares participa en las redes sociales del movimiento. "De algunas especies no se habla tanto y es importante que la gente conozca sobre ellas", apunta a DW Camilo Torres, de 13 años, que también participa en la iniciativa.
Vive en Bucaramanga y se integró en el movimiento hace un año. Las nuevas tecnologías han sido fundamentales para sumar a nuevos miembros durante la pandemia.
Una mirada fresca de la ecología
"La ecología acá en Colombia se habla entre adultos y las organizaciones sobre ecología son de gente mayor, con ideales de hace tiempo y no encontraba una conexión entre esas personas y yo", dice recordando la motivación que le causó ver una de las intervenciones de Vera.
"Estamos viviendo desde hace tiempo en emergencia climática", alerta apuntando que mientras la capital colombiana ya la declaró, en el resto del país la demanda no ha sido tenida en cuenta.
Además de ese objetivo principal, el movimiento se implica en luchas territoriales como la defensa del páramo de Santurbán, para la que elaboró una serie de vídeos invitando a la población a participar en la misma. "El páramo nos da agua y en Bucaramanga surgieron distintas protestas porque no queríamos que el agua corriera peligro", recuerda Torres. "Necesitamos agua para vivir", subraya.
La paralización, por ahora, de un proyecto minero que lo amenaza puede considerarse como uno de los logros obtenido, así como la prohibición de los ensayos en animales y la recolección de 25.000 firmas para prohibir los plásticos de un solo uso, entre otros. Asimismo, el movimiento ha transpasado fronteras y ya cuenta con nodos en otros países como Argentina, México y Venezuela.
(lgc)
Huelga mundial por el clima
El punto de partida de la huelga mundial por el clima fue en Australia. Alrededor de 150 países participan en las manifestaciones contra el calentamiento global. DW hace un repaso de algunas de ellas.
Imagen: Reuters/C. Platiau
Islas Salomón: el calentamiento global de cerca
Niños en las Islas Salomón protestan en la playa, con faldas tradicionales, contra el aumento global de la temperatura. La existencia del archipiélago en el Pacífico Sur está directamente amenazada por el aumento del nivel del mar.
Imagen: 350 Pacific via Reuters
Nueva Caledonia: solidaridad del Pacífico
Protesta también en Noumea, capital del territorio francés de ultramar de Nueva Caledonia. Aquí, por ejemplo, los arrecifes de coral están gravemente amenazados por la acidificación de los océanos, que provoca el aumento de la concentración de CO2 en el agua.
Imagen: 350 Pacific via Reuters
Australia: máscaras de gas en lugar de clases
En Australia, decenas de miles de personas salieron a las calles para exigir una mejor protección del clima, como esta chica de Sydney.
Imagen: Getty Images/J. Evans
Sydney: Greta, un modelo a seguir para los más pequeños
En el puente Harbour de Sydney, estas chicas muestran su apoyo al Movimiento Viernes por el Futuro, especialmente a su propulsora, Greta Thunberg.
Imagen: Getty Images/B. Mitchell
Japón: Visión escéptica
Este póster en la huelga climática en Tokio no está escrito en japonés, sino en inglés. Así la demanda puede entenderse en todo el mundo.
Imagen: Reuters/Kim Kyung-Hoon
Filipinas: consecuencias que ya se notan
Activista en Quezon, un suburbio de la capital filipina, Manila. Según las organizaciones de socorro, actualmente los efectos del cambio climático ya se notan en Filipinas. Las regiones costeras se inundan con mayor frecuencia y los tifones se vuelven más fuertes.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/B. Marquez
Indonesia: pobre oso polar
En Surabaya, en la isla de Java, Indonesia, esta niña ha pintado un oso polar con una mirada conmovedora: "¡Hambre!" dice el animal en un trozo de hielo que se desplaza en el Ártico y se derrite lentamente.
Imagen: AFP/Getty Images/J. Kriswanto
Tailandia: "¡Es nuestro futuro!"
En Bangkok, Tailandia, los estudiantes salen a la calle. Protestan enérgicamente cerca del Ministerio de Recursos Naturales y Medio Ambiente, exigiendo la preservación de su futuro.
Imagen: Reuters/Soe Zeya Tun
Bangladesh: Protesta en azul
Estudiantes en la capital de Bangladesh, Dhaka, también hacen huelga. Con sus 165 millones de habitantes, el país densamente poblado es particularmente susceptible al aumento del nivel del mar, ya que apenas hay áreas altas.
Imagen: Getty Images/A. Joyce
Sri Lanka: apoyo del mundo del cómic
Los políticos que niegan el cambio climático son criminales climáticos, dicen estos cuatro personajes en su pancarta en la capital de Sri Lanka, Colombo.
Imagen: Reuters/D. Liyanawatte
Kenia: crítica a los negacionistas
"¡La negación no es política!" También en Nairobi, la capital de Kenia, en el este de África, los activistas promueven una acción política decidida contra el cambio climático.
Imagen: Reuters/B. Ratner
Sudáfrica: "El carbón mata"
Varios cientos de personas, especialmente jóvenes, tomaron las calles en Johannesburgo, Sudáfrica. Las pancartas decían "no hay futuro en un planeta muerto", o "el carbón mata". Sudáfrica, productor de carbón, utiliza principalmente este combustible.
Imagen: Getty Images/AFP/M. Spatari
Turquía: imágenes coloridas
Miles protestan contra el calentamiento global en la capital turca, Ankara, pero no solo los estudiantes, sino también los más pequeños.
Imagen: picturealliance/AA/E. Hacioglu
Chipre: el clima no conoce fronteras
Los estudiantes y sus familias se manifiestan en Nicosia, la capital de Chipre. ¿Y si el miedo al cambio climático los conecta con la gente del norte, más allá de la línea de demarcación de la isla mediterránea?
Imagen: AFP/Getty Images/I. Hatzistavrou
Polonia: El invierno no llega
En Gdynia, en la costa polaca del mar Báltico, esta manifestante afirma "El invierno no llega", recurriendo a la fantasía épica de "Juego de tronos" para advertir que el invierno podría desaparecer en el futuro. Polonia genera alrededor del 80 por ciento de su energía con carbón, más que cualquier otro país de la Unión Europea.
Imagen: picture-alliance/NurPhoto/M. Fludra
Múnich: el hielo se derrite
Alrededor de 250.000 personas participaron en la capital bávara, Múnich, en las protestas climáticas. Incluidos estos activistas, que estuvieron parados sobre trozos de hielo debajo de una horca, con un lazo alrededor del cuello.
Imagen: Reuters/M. Dalder
Bonn: "Haz que la tierra se enfríe de nuevo"
También en la Plaza de las Naciones Unidas de Bonn, cerca de la sede de Deutsche Welle, los empleados de DW y la vecina ONU, así como de la Deutsche Post, siguieron la convocatoria de huelga para los Viernes del Futuro.
Imagen: DW/A. Tasci-Steinebach
París: "Je suis Climat"
Huelga climática también en París: según informaron medios locales, alrededor de 9.400 jóvenes manifestantes recorrieron las calles. En el Acuerdo de París, en 2015, la comunidad internacional acordó limitar el aumento de temperatura a menos de 2 grados en comparación con niveles preindustriales.