Las leyes y el sistema no son el verdadero problema en Haití, sino la “mentalidad explotadora”, considera un sociólogo en entrevista con DW. “Los haitianos debemos reconciliarnos con nuestro país y con nuestro prójimo”.
Publicidad
Haití ha permanecido en estado de emergencia desde septiembre. Manifestaciones, huelgas, bloqueos de carreteras, saqueos. "Abajo el sistema”, dicen los grafitis que con mayor frecuencia se pintan en las paredes. La población se ha desacoplado de la élite, dice Auguste D'Meza, rector de la universidad pública Bas-Artibonite, quien se describe a sí mismo como un librepensador. El sociólogo le dio clases al presidente interino Moise Jovenel, cuya renuncia exige una gran parte de la población.
DW: ¿Cómo describiría lo que está sucediendo actualmente en Haití?
Auguste D'Meza: Somos el Titanic que se hunde. Hay caos, una revuelta en la que no hay líderes claros. El presidente y los 15.000 policías ya no tienen ningún control sobre el país. La gente está destruyendo museos, estaciones de policía y todo lo que sea un lugar público, porque para ellos representan un Estado elitista que pisotea su dignidad en lugar de servir al pueblo.
¿Cuál fue el factor decisivo en los disturbios?
El agravamiento de la pobreza y el descontento por el escándalo de corrupción en la ayuda venezolana de Petrocaribe de 4.000 millones de dólares. El aumento de los precios de la gasolina en agosto fue una gota en la arena.
Pero las causas son más profundas y se remontan más atrás en la historia...
Bajo la dictadura de los Duvaliers teníamos una élite burguesa que mantenía cierta discreción. Después, ostentar se convirtió en la regla. Hoy se ve eso en las redes sociales, y se tomó en un principio con humor, pero luego con cada vez más rabia. Especialmente por los jóvenes, que hoy tienen más oportunidades de ir a la universidad o al extranjero y se informan por las redes sociales en el teléfono móvil. Esta es la fuerza impulsora detrás de las protestas y exige un cambio de sistema. Cuando los políticos llaman a protestar casi nadie va, pero si lo hacen los estudiantes o la Iglesia hay asistencia masiva.
¿Han fallado todos los políticos?
Han perdido toda autoridad e influencia. Todos los políticos se han enriquecido. Los últimos gobiernos también han tomado decisiones evidentemente equivocadas. Cuando la mayoría de las familias gastan el 60% de los ingresos familiares en alimentos, se trata de una emergencia que tiene prioridad sobre la construcción de escuelas y carreteras. Hay que preocuparse por la comida barata primero. Las políticas económicas erróneas han causado exactamente lo contrario, una inflación y una devaluación de dos dígitos en un país que importa de todo. Además, en un país 70% montañoso, el presidente Moise se concentró en la agricultura intensiva y además importó máquinas de India que fueron diseñadas para un fondo arenoso y que aquí son inútiles.
¿Es esto incompetencia o corrupción?
La lógica de las decisiones políticas en Haití es qué ventaja personal a corto plazo tienen los interesados, no si convienen al país. Y los empresarios extranjeros y nuestros políticos se benefician de eso. A nadie le importa que cada vez más personas caigan en la miseria.
¿Cuál es la alternativa a Moise? La oposición está completamente fragmentada
No hay líderes, ni en el gobierno ni en la oposición. Pero por lo menos hay consenso en la oposición de que Moise tiene que irse, de que necesitamos un proceso anticorrupción importante, y una especie de situación general para negociar un nuevo contrato social.
En muchos grafitis se pide un cambio de sistema, otros se refieren a una nueva Constitución...
Ni la Constitución ni el sistema son nuestro problema, sino nuestra mentalidad de explotadores. Los haitianos debemos reconciliarnos con nuestro país y con nuestro prójimo. Las clases altas, las clases medias y los pobres viven aquí en mundos completamente diferentes que no se conocen entre sí y no se hablan. Necesitamos una visión compartida del futuro. Nuestra élite económica está cómoda, no paga impuestos y vive de la importación en lugar de producir aquí. Esto no puede continuar, ¡incluso importamos huevos y cocos! Todo esto debe ser puesto sobre el tapete, pero hay intereses poderosos y grandes sumas de dinero en juego.
¿Cómo puede la comunidad internacional apoyar tales reformas?
Primero tiene que abrir los ojos, reconocer el fracaso de este modelo y dejar de consultar solo a la élite que se beneficia de este sistema, y a la que solo le interesa en salvar su propio cuello. Pero esto es incómodo porque aquí es donde los extranjeros tienen la culpa de todo el desastre. Muchos altos funcionarios internacionales se han enriquecido aquí. Aparte de esto, definitivamente necesitamos apoyo internacional para la próxima difícil transición.
(rr/ers)
Deutsche Welle es la emisora internacional de Alemania y produce periodismo independiente en 30 idiomas. Síganos enFacebook | Twitter | YouTube |
Protestas en todo el mundo: la gente se toma las calles
Desde Hong Kong a Chile, pasando por Irak, Colombia y Bolivia, en distintos lugares del planeta la ciudadanía ha salido a manifestarse para luchar contra la desigualdad, la corrupción o pedir más democracia.
Imagen: picture-alliance/NurPhoto/D.G. Herazo
Ecuador: el gobierno cedió
Entre el 2 y el 13 de octubre de 2019, numerosos movimientos sociales salieron a manifestarse por todo Ecuador para expresar su descontento por las medidas adoptadas por el gobierno de Lenín Moreno, como la liberación del precio del combustible, rebajas en salarios y despidos. Estas propuestas formaban parte de un paquete apoyado por el FMI. Las protestas forzaron a Moreno a echar pie atrás.
Imagen: Getty Images/AFP/R. Buendia
Chile: son 30 pesos, son 30 años
El 17 de octubre se realizó una masiva protesta en Chile por el alza del pasaje del Metro, pero también contra las injusticias sociales, las bajas pensiones, el alto costo de la vida y otros problemas. Algunas marchas derivaron en saqueos y choques con la policía. A mediados de noviembre de 2019, siguen las protestas. Hay 23 muertos, cientos de heridos y denuncias de violaciones a los DD.HH.
Imagen: picture-alliance/dpa/Agencia Uno
Bolivia: elecciones cuestionadas, salida del presidente
El 20 de octubre de 2019 se realizaron las presidenciales en Bolivia. En medio del conteo se produjo un silencio de varias horas, tras el cual la ventaja del presidente Evo Morales se hizo irremontable. La gente salió a protestar ante la sospecha de fraude. La situación escaló rápidamente: la policía se rebeló, las Fuerzas Armadas "recomendaron" a Morales que renunciara y éste se exilió en México.
Imagen: picture-alliance/dpa/AP/N. Pisarenko
Colombia: masivas protestas contra Iván Duque
La decisión de imponer un "paquetazo" de medidas, que incluye pagar menos que el mínimo a los jóvenes, cambios en el sistema de pensiones (privatización, básicamente), reducción de impuestos a grandes empresas y aumento de la tarifa eléctrica, sacó a millones de colombianos a la calle. La protesta del 21 de noviembre derivó en enfrentamientos con la policía. Se decretó toque de queda en Bogotá.
Imagen: AFP/R. Arboleda
Haití: meses y meses contra el presidente
En febrero de 2019, diversos sectores de la sociedad haitiana comenzaron a protestar para conseguir la renuncia del presidente Jovenel Moïse, crear un gobierno transitorio y procesar a funcionarios corruptos. Ya en 2018 hubo manifestaciones por el precio del pan y el uso indebido de préstamos obtenidos de Venezuela. Pese a su tenor pacífico, las protestas han dejado (a noviembre) casi 80 muertos.
Imagen: Reuters/A.-M. Casares
Francia: chalecos amarillos en la calle
En octubre de 2018 surgió en Francia el movimiento de los "chalecos amarillos", que congregaba a quienes se oponían al alza del impuesto al combustible, pero también a personas molestas con las bajas pensiones y las políticas económicas del gobierno de Emmanuel Macron. Buena parte de las demandas fueron atendidas, pero las protestas no han cesado, aunque sí perdido masividad.
Imagen: Reuters/C. Platiau
Líbano: la revolución de WhatsApp
Las protestas comenzaron en Líbano el 17 de octubre de 2019, luego de que el gobierno anunciara un impuesto a las llamadas telefónicas vía WhatsApp, la gasolina y el tabaco. Sin embargo, la explosión ciudadana se explica también por largos años de lucha contra los pésimos servicios públicos, la corrupción, entre otros. A fines de octubre el primer ministro Saad Hariri presentó su dimisión.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/H. Malla
Hong Kong: plantando cara a China
Las masivas protestas en Hong Kong comenzaron en marzo de 2019 contra un proyecto de ley que buscaba facilitar la extradición de detenidos a China. Las movilizaciones lograron que el gobierno de Carrie Lam retirara la iniciativa legal, pero los manifestantes siguieron en las calles pidiendo democracia y mayor autonomía, en algunos casos independencia, de la principal potencia de Asia.
Imagen: picture-alliance/Zuma/K. Tsuji
Irán: contra el alza de los combustibles
Las sanciones económicas impuestas por EE.UU. han hecho menguar las arcas fiscales de Irán, cuyo gobierno tomó la decisión de aumentar el precio de la gasolina de 0,10 dólares a 0,30. Bastó esto para que el 15 de noviembre de 2019 la gente saliera a las calles y se enfrentara con las fuerzas de seguridad. Hubo duros choques, incendios, saqueos y más de 100 muertos, según Amnistía Internacional.
Imagen: picture-alliance/abaca/SalamPix
Irak: una revuelta de largo aliento
En distinas ciudades de Irak, desde 2018 e incluso antes, han tenido lugar numerosas protestas contra los pésimos servicios públicos, la corrupción y la falta de empleo. La movilización tomó nueva fuerza en octubre de 2019, especialmente en el centro y sur del país. En Bagdad ha habido duros enfrentamientos con las fuerzas de seguridad. Solo en octubre hubo más de 100 muertos y 6.000 heridos.