Haití pidió a OEA tropas para garantizar proceso electoral
1 de febrero de 2023
Haití reiteró ante la Organización de Estados Americanos (OEA) que necesita que se envíen fuerzas extranjeras a su territorio para contener la violencia y garantizar la seguridad en un eventual proceso electoral.
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"Para llegar a las elecciones, la seguridad es una condición fundamental (…) sin el apoyo de una fuerza internacional en el terreno, Haití no logrará la seguridad deseada", dijo el embajador haitiano en la OEA, Leon Charles, en una reunión del Consejo Permanente del organismo, con sede en Washington. Haití busca convocar elecciones generales este año, pese a estar inmerso en una profunda crisis política y de seguridad.
La embajadora de Santa Lucía ante la OEA, Elizabeth Darius, señaló a los Estados miembros tienen una "deuda histórica" con Haití, al ser el primer país de la región que consiguió la independencia y cuyo ejemplo fue seguido por el resto de territorios. "Es una deuda que todos los países del Caribe y Suramérica que obtuvieron la libertad de la esclavitud y el colonialismo a través del ejemplo del pueblo haitiano en 1804", dijo la diplomática. La comunidad internacional, aseguró Charles, aún no ha comprendido la magnitud de la urgencia que atraviesa Haití y su Gobierno "no ha recibido el acompañamiento adecuado para ayudarle a generar esperanza en la población".
La OEA tiene pendiente considerar una resolución sobre Haití que busca crear un grupo de trabajo, formado por países miembros del organismo, que mantenga un diálogo con el Ejecutivo haitiano y encuentre cómo apoyarlo para garantizar "las elecciones y la transición a un nuevo Gobierno".
Haití ha pedido apoyo tanto a la OEA como a la ONU para contener la violencia en el país, agudizada desde el asesinato del presidente Jovenel Moise, a mediados del 2021. El Gobierno haitiano ha sostenido que necesita el apoyo de una fuerza de seguridad internacional para estabilizar el país, azotado por la violencia de las pandillas, que controlan un 60% de la capital, de acuerdo con estimados de la ONU.
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Jamaica está dispuesto a enviar soldados y policias a Haití
El primer ministro de Jamaica, Andrew Holness, dijo hoy que está dispuesto a enviar soldados y policias a Haití, según informaron medios locales. El primer ministro haitiano, Ariel Henry, firmó el pasado 21 de diciembre un acuerdo político con diferentes partidos políticos y grupos de la sociedad civil para llegar a unas elecciones libres y una transición democrática. El periodo de transición, de 14 meses de duración, incluye la celebración de unos comicios este año que lleven a un nuevo gobierno que tome posesión el 7 de febrero del 2024.
Haití vive en medio de una aguda crisis en todos los órdenes y una espiral de violencia, a lo que se suma la reaparición del cólera, que en cuatro meses ya ha causado más de 500 muertes en el país. La crisis ha causado un aumento en la migración haitiana, incluyendo a través de peligrosas vías marítimas hacia países vecinos en el Caribe y hacia Estados Unidos.
En octubre pasado, el Gobierno solicitó oficialmente el envío de una fuerza extranjera, tras lo cual el secretario general de la ONU, António Guterres, propuso establecer una "fuerza de acción rápida" con militares de uno o varios países y no bajo bandera de Naciones Unidas, una iniciativa que aún no se ha concretado.
jov (efe, nycaribnews)
Haití, entre el caos y los intentos de resurgir
Tras el devastador terremoto de Haití en enero de 2010, las donaciones fluyeron en miles de millones. Diez años después, la pobreza y la corrupción dominan los titulares del Estado caribeño. Pero hay esperanza de cambio.
12 de enero de 2010, poco antes de las 5 de la tarde: La tierra tiembla en el pequeño país que comparte la isla con República Dominicana. Intesidad de 7.0 en la escala de Richter. En algunos lugares se derrumbó el 90% de los edificios. Al menos 200.000 personas mueren y más de un millón se quedan sin hogar. Con 6.600 millones de dólares, los daños superan el producto interno bruto del país.
Imagen: AP
Catástrofe en el país de las crisis
Enero de 2011: Cruces en una fosa común cerca de la capital Puerto Príncipe. El terremoto golpeó a un país ya de por sí en crisis: en 2010, Haití era -y sigue siendo- el país más pobre del hemisferio occidental, sufriendo de sobrepoblación y corrupción. Los desastres naturales no son raros. Una epidemia de cólera que siguió al terremoto mató a miles de personas más.
Imagen: A.Shelley/Getty Images
Solidaridad global
Un momento de diversión en un campamento para víctimas del terremoto, construido en 2010 con la ayuda de la ONU, ONGs y particulares: el dinero fluyó desde todo el mundo para la reconstrucción. A nivel local, muchas organizaciones de ayuda han hecho un trabajo eficaz, construyendo casas, por ejemplo, dice a DW Bert Hoffmann, politólogo del Instituto Leibniz de Estudios Globales (GIGA).
Imagen: AP
Ayuda que destruye
Las donaciones de alimentos de Estados Unidos ayudaron a los afectados a corto plazo, explica Hoffmann. "Pero a largo plazo, el arroz gratis de EE.UU. ha llevado a los productores de arroz de Haití a una masiva bancarrota. Este tipo de ayuda no ha creado estructuras sostenibles para el país y ha aumentado la dependencia".
Imagen: AP
La crisis después de la crisis
Esperando trabajo: diez años después del terremoto, la calidad de vida de la mayoría de los haitianos ha empeorado. Más de la mitad de la población vive por debajo del umbral de pobreza de 2 dólares estadounidenses al día. Según la ONG alemana “Welthungerhilfe”, el 35% depende de las donaciones de alimentos. La ONG Médicos sin Fronteras demanda una atención médica básica adecuada.
Imagen: picture-alliance/AP Photo/R. Blackwell
Protestas mortales
El desempleo masivo, la inflación, el crimen y el nepotismo han llevado a los haitianos a las calles durante el último año y medio, como aquí en noviembre de 2019, donde los enfrentamientos entre la policía y los manifestantes cobraron muchas vidas. "El peligro de una guerra civil está creciendo en Haití", advierte Pirmin Spiegel, director general de Misereor, una organización alemana.
Imagen: imago images/Agencia EFE/J. M. Herve
El presidente Moïse no quiere irse
Jovenel Moïse (centro), ocupa el cargo desde febrero de 2017. Entre otras cosas, se le acusa de haber malversado miles de millones de un fondo de solidaridad venezolano. Pero él se niega a renunciar. Cuando el parlamento se reúna de nuevo este 13 de enero, el mandato de la mayoría de los miembros habrá expirado, y Moïse podría teóricamente gobernar por decreto.
La oposición está fragmentada, pero los activistas quieren seguir luchando por el cambio. "Necesitamos un gobierno que responda a nuestras necesidades", dice Rese Domini (foto), de 31 años, de la organización MONEGAF. La activista Velina Charlier, de 39 años, le dijo a DW en diciembre que pidió "la renuncia de Moïse, un proceso anticorrupción y un cambio radical del sistema".
Imagen: Reuters/V. Baeriswyl
"Europa calla "
Mientras tanto, las organizaciones de ayuda humanitaria hacen un llamamiento a la comunidad internacional para que actúe. La ayuda alimentaria debe dar prioridad a los productos locales "para impulsar la economía nacional", declaró Welthungerhilfe en noviembre. Alemania y la Unión Europea también deben trabajar por un cambio político en Haití, exigió el director de Misereor.
Diciembre 2019, Puerto Príncipe: Dos amigos en la playa. La crisis actual no debe ocultar el hecho de que hay "muchas estructuras familiares y locales en Haití que funcionan", dice el politólogo Hoffmann. El Estado caribeño no es "un infierno en la tierra". Es un país muy pobre, pero generalmente pacífico y con una gran cultura. (jov/eal)