"Hoy cedo el lugar a una nueva generación", dijo Beatriz, vestida de violeta, antes de estampar su firma en el Acta de Abdicación en el salón Moisés del Palacio Nacional, en la céntrica plaza Dam.

En calidad de testigos firmaron el acta, entre otros, Guillermo Alejandro y su esposa Máxima Zorreguieta, quienes desde el momento mismo de la firma de la reina se convirtieron automáticamente en los nuevos reyes de los Países Bajos, aunque la investidura oficial se llevará a cabo varias horas más tarde en la Iglesia Nueva de Amsterdam.

Beatriz estuvo flanqueada durante la firma del acta por Guillermo Alejandro, de 46 años, y Máxima, de 41 años.

Con su firma Beatriz, de 75 años, pasó a llamarse nuevamente princesa de los Países Bajos y la hija mayor del rey Guillermo Alejandro, Amalia, llevará en adelante el título de Princesa de Oranje y ocupa el primer lugar en la línea de sucesión al trono.

Al acto de abdicación asistieron, entre otros, miembros de la familia real, los integrantes del gobierno holandés, los presidentes de las dos cámaras del Parlamento y representantes de las Antillas Holandesas (las islas caribeñas de Curazao, Aruba y San Martín).

Después de la ceremonia de abdicación, la nueva familia real, con sus tres hijas, y la princesa Beatriz aparecieron en el balcón del Palacio Nacional para saludar a los miles de holandeses y turistas extranjeros, muchos de ellos vestidos de naranja, el color de la Casa Real holandesa.

En una breve alocución, el rey Guillermo Alejandro dio las gracias a su madre por los 33 años "emotivos e inspirados" de su reinado y agradeció al pueblo holandés "el apoyo y la confianza" recibidos.

Tras entonar el himno nacional de Holanda, los reyes con sus tres hijas, vestidas de amarillo con una flor del mismo color en el cabello, durante varios minutos saludaron sonrientes a la multitud antes de retirarse para descansar y prepararse para el acto de juramento e investidura de Guillermo Alejandro, que se llevará a cabo en la Iglesia Nueva de la capital.

PK/EL(dpa)