Guatemala pide aclarar muerte de menor en frontera de EEUU
21 de mayo de 2019
Se trata del quinto menor de edad, todos ellos guatemaltecos, que muere desde diciembre tras ser detenido por la Patrulla Fronteriza estadounidense.
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La ministra de Relaciones Exteriores de Guatemala, Sandra Jovel, anunció este lunes (20.05.2019) que solicitará una investigación para esclarecer la muerte de un menor guatemalteco bajo custodia de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos en la zona del Valle de Río Grande.
En un comunicado, la Cancillería dijo que Jovel ha instruido "al consulado encargado" para que proporcione todo el apoyo para la repatriación del cuerpo del joven, y al mismo tiempo "ha instruido solicitar una investigación para que este hecho sea esclarecido lo más pronto posible".
El adolescente de 16 años murió este lunes tras haber sido detenido hace una semana por entrar ilegalmente al país por la frontera que une a México con EE. UU. en el estado de Texas. Según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por su sigla en inglés), el joven fue encontrado sin vida por las autoridades en el centro de detención de migrantes en el que estaba arrestado, cuando procedían a realizar una revisión de su estado de salud.
Se trata del quinto menor de edad, todos ellos guatemaltecos, que muere desde diciembre tras ser detenido por la Patrulla Fronteriza y el segundo en este mes de mayo.
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala dijo que el joven, de 16 años y originario de Baja Verapaz, ingresó el 13 de mayo "buscando reunificación con familiares en los Estados Unidos", momento en el que "el Consulado en McAllen Texas le brindó atención consular y se le facilitó la comunicación vía telefónica con su familia". El día 19 de mayo, la Patrulla Fronteriza informó del traslado del niño a la estación de Weslaco, en Texas, donde "lamentablemente el 20 de mayo a las 9:00" notificaron que murió por causas que "aún están en investigación".
"El Gobierno de Guatemala lamenta el fallecimiento de este niño guatemalteco, presenta sus condolencias a la familia y solicita que de manera urgente las autoridades estadounidenses se pronuncien sobre la causa de muerte y se deduzcan las responsabilidades que amerite el caso", agregó el comunicado.
Un viaje "muy peligroso"
La Cancillería ha vuelto a hacer un llamamiento a los "padres de familia" a no exponer "la vida de sus hijos al enviarlos a un viaje de manera irregular hacia Estados Unidos" porque es "muy peligroso".
"Intentar entrar en compañía de niños o adolescentes no es ninguna garantía para que sea permitido por parte de las autoridades migratorias el ingreso al territorio estadounidense", concluyó.
El pasado 16 de mayo, otro menor guatemalteco de dos años y medio, que había sido detenido junto a su madre tras cruzar la frontera por El Paso, falleció por una aparente neumonía en un hospital de EE. UU. en el que estaba ingresado desde que cruzó la frontera a principios de abril.
Antes, en abril, falleció de una infección en el cerebro Juan de León Gutiérrez, de 16 años, que fue detenido el 19 de ese mes tras cruzar solo la frontera cerca de El Paso y ser trasladado a un albergue para menores. En diciembre perdieron la vida Jakelin Caal Maquin, de 7 años, y Felipe Gómez Alonzo, de 8, en dos casos muy polémicos ya que murieron bajo custodia.
eal (efe, afp)
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Migrantes de Centroamérica: parturientas y varadas en la frontera entre México y Estados Unidos
Alvin Jr. nació en México mientras sus padres huían de Honduras con la esperanza de encontrar refugio en Estados Unidos. A pie llegaron a la frontera con Estados Unidos y allí perseveran con el bebé en brazos.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
Erly Marcial y su hijo, Alvin Jr.
La hondureña Erly Marcial, de 21 años, tuvo a su tercer hijo mientras huía de su país con su esposo con la esperanza de obtener autorización para entrar a Estados Unidos. El pequeño Alvin Jr. llegó con seis semanas de adelanto en un hospital de Puebla, México.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
México, a pie
Marcial tenía ocho meses de embarazo cuando ella y su esposo, Alvin Reyes, decidieron escapar de la violencia que azota a su ciudad, Sabá, llevando en coche a sus otros dos hijos: María (6) y David (2). Eso hizo que el viaje fuera muy lento. Honduras no es sólo uno de los países más peligrosos del mundo, sino también uno de los más pobres en Centroamérica.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
Descanso, a duras penas
La familia se vio forzada a dormir en la calle, con los niños a buen resguardo entre los padres. La breve pausa sobre el asfalto en la ciudad mexicana de Tapanatepec no fue descanso suficiente para Marcial. Pese a la abundancia de personas dispuestas a ayudar a los migrantes en su camino hacia el norte, los hondureños encontraron muy pocos lugares en México para abastecerse y relajarse realmente.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
Un momento de solaz
Un riachuelo en el sur de México, cerca deTapanatepec, les ofreció a los viajeros una de las pocas oportunidades para bañarse tranquilos. Ellos tampoco tuvieron acceso regular a asistencia médica. La suya es una odisea en el estricto sentido de la palabra.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
Hacinamiento e incertidumbre
La familia pudo cubrir un trecho de su viaje hacia el norte a bordo de un camión. El vehículo iba repleto de migrantes que, como ellos, sueñan con un futuro más auspicioso en un país más próspero que el suyo. El recorrido con el camión les permitió ahorrar energías, pero tuvo sus riesgos: Amnistía Internacional advierte que más de un vehículo cargado de migrantes se ha volteado por el camino.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
Camino al hospital
Cuando Marcial llegó a Puebla con su familia comenzaron las dolorosas contracciones que avisaban la llegada de Alvin Jr. La Cruz Roja Mexicana se encargaron de llevarla al hospital. Una red de voluntarios numerosa se asegura de que los migrantes cenntroamericanos reciban la ayuda más urgente que necesitan a su paso por México. Los lugareños suelen ofrecer alojamiento y donar alimentos y ropa.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
El día después
La alegría de la pequeña María fue grande cuando sus padres la dejaron tomar a su hermano recién nacido en sus brazos. Con la cooperación de la embajada hondureña en México, el hospital de Puebla le entregó a Marcial la partida de nacimiento de Alvin Jr. Eso era lo único que necesitaban para poder continuar su viaje hacia Tijuana, en la frontera mexicano-estadounidense.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
Varados en Tijuana
Marcial, su esposo y sus hijos quedaron represados en Tijuana como miles de migrantes centroamericanos más. Ellos esperan que esta no sea la última parada de su viaje, pero la frontera mexicano-estadounidense no es fácil de cruzar para solicitar asilo. Desde luego, si no consiguen entrar a Estados Unidos, la familia procurará construir su futuro en México. De regreso a Honduras, ni en sueños.
Imagen: Reuters/C. Garcia Rawlins
Biografía movida desde el principio
Cuando sea grande, Alvin Jr. podrá contar las incidencias que rodearon su nacimiento como si de una aventura se tratara.