Ha pasado mucho tiempo desde que las imágenes de camiones militares con ataúdes, al comienzo de la pandemia de coronavirus en Bérgamo, dieron la vuelta al mundo. Bernd Riegert visitó a la gente del lugar.
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Las imágenes de Bérgamo conmocionaron a Italia y al mundo entero. Hace exactamente un año, camiones del Ejército transportaron ataúdes a los crematorios de otras ciudades.
"En uno de esos días de marzo había 76 ataúdes en la iglesia. Fue el número más alto. Un momento terrible que me pesa como una piedra en el pecho", recuerda con horror el sacerdote Marco Carminati, de la Iglesia de San José en Seriate, a las afueras de Bérgamo. Su iglesia y otros dos edificios se convirtieron en morgues improvisadas.
Cada tres días, soldados con trajes protectores llegaban y cargaban los ataúdes de madera en los camiones. Las campanas de la iglesia no paraben de tañir.
Una vela por cada ataúd
"Junto con otro sacerdote, puse una vela y una flor sobre cada ataúd, los bendije y recé una oración. No se permitió que los familiares estuvieran allí. Las familias ni siquiera sabían que sus difuntos estaban con nosotros. Algunos de ellos se enteraron y me pidieron que enviara al menos una foto desde mi celular”, dice Carminati.
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Este horror duró tres semanas. Luego, la tasa de mortalidad en Bérgamo volvió a caer. Un total de 4.500 personas murieron en esas primeras semanas trágicas de la pandemia en la región, informó el diario local "L'Eco di Bergamo". Un año después de esta traumática experiencia, el sacerdote dice que la pandemia ha causados grandes heridas en las comunidades, pero también las ha unido.
"Las dos reacciones que percibo son el miedo y la solidaridad. Por supuesto, el miedo a contagiarse ellos mismos y sus familias. Solidaridad con los que sufren, con los que se han recuperado. También hubo muchas víctimas de la comunidad. Pero sabían que no dejaríamos solos a los muertos. Eso fue solidaridad", dice.
El sacerdote perdió a sus sobrinos de 34 y 36 años de edad y a una prima de 69. Es consciente de que la pandemia aún no ha finalizado, pero sigue esperanzado: "Por supuesto, un hecho así es siempre una prueba de fe para un sacerdote. Pero la razón no está en Dios, sino en nosotros, en nuestro estilo de vida, en nuestras decisiones. Hemos olvidado que no somos inmortales. Se nos recuerda que no somos eternos".
"Un caos terrible"
Las imágenes del mayor hospital de Bérgamo, con casi 1.000 camas, también dieron la vuelta al mundo. "Fue un caos terrible”, recuerda el médico Sergio Angeretti. "No teníamos ni idea de a qué nos estábamos enfrentando. Cada día llegaban más pacientes. Fallecían. Pensábamos que estábamos casi en guerra”, recuerda.
Él y sus colegas habrían hecho hoy las cosas de otra manera. En el hospital se contagió mucha gente. "Después de 20 días vimos algo de luz al final del túnel. Poco a poco comprendimos cómo funciona el virus y cambiamos el tratamiento. Usamos otra medicación", explica. Hoy, por supuesto, sabemos más, dice Angeretti.
"No somos héroes, hemos hecho lo que podíamos y teníamos que hacer", dice Angeretti con modestia. Se ve a sí mismo como el capitán que sobrevivió a una tormenta salvaje. Esta ha amainado, pero en su sala de neurología sigue atendiendo a pacientes con secuelas a largo plazo.
De la pandemia aprendió una cosa: lo estrecho e interconectado que está el mundo y cómo prepararse mejor para la próxima pandemia, por ejemplo, con una mejor organización en el hospital. ¿Y cómo se encuentra en la actualidad? "Estamos agotados, pero seguimos estando preparados", dice con una sonrisa.
Más infecciones, esperanza en la vacunación
Una planta más abajo está la unidad de cuidados intensivos. La jefa de enfermeras Lauretta Rota se encuentra en la entrada de la unidad de cuidados intensivos de COVID-19. Nadie puede entrar aquí. Es demasiado peligroso.
"Ahora tenemos menos miedo de infectarnos a nosotros mismos y a nuestras familias, porque todos estamos vacunados", dice. En la primera ola de la pandemia, el personal médico se llevó el virus a casa. Algunos contagiaron a sus familias. Ella solo tuvo síntomas leves.
Se le humedecen los ojos al hablar de una colega que trabajaba en su estación mientras su marido fallecía en la unidad de cuidados intensivos de otro hospital. "Ahora estamos en la tercera ola. El número de infecciones está aumentando y el número de camas de cuidados intensivos sube de nuevo. Somos como un avión que sobrevuela por tercera vez una turbulencia y tiene que volver a atravesarla", comenta.
Ella espera que las vacunas ayuden ahora a relajar la situación, porque nadie tiene ya la energía que tenía al principio de la pandemia.
"Trauma colectivo"
Italia superó ya el umbral de 100.000 muertes por COVID a principios de marzo. El psicoterapeuta Luca Giacci tiene claro que Bérgamo y toda la sociedad italiana tendrán que afrontar las consecuencias durante mucho tiempo. "Es un trauma colectivo", dice Luca Giacci. "Incluso alguien que no tuvo que llorar a un ser querido o que no se enfermó él mismo, puede verse afectado. Es como sentir una muerte indirecta. Puede desencadenar un trauma".
(rmr/ers)
World Press Photo Award: una mirada a 2020 con las mejores fotografías de prensa
Los nominados en la 64 edición de este premio muestran las dificultades de un año dominado por la pandemia. El galardón es uno de los más prestigiosos del mundo del fotoperiodismo.
Imagen: Pablo Tosco
Febrero: hambre en Yemen
Antes de la llegada de la pandemia, el hambre ya azotaba a Yemen. Según Unicef, en este país se desarrolla la mayor crisis humanitaria del planeta. Todo por el conflicto entre los rebeldes hutíes, apoyados por Irán, y el gobierno reconocido internacionalmente, que cuenta con el respaldo de Arabia Saudita. Cerca del 80 por ciento de la población de Yemen sobrevive gracias a la ayuda humanitaria.
Imagen: Pablo Tosco
Abril: COVID-19
El mundo se ha visto golpeado por la pandemia del coronavirus desde marzo de 2020, y en muchos lugares no estaban preparados para este nuevo escenario: pocos ventiladores y escasa experiencia sobre cómo enfrentar una muerte infecciosa. La OMS recomendó envolver a los difuntos en capas de plástico, como hicieron en la foto, tomada en Indonesia. Despedirse fue muchas veces imposible.
Imagen: Joshua Irwandi
Abril: pumas
Esta puma vive en un rancho en Florida, Estados Unidos. Es una de los 200 ejemplares de este felino que habitan en ese estado, donde la especie ha regresado tras varios años. Sin embargo, los animales tienen una larga lucha por delante, pues en Florida su hábitat pierde 400 kilómetros cuadrados al año debido al "desarrollo".
Imagen: Carlton Ward Jr
Abril: peligrosa invasión
Cuando las langostas quieren pastar, los pesticidas se tornan esenciales. En 2020, conseguirlos se hizo más difícil que nunca, debido a que las cadenas de suministro se vieron interrumpidas por la pandemia. En el este de África la plaga golpeó especialmente fuerte y puso en riesgo los cultivos y las reservas de alimento de la población local.
Imagen: Luis Tato for The Washington Post
Junio: Black Lives Matter
El verano de 2020 estuvo marcado por las luchas por justicia social. Pese a las restricciones impuestas para frenar al coronavirus, los manifestantes salieron a las calles para respaldar el movimiento Black Lives Matter, que recobró fuerza tras la muerte de George Floyd, un afrodescendiente que falleció tras ser asfixiado por un policía que le apretó el cuello con la rodilla.
Imagen: Evelyn Hockstein/For The Washington Post
Julio: oposición a Lukashenko
En Bielorrusia, el presidente Alexander Lukashenko enfrenta una oposición inédita en su sexto mandato, tras ganar unas elecciones que muchos consideran fraudulentas. Paval Sieviaryniec, un político y activista, se encuentra entre los líderes opositores detenidos. Su esposa, Olga, lo espera en vano afuera de la cárcel.
Imagen: Nadia Buzhan
Julio: muerte en una mina de jade
Un deslizamiento de tierra en la mina de Hpakant, Birmania, dejó un centenar de fallecidos. Se trata de una de las mayores minas de jade del mundo, cuya produccion suele terminar en China. En 2014, el intercambio comercial con el gigante asiático generaba cerca de la mitad del PIB birmano, lo que explica que el gobierno local deje de lado las consideraciones medioambiantales.
Imagen: Hkun Lat
Agosto: el primer abrazo
En agosto ya había experiencia en la lucha contra el virus y se sabía que había que evitar tocarse, no tener contacto con las personas mayores ni ver a amigos. Pero mucha gente encontró soluciones, como estas cortinas para abrazarse que fueron instaladas en Brasil. Para Rosa Luzia Lunardi, de 85 años, este fue el primer abrazo que recibió en cinco largos meses.
Imagen: Mads Nissen/Politiken/Panos Pictures
Agosto: explosión en Beirut
Además de todas las crisis que ya enfrenta Líbano, una gigantesca explosión en el centro de la ciudad de Beirut, causada por más de 2.750 toneladas de nitrato de amonio, mató al menos a 190 personas en agosto. En shock, el mundo observó los videos del momento de la explosión, su onda expansiva y la nube de humo que surgía del puerto de la ciudad. Al menos 6.000 personas resultaron heridas.
Imagen: Lorenzo Tugnoli/Contrasto for The Washington Post
Septiembre: grandes incendios
En 2020, hubo incendios forestales en Australia, California y Portugal. El cielo en algunas regiones del estado estadounidense cobró un tono anaranjado que duró varios días. Las altas temperaturas y la sequía ayudaron a extender las llamas, especialmente en Portugal, donde fue obtenida esta impresionante imagen.
Imagen: Nuno André Ferreira/Agência Lusa
Septiembre: creatividad ante cierre de gimnasios
Como los gimnasios llevan ya semanas cerrados debido a la pandemia del coronavirus, los escaladores y otros deportistas aficionados tienen que ingeniárselas para encontrar nuevas maneras de mantenerse en forma. En la desesperación, todo sirve para entrenar, incluso un montón de troncos apilados (como en esta foto tomada en Alemania) o como en otros casos las mismas fachadas de las casas.
Imagen: Adam Pretty/Getty Images
Noviembre: caballos que ayudan
La presencia de animales puede aliviar el estrés y la ansiedad, y los caballos parecen especialmente dotados para cumplir esta labor en personas enfermas. Peyo, el equino de la fotografía, apoya a una veintena de pacientes al mes en un hospital de Calais, Francia, y también trabaja con científicos en la detección de tumores. En la imagen acompaña a Manon, de 24 años, quien abraza a su hijo Ethan.
Imagen: Jeremy Lempin/Divergence
Noviembre: Nagorno Karabaj
Después de 30 años de tranquilidad en la región, el conflicto entre Azerbaiyán y Armenia recobró fuerzas en septiembre, en lo que ahora se conoce como la Segunda Guerra de Nagorno Karabaj. El matrimonio armenio formado por Azat y Anaik Gevorkyan fue fotografiado mientras abandonaba su hogar, ubicado en una zona que quedó en manos de Azerbaiyán.