Haití: comunidad internacional cuestiona decretos de Moise
13 de diciembre de 2020
El Core Group cuestionó dos decretos aprobados por Jovenel Moise con los que se creó una agencia de inteligencia y se tipificó de "terrorismo" el vandalismo.
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La Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Organización de Estados Americanos (OEA) y un grupo de embajadores extranjeros cuestionaron este sábado (12.12.2020) la calidad democrática de dos nuevos decretos aprobados en Haití por Jovenel Moise que sirvieron para crear una agencia de inteligencia y para tipificar como "terrorismo" los actos de vandalismo.
El grupo de diplomáticos subraya que estos decretos -firmados el pasado 26 de noviembre por el presidente Jovenel Moise- "no parecen ajustarse a ciertos principios fundamentales de la democracia".
"Estos dos decretos presidenciales, adoptados en áreas que son competencia de un Parlamento, no parecen ajustarse a ciertos principios fundamentales de la democracia, el Estado de derecho y los derechos civiles y políticos de los ciudadanos", afirma en un comunicado el denominado Core Group integrado por los representantes en el país de la ONU, de la OEA y por los embajadores de Alemania, Brasil, Canadá, España, Estados Unidos y la Unión Europea.
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¿Qué causó esta reacción del Core Group?
Uno de estos polémicos decretos sirvió para crear la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI) y "otorga a los agentes de esta institución una casi inmunidad jurídica, abriendo así la posibilidad de abuso", según subraya el Core Group.
Este decreto prohíbe que los agentes de inteligencia sean procesados ante un tribunal por hechos cometidos en el ejercicio de sus funciones, a no ser que lo autorice de forma expresa el presidente de la República. Los agentes -que responderán directamente al presidente- tienen entre sus funciones la vigilancia de los "grupos susceptibles a recurrir a la violencia y a socavar la seguridad nacional y la paz social".
El otro decreto aprobado el mismo día tipifica como "terrorismo" los actos de vandalismo en la vía pública o el porte de armas de fuego y establece para estos delitos penas de 30 a 50 años de prisión. Otro artículo de ese decreto también castiga la posesión de municiones, con un año de cárcel por cada una de las balas que se encuentren en la persona sospechosa.
El Core Group señala que se califican como actos terroristas "ciertos hechos que no se encuadran" en esta definición, resaltando además que las penas previstas son "particularmente severas". El comunicado concluye reiterando el llamado a la organización de elecciones legislativas lo antes posible, para restablecer el Parlamento.
Los polémicos decretos fueron aprobados el 26 de noviembre, pero solo fueron dados a conocer por la prensa la semana pasada y su contenido ha causado indignación en Haití. En una manifestación celebrada el pasado jueves para protestar contra la inseguridad, en la que participaron cientos de personas, se vieron pancartas con palabras hostiles hacia los nuevos decretos.
ama (efe, lhm, Haití standard)
Haití, entre el caos y los intentos de resurgir
Tras el devastador terremoto de Haití en enero de 2010, las donaciones fluyeron en miles de millones. Diez años después, la pobreza y la corrupción dominan los titulares del Estado caribeño. Pero hay esperanza de cambio.
12 de enero de 2010, poco antes de las 5 de la tarde: La tierra tiembla en el pequeño país que comparte la isla con República Dominicana. Intesidad de 7.0 en la escala de Richter. En algunos lugares se derrumbó el 90% de los edificios. Al menos 200.000 personas mueren y más de un millón se quedan sin hogar. Con 6.600 millones de dólares, los daños superan el producto interno bruto del país.
Imagen: AP
Catástrofe en el país de las crisis
Enero de 2011: Cruces en una fosa común cerca de la capital Puerto Príncipe. El terremoto golpeó a un país ya de por sí en crisis: en 2010, Haití era -y sigue siendo- el país más pobre del hemisferio occidental, sufriendo de sobrepoblación y corrupción. Los desastres naturales no son raros. Una epidemia de cólera que siguió al terremoto mató a miles de personas más.
Imagen: A.Shelley/Getty Images
Solidaridad global
Un momento de diversión en un campamento para víctimas del terremoto, construido en 2010 con la ayuda de la ONU, ONGs y particulares: el dinero fluyó desde todo el mundo para la reconstrucción. A nivel local, muchas organizaciones de ayuda han hecho un trabajo eficaz, construyendo casas, por ejemplo, dice a DW Bert Hoffmann, politólogo del Instituto Leibniz de Estudios Globales (GIGA).
Imagen: AP
Ayuda que destruye
Las donaciones de alimentos de Estados Unidos ayudaron a los afectados a corto plazo, explica Hoffmann. "Pero a largo plazo, el arroz gratis de EE.UU. ha llevado a los productores de arroz de Haití a una masiva bancarrota. Este tipo de ayuda no ha creado estructuras sostenibles para el país y ha aumentado la dependencia".
Imagen: AP
La crisis después de la crisis
Esperando trabajo: diez años después del terremoto, la calidad de vida de la mayoría de los haitianos ha empeorado. Más de la mitad de la población vive por debajo del umbral de pobreza de 2 dólares estadounidenses al día. Según la ONG alemana “Welthungerhilfe”, el 35% depende de las donaciones de alimentos. La ONG Médicos sin Fronteras demanda una atención médica básica adecuada.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/R. Blackwell
Protestas mortales
El desempleo masivo, la inflación, el crimen y el nepotismo han llevado a los haitianos a las calles durante el último año y medio, como aquí en noviembre de 2019, donde los enfrentamientos entre la policía y los manifestantes cobraron muchas vidas. "El peligro de una guerra civil está creciendo en Haití", advierte Pirmin Spiegel, director general de Misereor, una organización alemana.
Imagen: imago images/Agencia EFE/J. M. Herve
El presidente Moïse no quiere irse
Jovenel Moïse (centro), ocupa el cargo desde febrero de 2017. Entre otras cosas, se le acusa de haber malversado miles de millones de un fondo de solidaridad venezolano. Pero él se niega a renunciar. Cuando el parlamento se reúna de nuevo este 13 de enero, el mandato de la mayoría de los miembros habrá expirado, y Moïse podría teóricamente gobernar por decreto.
La oposición está fragmentada, pero los activistas quieren seguir luchando por el cambio. "Necesitamos un gobierno que responda a nuestras necesidades", dice Rese Domini (foto), de 31 años, de la organización MONEGAF. La activista Velina Charlier, de 39 años, le dijo a DW en diciembre que pidió "la renuncia de Moïse, un proceso anticorrupción y un cambio radical del sistema".
Imagen: Reuters/V. Baeriswyl
"Europa calla "
Mientras tanto, las organizaciones de ayuda humanitaria hacen un llamamiento a la comunidad internacional para que actúe. La ayuda alimentaria debe dar prioridad a los productos locales "para impulsar la economía nacional", declaró Welthungerhilfe en noviembre. Alemania y la Unión Europea también deben trabajar por un cambio político en Haití, exigió el director de Misereor.
Diciembre 2019, Puerto Príncipe: Dos amigos en la playa. La crisis actual no debe ocultar el hecho de que hay "muchas estructuras familiares y locales en Haití que funcionan", dice el politólogo Hoffmann. El Estado caribeño no es "un infierno en la tierra". Es un país muy pobre, pero generalmente pacífico y con una gran cultura. (jov/eal)