Dar a conocer los Derechos Humanos y hacerlos comprensibles, en un país donde constantemente son ignorados, y al mismo tiempo aprender a trabajar con estándares periodísticos y crear una página de Internet fueron las tareas que tuvo que realizar un grupo de jóvenes provenientes de las áreas más pobres de la Ciudad de Guatemala. ¡Todo un reto!

En noviembre del 2013 comenzó el proyecto como tan solo una idea sobre el papel. En ese momento, no sabíamos si los muchachos guatemaltecos aceptarían esta propuesta que venía de "los alemanes", pero inmediatamente después del inicio nos quedó claro que habíamos tocado un punto importante.

Chicos y chicas de entre 15 y 19 años nos contaron cómo viven con el estigma de venir de barrios marginales. Nadie les apoya, por el contrario: están acostumbrados a escuchar recriminaciones como "son unos criminales", "son miembros de pandillas". Y los medios refuerzan estos prejuicios. "Los participantes en el proyecto coincidieron en que la prensa del país no refleja lo que viven a diario", mencionó el capacitador de DW Akademie Hans Günter Kellner. "Por eso les entusiasmó desde el principio la idea de crear una página de Internet, hecha por jóvenes para jóvenes, en la que fueran ellos quienes reportearan sobre su realidad y los Derechos Humanos".

Una atención poco habitual

Habíamos dado el primer paso, pero aún quedaba mucho por hacer antes de comenzar con la construcción del portal. En un curso que llevé a cabo a finales de marzo de 2014 junto a nuestro experto en medios de comunicación Alvaro Liuzzi de Argentina, hablamos sobre los principios periodísticos, impartimos conocimientos básicos de Internet y planteamos preguntas elementales como cuál es la diferencia entre un artículo y una entrevista, cómo encontrar temas que despierten el interés de los usuarios y qué hacer para desarrollar una web.

Persuadir y alentar a los jóvenes para que se atrevieran a decir lo que realmente opinan fue un arduo trabajo, así como transmitirles que los Derechos Humanos son inherentes a todas y cada una de las personas del mundo. Por suerte no estuvimos solos, Martina Richards, del proyecto "Prevenir" de la GIZ de la cooperación alemana, colaboró con nosotros dándoles a los jóvenes talleres de Derechos Humanos. También contamos desde el principio con la ayuda de nuestros colaboradores locales Puente Belice e IGER.

Hasta ese momento, los jóvenes no habían experimentado que se les tomara en cuenta, a menudo ni siquiera por sus propios padres. En una conversación en grupo, Rogelio nos platicó que un día lo regresaron a casa de la escuela porque no llevaba uniforme. La razón era que su familia no podía permitirse uno nuevo. "Pero ante los ojos de mis papás yo era el culpable. Estaban seguros de que había causado algún tipo de problema y que por eso había sido regresado a casa", contó.

En situaciones de ese tipo, les recordábamos a los chicos sus derechos y que estos incluyen el derecho a la educación. En esto quiso hacer especial hincapié Nelson Oliva, coordinador del proyecto en Ciudad de Guatemala, quien siempre estuvo presente para mantener al grupo unido, aclarar todas las dudas y escuchar preocupaciones.

Reportajes sorprendentes y valientes

De las largas sesiones de trabajo resultaron artículos que nos conmovieron hasta las lágrimas. María escribió sobre su hermano, asesinado por "traición" por una pandilla cuando decidió abandonarla. Roger tomó una fotografía de los botes de basura desbordados en su escuela, y en un artículo explicó como los residuos contaminan los mantos acuíferos, lo que afecta a la salud de los habitantes de la zona.

Finalmente, tras un taller de profundización en junio de 2014, los jóvenes obtuvieron puestos en redacciones periodísticas "reales" como reporteros, fotógrafos, diseñadores gráficos y redactores multimedia y de redes sociales. Hoy están orgullosos de haber sido parte de Reporteros Jóvenes, quieren contribuir a cambiar algo en sus barrios y desean que la dirección del proyecto quede en sus manos.

Reporteros Jóvenes es un proyecto de colaboración entre DW Akademie y GIZ que tiene como objetivo el refuerzo de los Derechos Humanos, la libertad de expresión y el acceso a la información de especialmente jóvenes desfavorecidos. El proyecto está financiado por el Ministerio alemán para la Cooperación Económica y el Desarrollo.