Guatemala detiene a 25 policías por tráfico de migrantes
2 de octubre de 2024
Según la Fiscalía, los agentes sobornaban a personas migrantes -de países como Cuba, China, Ecuador, Haití, Rusia, Venezuela y Vietnam- para dejarlas avanzar por el territorio guatemalteco.
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Las fuerzas de seguridad de Guatemala arrestaron este martes (01.10.2024) a 35 personas -entre ellas 25 policías- presuntamente vinculadas a una red de tráfico de migrantes procedentes de América, África y Asia que buscaban llegar a Estados Unidos.
El Ministerio Público (MP, Fiscalía) detalló que, adicional a los 25 miembros de la Policía Nacional Civil (PNC) detenidos, hay órdenes de captura contra otros cuatro agentes. Asimismo, fueron arrestadas 10 personas más, presuntas responsables de la banda.
El fiscal Marvin Orellana declaró a periodistas que la investigación sobre la red de tráfico de personas empezó en 2021 y "se han documentado varios eventos sobre el funcionamiento de la estructura" criminal. Explicó que la red operaba en los departamentos (provincias) de Chiquimula (este), Guatemala (centro), Retalhuleu (suroeste) y San Marcos (oeste), con el traslado de migrantes irregulares inicialmente a México y luego a Estados Unidos.
Orellana dijo también que no se utilizaron patrullas para el traslado de las personas migrantes en territorio guatemalteco, pero sí para hacer pagos vinculados a la red criminal. De acuerdo con la investigación, los policías detenidos cobraban sobornos a los grupos migrantes para dejarlos avanzar por el territorio guatemalteco y, en otros casos, los dejaban pasar sin revisarlos. Orellana puntualizó que dichas personas migrantes procedían principalmente de Cuba, China, Ecuador, Haití, Rusia, Venezuela y Vietnam, entre otros países.
Los policías fueron detenidos en un amplio operativo, para ser trasladados posteriormente a la Torre de Tribunales del Organismo Judicial guatemalteco, a pocos kilómetros del centro de la Ciudad de Guatemala. Los agentes están acusados de asociación ilícita, incumplimiento de deberes, cohecho pasivo y obstrucción de la Justicia, según el MP.
Cada año, miles de personas cruzan irregularmente el país centroamericano en busca de llegar a Estados Unidos, según datos de organizaciones internacionales.
ama (efe, afp, reuters)
La larga marcha de los migrantes latinos hacia EE. UU.
Luego de caminar miles de kilómetros para llegar a la frontera con EE. UU., los migrantes se topan allí con un cerco de ocho metros de altura, de acero u hojalata. Para ellos, simboliza rechazo y discriminación.
Imagen: Getty Images/AFP/G. Arias
Ocho metros hasta EE. UU.
Se estima que el cerco que conforma la frontera entre México y EE. UU. tiene ocho metros de altura. Los migrantes quieren cruzarla cueste lo que cueste, ya que sueñan con poder llevar una vida digna en ese país. Pero detrás de la frontera los espera la política represiva de Donald Trump, que, como casi ningún otro gobierno estadounidense, continúa azuzando a la gente con su discurso antimigración.
Imagen: Getty Images/AFP/G. Arias
El ingreso ilegal a la "Tierra prometida"
Uno de los migrantes ha logrado cruzar la frontera y llegar a EE. UU. Pero si podrá permanecer allí, está por verse. Si las autoridades de EE. UU. lo atrapasen, sería deportado de inmediato a México.
Imagen: Getty Images/AFP/G. Arias
Poco antes del salto hacia una nueva vida
Luego de miles de kilómetros de caminata, solo una pared de hierro separa a los migrantes de su meta. Cruzar el cerco requiere de mucha energía y valor, que ellos ya tuvieron al tomar la decisión de irse de su país en pésimas condiciones. Viajan en grandes grupos, para poder defenderse de la violencia de bandas criminales que aprovechan su indefensión.
Imagen: Getty Images/AFP/G. Arias
"Somos mexicanos, somos imparables"
Así reza este cartel, en la playa de Tijuana, insuflando coraje a los que se van de México y de países centroamericanos hacia EE. UU., en busca de un futuro mejor. Desde hace generaciones, personas de Centro- y Sudamérica intentan ingresar a EE. UU. desde México para quedarse a vivir y a trabajar allí.
Imagen: Getty Images/AFP/G. Arias
Cerco de hojalata
Esta parte de la frontera México-EE. UU. aún deja mucho que desear, como lo demuestra la hojalata de la que está hecha. Pasar al otro lado no parece ser tarea difícil para muchos de los que lo intentan.
Imagen: Getty Images/AFP/G. Arias
Miedo a la invasión
No es un sitio en guerra, sino solo el punto geográfico donde termina EE. UU. y comienza México, en San Diego, California. Esa gran ciudad en la frontera es a menudo un foco de atención debido al temor que tiene EE. UU. de que entren migrantes a través de ella. Por eso reforzaron la zona limítrofe con cientos de soldados y con cercos de alambre de púas.
Imagen: Getty Images/AFP/G. Arias
Agotamiento después del viaje
Estos migrantes no pueden más: luego de la caminata de miles de kilómetros, tratan de dormir donde y como pueden. Aquí, en Juchitán de Zaragoza, la gente descansa en el suelo, a falta de alojamiento. Luego de una corta pausa, seguirán su largo camino hacia EE. UU., con la esperanza a prueba de todo, y luchando por llegar a cumplir su sueño.
Imagen: Getty Images/S. Platt
La caravana de la pobreza
Al igual que llegaron los migrantes en 2015 desde Siria o Irak, a través de las autopistas austriacas, hasta Alemania, esta caravana marcha por las rutas de México en dirección a la frontera con EE. UU. La mayoría de los migrantes provienen de países donde reinan la corrupción, la pobreza y la violencia, como Honduras, Nicaragua, Guatemala y El Salvador.